Tragedia anunciada

Ha vuelto el drama diario del salto de la valla en Ceuta por parte de los inmigrantes subsaharianos, y esta vez la desgracia ya conocida se ha convertido en la tragedia prevista y anunciada. Varias personas han fallecido intentando asaltar en oleadas la verja que separa la frontera de Marruecos y Espa?a. Hombres y mujeres que por una simple casualidad elegida s¨®lo por el azar del destino, como es el hecho de nacer en un lugar imposible de la tierra, pretenden salir del abismo de la miseria sorteando una altura de la que inevitablemente, como la met¨¢fora real de su vida, s¨®lo les lleva a golpearse contra el suelo. Gente que se juega la vida asumiendo el riesgo de tratar de saltar los alambres creyendo que tras la ca¨ªda viene un paso hacia un futuro de mejora personal y familiar, y que literalmente se encuentran de bruces con unos sue?os nuevamente rotos.

?Cu¨¢ntos de nosotros en su misma penosa situaci¨®n no har¨ªamos de todo por tratar de huir de esa pobreza?

Reconozco que no s¨¦ cu¨¢l es la soluci¨®n, y existe una gran contradicci¨®n entre la solidaridad y la ayuda que por principios se merecen estas personas, y el reconocer que es imposible lograr que todo el mundo entre en nuestro pa¨ªs, puesto que los medios son limitados.

Ojal¨¢ alguien encuentre alg¨²n d¨ªa una propuesta justa y feliz. Hasta entonces, no podremos dejar de pensar en el dolor que se esconde detr¨¢s de una alambrada, de la que nosotros, privilegiados por la suerte de vivir en un te¨®rico mundo desarrollado, no deber¨ªamos nunca olvidarnos.