La cr¨ªtica aplaude la originalidad y la fuerza de 'Doctor Atomic'
John Adams y Peter Sellars centran la ¨®pera en la figura de Robert Oppenheimer
La cr¨ªtica de Estados Unidos ha aplaudido, casi un¨¢nimemente, el estreno de la ¨®pera Doctor Atomic, de John Adams, con direcci¨®n de Peter Sellars, el s¨¢bado en la War Memorial Opera House de San Francisco. Centrada en la figura del cient¨ªfico Robert Oppenheimer, que supervis¨® la creaci¨®n de la primera bomba nuclear, probada en secreto en el desierto de Nuevo M¨¦xico, la obra transcurre en los d¨ªas previos a aquel experimento y trata de ahondar en las conciencias de quienes participaron en ¨¦l.
Doctor Atomic es la tercera colaboraci¨®n de contenido pol¨ªtico (y la quinta de su carrera) que realizan el minimalista y experimental John Adams, calificado por el San Francisco Chronicle como "el mejor compositor vivo de Estados Unidos", y Peter Sellars, conocido por sus atrevidas puestas en escena de ¨®peras cl¨¢sicas. Al igual que las anteriores -The death of Klinghoffer, sobre el conflicto palestino-israel¨ª, o Nixon en China, sobre el ex presidente estadounidense-, ha recibido el aplauso casi un¨¢nime de la cr¨ªtica.
Protagonizada por el bar¨ªtono canadiense Gerald Finley en el papel de Oppenheimer y por la mezzosoprano Kristine Jepson como su alcoholizada esposa, la obra ha sido definida por Los Angeles Times como "una haza?a magn¨ªfica que puede situarse con facilidad junto a los otros grandes triunfos de Sellars-Adams y en cierto modo va mucho m¨¢s all¨¢". "Contiene m¨²sica de esplendor celestial y maravillosa sensualidad, y su riqueza expresiva necesitar¨¢ de muchas escuchas para ser absorbida en su totalidad". El cr¨ªtico Anthony Tommasini, de The New York Times, alaba las diferentes texturas de la composici¨®n, donde encuentra desde "evocaciones de bandas sonoras de pel¨ªculas de ciencia-ficci¨®n" a toques "puramente wagnerianos", y califica esta ¨®pera como "la m¨¢s rica y emotiva" de Adams.
Todos coinciden en destacar la originalidad de un libreto que se escribi¨® mezclando documentos desclasificados relacionados con aquel experimento, libros de historia, transcripciones de entrevistas y poemas de Baudelaire y otros autores.
El lugar escogido para lanzar la bomba, Alamogordo, en Nuevo M¨¦xico, fue bautizado por Oppenheimer como Trinity, t¨ªtulo de un poema de John Donne, ya que, en palabras de Sellars, "pese a haberse lavado la conciencia y haber dejado en manos de la gente de Washington las decisiones ¨¦ticas relacionadas con la bomba, Oppenheimer amaba la poes¨ªa".
Doctor Atomic, que viajar¨¢ a Chicago, Amsterdam y Nueva York en 2006 y 2007, naci¨® poco despu¨¦s del 11-S como un encargo expreso de Pamela Rosenberg, administradora de la ?pera de San Francisco. "Ella quer¨ªa que la escribiera d¨¢ndole un toque de Fausto moderno y no pude negarme porque era un momento muy apropiado para escribir algo as¨ª", aseguraba Adams el lunes en la radio NPR.
"La bomba at¨®mica pesa sobre las conciencias de los norteamericanos y muchos de nosotros crecimos bajo su amenaza. Mis recuerdos de juventud est¨¢n relacionados con la posibilidad de que estallara una guerra nuclear", explicaba el compositor.
De ah¨ª la expectaci¨®n creada en torno a un tema tan actual como hace sesenta a?os porque, como afirmaba el cr¨ªtico Joshua Kosman en el San Francisco Chronicle, "Doctor Atomic, pese a sus fallos, se suma valiosamente al repertorio oper¨ªstico del siglo XXI, el primero que se inaugura con el espectro de la muerte instant¨¢nea a nuestro alrededor".
Babelia
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