Nosotros tambi¨¦n lo har¨ªamos

Llevo bastantes a?os trabajando con inmigrantes subsaharianos y creo comprenderlos, siquiera sea un poco. Lo que no comprendo son las declaraciones del presidente Zapatero diciendo -cito de memoria- que la guerra contra la pobreza es la ¨²nica guerra digna y que en ella va a empe?ar su esfuerzo -declaraci¨®n que tonta o ingenua cre¨ª-, y que cuando tiene cerca el rostro oscuro de esa pobreza, de la miseria, su lucha por erradicarla sea construyendo y elevando vallas de espino, donde literalmente los africanos se dejen la piel, las entra?as y el alma. ?Se lucha as¨ª contra la miseria?

Pongan todas las vallas que quieran, lo altas que quieran. Construyan muros de Berl¨ªn, Gaza o Melilla. No van a conseguir nada as¨ª, m¨¢s que m¨¢s muertes, a las que desgraciadamente nos "acostumbraremos", como nos hemos acostumbrado a que se ahoguen en nuestras costas.

No es el "efecto llamada", es el "efecto huida": de las hambrunas, de las sequ¨ªas, de las guerras, de la esclavitud, de la desesperanza, del sida, de la falta absoluta de horizonte. Un comisario, de los que conoce bien el tema, me dijo que hay personas que lo han intentado -siempre jug¨¢ndose la vida y tras pasar innumerables penalidades que no podemos ni imaginar- hasta doce veces. Empe?arse en salir del horror los hace tercos.

Mientras de verdad no pongamos remedio a tanta miseria en sus pa¨ªses -y ahora sabemos que es posible- no abandonar¨¢n. Por complejo que sea el tema, y lo es, lo que falta es voluntad pol¨ªtica y un poco de compasi¨®n, en su literal sentido de "padecer con", ellos seguir¨¢n viniendo, seguir¨¢n huyendo, seguir¨¢n saltando muros, vallas y mares: si nosotros estuvi¨¦ramos en su negra piel tambi¨¦n lo har¨ªamos.