Excelente Betis

El Anderlecht sali¨® al campo con la tiza en la mano para trazar la raya: un pase largo al fornido serbio Jestrovic, que se zaf¨® de Rivas con un h¨¢bil -y tremendo- empuj¨®n y peg¨® un pelotazo sin pensar desde la esquina izquierda del ¨¢rea b¨¦tica. El bal¨®n super¨® a Doblas, pero tropez¨® con el travesa?o. El Betis reaccion¨® de inmediato y se plant¨® sobre el c¨¦sped con la intenci¨®n de que nadie le mandara. Un bal¨®n cruzado a Oliveira, que regate¨® al portero del conjunto belga y chut¨® duro y raso, aunque algo fuera de sitio, y el bal¨®n rebot¨® en el palo izquierdo del marco de Proto. Cuando todo esto ya hab¨ªa acontecido, a¨²n no se hab¨ªan consumido ni un par de minutos de partido. Fant¨¢stica presentaci¨®n, que continu¨® con un nudo igual de delicioso del que sali¨® fortalecido el Betis.

De entrada, el entrenador b¨¦tico, Lloren? Serra Ferrer, dej¨® en el banquillo a Assun?ao y coloc¨® a Joaqu¨ªn en la media punta, Miguel ?ngel y Rivera se ocuparon de la zona m¨¢s ancha y Xisco se peg¨® a la cal para frenar posicionalmente la amenaza de Vanden Borre. Joaqu¨ªn apareci¨® por donde ning¨²n belga se esperaba: a espaldas de Oliveira, como un media punta cl¨¢sico. Una posici¨®n desde la que la estrella b¨¦tica agit¨® de lo lindo al Anderlecht, cuyos pivotes y defensas eran una y otra vez arrastrados por los desmarques del internacional verdiblanco. Poco a poco, el Betis se hizo l¨ªquido, con un hermoso fluir de f¨²tbol, in¨¦dito hasta ahora, del que hasta se le sospechaba incapaz y que bien pudo acabar en una goleada de las de enciclopedia frente a un equipo serio, organizado y con algunas individualidades notables, caso de Wilhelmsson, Zetterberg y Goor.

Pero ning¨²n jugador del Anderlecht estuvo por encima del portero, el joven Proto, que hizo siete paradones en la primera mitad. Ni uno, ni dos, ni tres... siete. Y no paradas o despejes sencillos; todos y cada uno de ellos espl¨¦ndidos: un remate de cabeza al saque de un c¨®rner de Melli que sac¨® de la escuadra con un dedo; otra jugada igual con cabeceo a bocajarro de Miguel ?ngel que despej¨® al travesa?o; un tiro desde la derecha de Joaqu¨ªn y otro de Xisco, ambos angulados y duros; un disparo de Rivera que se envenen¨® tras rebotar en la espalda de Tihinen; un chutazo cruzado a saque directo de Oliveira. Un festival. Un porterazo. Adem¨¢s, Joaqu¨ªn estrell¨® en la base del poste izquierdo de Proto una falta directa.

A pesar de todo lo narrado, el Anderlecht estuvo en el partido y, a¨²n en la primera mitad, lleg¨® en un par de ocasiones gracias a las ganas de Wilhelmsson, que se hart¨® de dar grandes pases al interior del ¨¢rea que ni Jestrovic ni Mpenza supieron traducir en gol.

Pero los belgas esperaron al comienzo de la segunda mitad para pegar el achuch¨®n. Y vaya si lo pegaron. Con m¨¢s decisi¨®n que calidad, aunque tampoco faltos de la misma, los futbolistas del Anderlecht dejaron de esperar tras la l¨ªnea del centro del campo y empezaron a acogotar la salida del bal¨®n El Betis sufri¨® y Doblas tuvo que evitar al menos dos goles que parec¨ªan hechos. Pero entonces lleg¨® el contraataque perfecto. De esos que se imaginan gol desde que se ve la mirada de refil¨®n entre el que va pasar al hueco y el que se va a colar por ¨¦ste para marcar. Joaqu¨ªn aguant¨® hasta el l¨ªmite de los nervios de Oliveira y del fuera de juego, toc¨® suave, con escuadra y cartab¨®n, y el brasile?o trot¨® con la cabeza alta y encontr¨® el ¨²nico sitio en el que no estaba Proto. Un gol hermoso, para un partido bello y competido que gan¨® el Betis el d¨ªa que encontr¨® su esencia. Con un extra?o dibujo t¨¢ctico y algunos jugadores reconvertidos, el grupo de Serra Ferrer firm¨® su mejor jornada del curso. Precisamente cuando m¨¢s lo necesitaba tras su derrota de la primera jornada en Sevilla ante el Liverpool. De Bruselas sali¨® vivo, muy vivo.