Morente canta a la Alhambra oscura

"Mi mejor disco siempre es el pr¨®ximo". Enrique Morente (Granada, 1942), cantaor flamenco y perfeccionista enfermizo, ha debido pronunciar esta frase al menos 20 veces desde que grab¨® su primera obra en 1967. Ayer volvi¨® a decirla: Morente sue?a la Alhambra, una visi¨®n poderosa, oscura y po¨¦tica inspirada en "el sonido de los p¨¢jaros de la fortaleza ¨¢rabe", ya est¨¢ en la calle, y a ello hay que sumar el estreno en Valencia, el d¨ªa 24 de octubre, del documental del mismo t¨ªtulo, dirigido por Jos¨¦ S¨¢nchez Montes, y en el que colaboran, entre otros, Khaled, Ute Lemper y Pat Metheny.

El ¨²ltimo d¨ªa de la grabaci¨®n del disco, Morente andaba entre risue?o y dubitativo en el estudio Sonoland de Coslada (Madrid). Estaba rematando una siguiriya, pero se notaba que, por ¨¦l, se quedar¨ªa a vivir all¨ª. Mientras escuchaba el master, se pod¨ªa ver bullir su cabeza de compositor hecho a s¨ª mismo: "Me tirar¨ªa aqu¨ª 50 d¨ªas m¨¢s. Y lo digo otra vez: el disco est¨¢ sin acabar, como todos. Pero ya no lo puedo usar de excusa, porque van a decir: 'Bueno, Enrique, ?y cu¨¢ndo vas a terminar alguno?'. Creo que tiene demasiado cante jondo, aunque a eso es a lo que me dedico, ?no? Y tampoco un disco flamenco tiene por qu¨¦ ser todo buler¨ªas y rumbas".

1. Martinete

Morente mete el cante primitivo en el ordenador: con una letra en lat¨ªn que le pas¨® el compositor Mauricio Sotelo, reinventa el martinete con polifon¨ªas y matices que le a?aden dramatismo. Mezcla 18 voces distintas (todas suyas) como base r¨ªtmica, y sobre eso va creando cante. Al final del tema se oye un grito colectivo de susto: "Est¨¢bamos filmando la Semana Santa en Granada y de repente el paso de la virgen estuvo a punto de caerse. Alg¨²n costalero borracho... La gente grit¨® de miedo... Y lo dejamos".

2. Generalife

El himno del disco. Estrella Morente imita los trinos de los p¨¢jaros de la Alhambra. Pat Metheny hace sonar su guitarra con la levedad del tocaor que est¨¢ ah¨ª para acompa?ar el cante. "Ya cantan los gallos, amor m¨ªo vete; ya cantan los gallos vete vida m¨ªa", susurra Morente. "Es un poema medieval castellano, una belleza". Luego la letra cambia. Morente encontr¨® uno de los poqu¨ªsimos poemas que escribi¨® la fil¨®sofa malague?a Mar¨ªa Zambrano. Es de 1978 y se titula El agua ensimismada.

"El agua ensimismada

?piensa o sue?a?

El ¨¢rbol que se inclina buscando sus ra¨ªces,

el horizonte,

ese fuego intocado,

?se piensan o se sue?an?

El m¨¢rmol fue ave alguna vez;

el oro, llama;

el cristal, aire o l¨¢grima.

?Lloran su perdido aliento?

?Acaso son memoria de s¨ª mismos

y detenidos se contemplan ya para siempre?

Si t¨² te miras, ?qu¨¦ queda?".

Morente explica c¨®mo se hizo: "Le grab¨¦ primero el cante y las palmas sin la base de guitarra flamenca; quer¨ªa que su guitarra fuera la ¨²nica que sonara. Le dije: 'Usted ha influido mucho en todos los guitarristas modernos del flamenco, todos han bebido de usted, pero ha tenido mala suerte: ahora ha ca¨ªdo en un cantaor. Y me gustar¨ªa que tocara usted solo el tema para el cante, sin otra guitarra".

"?l dijo: 'No, necesito una guitarra flamenca'. A las dos horas hab¨ªa all¨ª tres guitarristas locos por tocar con ¨¦l. Pero en ese rato hab¨ªa trabajado el tema y lo hab¨ªa cogido. Y ya ves qu¨¦ barbaridades hace. ?Parece Juan Habichuela!".

3. Siguiriya de los tiempos

Morente borda la emoci¨®n y el tiempo del que quiz¨¢ es el palo flamenco m¨¢s dif¨ªcil. La guitarra de El Paquete inunda de notas abstractas y met¨¢licas el desgarro generoso del grito, amplificado con una pizca de rever cuando canta: "Se cambiaron los tiempos, me he cambiado yo".

4. Cristalina fuente

Estallan las cuerdas y surge la guitarra flamenca de Juan Manuel Ca?izares y la cl¨¢sica del granadino Vicente Cover. Sobre el tono de sole¨¢ por r¨¦quiem, Morente grita un texto de San Juan de la Cruz... Un silencio y toma el relevo la voz de El ruise?or de la Alhambra, Estrella Morente. Luego alternan sus voces, cantan a d¨²o y explotan los coros.

5. Chiquil¨ªn de Bach¨ªn

La canci¨®n social del disco: un tango de Astor Piazzolla con letra de Horacio Ferrer que narra la historia de un ni?o que vende rosas. Un piano, un viol¨ªn, dos guitarras (otra vez Ca?i y Cover) y la voz de Morente en un escalofr¨ªo. "Todos hemos sido chiquilines alguna vez. Yo no vend¨ªa rosas, vend¨ªa otras cosas. Ahora aqu¨ª ya no pasa eso, somos el mundo de los millonarios".

6. Sole¨¢ de la Ciencia

Uno de los temas cl¨¢sicos, grabado en la Alhambra con Tomatito. La letra es pura sole¨¢: "Presumes que eres la ciencia, / y yo no lo comprendo as¨ª, / porque si la ciencia fueras / me hubieras comprendido a m¨ª".

7. La Alhambra lloraba

Parece una ronde?a cl¨¢sica, pero no. "La ronde?a es un tono muy rico, una maravilla que permite muchos juegos". Las voces de Estrella y Enrique hacen variaciones imaginativas sobre la guitarra de Alfredo Lagos, en una especie de suite que deriva por buler¨ªas, tangos y finalmente jaleos extreme?os: la ¨²nica pincelada festiva del disco. Acaba con una letra del propio Morente en homenaje a Fernanda y Bernarda de Utrera: "Las mimbres del r¨ªo iban con Bernarda. / La Alhambra lloraba cantando Fernanda".

8. Donde habite el olvido

Un poema de Los placeres prohibidos, escrito en 1931 por Luis Cernuda, al que Morente canta por primera vez; la m¨²sica y el toque son del compositor y productor Isidro Mu?oz. Y sobrevolando todo, un ambiente de electricidad estilo a?os setenta: Pat Metheny con el sintetizador, que a veces suena a saxo y a veces a orquesta sinf¨®nica. Completan el lujo el bajo de Carles Benavent y la percusi¨®n de Tino di Geraldo.

9. Taranto veneno

La guitarra de Juan Habichuela escucha y vuela en ese cante libre y breve que Morente afina en una letra que grab¨® hace 15 a?os con Sabicas.

10. La ¨²ltima carta

Un teclado que parece un ¨®rgano abre un final impresionante, otro martinete polif¨®nico que impregna todo de un tono de misa de difuntos. Morente recita, canta y grita el texto de la ¨²ltima carta de Miguel de Cervantes a su mecenas, el conde de Lemos, escrita cuatro d¨ªas antes de su muerte. ?sta era la pieza pensada para cerrar el esperado y finalmente cancelado montaje de Morente sobre el Quijote. Homenaje a ese autor "puteado, genial, gracioso y sabio que al final de su vida se ve obligado a escribirle una vez m¨¢s al conde para rogarle que publique sus in¨¦ditos. El pobre le llama cinco veces 'vuesa excelencia'. ?Pero lo que le quer¨ªa decir es 'hijoputa!". No es dif¨ªcil adivinar la moraleja: as¨ª trata Espa?a a sus artistas.