Las amenazas del mayor pa¨ªs isl¨¢mico
El terrorismo y la subida del petr¨®leo se al¨ªan contra el moderado Yudhoyono
Los hados parecen haberse confabulado contra este archipi¨¦lago de 17.000 islas para impedirle vivir en paz. Del tsunami, al nuevo atentado de Bali, pasando por las marchas de protesta contra la subida -el 1 de octubre- en un 127% del precio de la gasolina, el moderado Susilo Bambang Yudhoyono no ha tenido un momento de respiro desde que se convirti¨®, en septiembre de 2004, en el primer presidente electo por sufragio universal de Indonesia.
La matanza de Bali no pudo llegar en un momento peor, cuando se teme que la brutal subida del precio de los derivados del petr¨®leo inflame los ¨¢nimos de los 230 millones de indonesios, que sufren desde 1997 la crisis econ¨®mica desatada por el desplome de las monedas asi¨¢ticas y el colapso de la dictadura de Suharto. La corajuda decisi¨®n de Yudhoyono de poner fecha l¨ªmite -enero de 2008- a todos los subsidios de que se benefician las gasolinas amenaza con pasarle factura. El s¨¢bado, primer d¨ªa de la subida de precios, hubo protestas en diversas ciudades y la sensaci¨®n de debilidad que se desprende de este nuevo ataque de Bali puede complicar m¨¢s la situaci¨®n conforme la reducci¨®n de los subsidios comience a menguar la capacidad de compra de los ciudadanos.
Adem¨¢s, la aparici¨®n el mes pasado en Indonesia de la gripe aviar tambi¨¦n coloca al pa¨ªs en la cuerda floja frente a una eventual pandemia que seg¨²n la ONU puede causar entre 5 y 150 millones de muertos en Asia.
La ministra de Planificaci¨®n Nacional Sri Mulyani Indrawati reconoci¨® ayer en Kuala Lumpur, donde asist¨ªa al Foro Econ¨®mico del Mundo Isl¨¢mico, que el ataque terrorista pod¨ªa costar a la econom¨ªa indonesia hasta medio punto.
El crecimiento previsto para 2005 es del 6%. Pero los atentados de Bali, sobre todo, han supuesto un duro golpe pol¨ªtico para el moderado Yudhoyono, empe?ado en pacificar este caleidoscopio de cientos de razas, lenguas (unas 400) y culturas que es Indonesia.
Tras la detenci¨®n de los cabecillas de la Yemaa Islamiya, la organizaci¨®n considerada el brazo armado de Al Qaeda en el sureste asi¨¢tico, y el acuerdo de paz alcanzado en agosto con el Movimiento para la Liberaci¨®n de Aceh, lo que menos esperaba Yakarta era el resurgir del terrorismo islamista.
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