Una guerra

Si esto fuera una guerra, no habr¨ªa duda sobre qui¨¦n la inici¨®. Fuimos nosotros, y supongo que, como en todas las guerras, con la est¨²pida creencia de que pod¨ªamos ganarla. Y hemos puesto todo nuestro empe?o en ello. Destruimos, deforestamos, explotamos hasta la extenuaci¨®n, contaminamos. Hay signos m¨¢s que sobrados de que nuestro empe?o est¨¢ teniendo sus frutos: los glaciares retroceden y las masas heladas del planeta se funden mientras la capa de ozono se esfuma. El cambio clim¨¢tico y el calentamiento global parece que han dejado de ser meras palabras.

Si esto fuera una guerra, no ser¨ªa de extra?ar que nuestro contrincante, la naturaleza, diera muestras de una irritaci¨®n creciente, con fen¨®menos cada vez m¨¢s extremos y violentos. Katrina y Rita han sido la pen¨²ltima bofetada a nuestra arrogancia, y lo que nunca antes hab¨ªa sucedido, la lista prevista de nombres para los huracanes de la temporada se agota. Si esto fuera una guerra, ser¨ªa urgente una tregua unilateral y una reflexi¨®n de cara a una paz definitiva, porque de seguir as¨ª llevar¨ªamos todas las de perder. Pero seguimos, porque esto, todos lo sabemos, no es una guerra.