Las sartenes

Escribo esta carta ante la indignaci¨®n que siento con el BBVA. Acud¨ª a una sucursal de dicho banco, del que no soy cliente, exclusivamente para cambiar un billete de 50 euros en otros de 5 euros. Toda la sucursal se encontraba adornada con tiras de papel, desde el techo hasta el suelo, con figuras de sartenes, con el fin de promocionar alg¨²n producto al que ni siquiera he prestado atenci¨®n. Pero mi indignaci¨®n no se debe a eso (aunque era muy inc¨®modo acceder a la caja porque hab¨ªa que ir apartando las "lianas" que colgaban del techo), mi queja es porque para hacer m¨¢s llamativa la oferta de las sartenes no se les ocurre nada m¨¢s que "vestir" a todas las trabajadoras de la sucursal con un delantal de cocina, eso s¨ª, poniendo en el bolsillo, en vez de un cuchar¨®n, el anagrama del banco. ?Se imaginan a la directora de la sucursal, asesor¨¢ndoles sobre una hipoteca, con un delantal de cocina? ?Qu¨¦ verg¨¹enza! Pero por supuesto, y lo que es m¨¢s humillante a¨²n, es que dicho vestuario lo llevaba el trabajador de sexo femenino. ?Faltar¨ªa m¨¢s! Hay que marcar bien la diferencia que el machismo a¨²n pretende conservar.