Vicente y Puyol, a tortas
El valencianista y el azulgrana se pelean en el ¨²ltimo entrenamiento de Espa?a antes de viajar hoy a San Marino
Vicente y Puyol se pelearon a pu?etazos en el entrenamiento vespertino de ayer de la selecci¨®n espa?ola, celebrado en Las Rozas (Madrid). A pu?etazos, pero sin llegar a acertar con los golpes. "Eso no, Puyol, eso no", fue la ¨²nica reacci¨®n de Luis Aragon¨¦s, desde la banda opuesta y con aparente desinter¨¦s por la danza violenta de sus jugadores. Al equipo espa?ol se le acusa de falta de car¨¢cter. Ayer hubo car¨¢cter. Sobredosis de mal car¨¢cter.
Vicente, con el peto verde de los suplentes ya calado por la lluvia, lanz¨® la mano con rabia contra Puyol. No acert¨® por poco. Cort¨® el aire y la cortina de agua con el brazo sin llegar a tocar al catal¨¢n. Poco antes, el extremo valenciano trataba de regatear al barcelonista cuando not¨® el codo del central en las costillas. En respuesta solt¨® el brazo como un molinillo hacia la cara de Puyol. Entonces fue el defensa quien se enfad¨®. Primero, le golpe¨® en la nuca. Luego, ambos se revolvieron girando 180 grados y lanzando los pu?os. Despu¨¦s se gritaron cosas y se separaron un poco. Pero para coger impulso. Puyol puso las dos manos en el cuello de Vicente y le empuj¨® mientras le gritaba con todas las piezas de la cara fuera de su sitio. Vicente, a su vez, le sujet¨® por la camiseta. De los agarrones pasaron a las advertencias y la gestualidad amenazante. Y as¨ª. Todo dur¨® unos segundos en los que los espectadores, pocos, y los periodistas, bastantes, observaban hipnotizados el combate. Una pelea de intensidad nunca vista en una pr¨¢ctica de la selecci¨®n.
Al final, Luis Garc¨ªa se interpuso y logr¨®, con ciertas dificultades y junto a Villa y Sergio Ramos, separarles. Vicente, ya a unos metros de distancia, se?al¨® a Puyol con el brazo extendido y el dedo ¨ªndice amenazador. Puyol mov¨ªa la cabeza arriba y abajo demandando una explicaci¨®n. Tambi¨¦n hizo gestos con los que mostraba sus dudas sobre la cordura de Vicente.
No hicieron las paces. No se dieron la mano. Ni entonces, ni al concluir el partidillo. De hecho, cuando concluy¨® el entrenamiento, el equipo de los suplentes se qued¨® en el c¨¦sped un rato para no mezclarse con el de los titulares. Tampoco el seleccionador par¨® la pr¨¢ctica ni se aproxim¨® a los dos futbolistas. Ni les recrimin¨®. Ni les mand¨® a la ducha. Nada. S¨®lo una instrucci¨®n equ¨ªvoca a Puyol -"eso no"- que no se sabe muy bien si se refer¨ªa a la pelea o a alguna cuesti¨®n t¨¢ctica de la jugada previa.
Despu¨¦s de la ri?a, Puyol evit¨® acercarse al futbolista valenciano. En varias ocasiones prefiri¨® meterse hacia al centro y dejar que Vicente entrase por la izquierda, solo. O amagaba levemente con aproximarse, pero con desgana y sin llegar a estar en ning¨²n momento pr¨®ximo al exterior zurdo.
Durante todo el partidillo, marcado por los petos verdes que se?alaban a los suplentes, hubo muchas muestras del inter¨¦s con el que los internacionales se tomaron el entrenamiento. Entradas duras y a destiempo, goles -de Villa, de Torres, de Ra¨²l...-, carreras y un Luis Aragon¨¦s locuaz que repet¨ªa instrucciones -casi exclusivamente a los titulares- que siempre cerraba con un sonoro "?va!".
Joaqu¨ªn, el otro futbolista se?alado por Luis y del que ha trascendido que recibi¨® una extensa y personalizada bronca en Bruselas, respondi¨® a su suplencia con des¨¢nimo y apat¨ªa. Vicente, con un exceso de mal humor.
Las principales cr¨ªticas que ha recibido la selecci¨®n tras su primera media hora desastrosa contra B¨¦lgica el pasado s¨¢bado alud¨ªan a la falta de fortaleza mental de los jugadores espa?oles, a los que se les acusaba de blandos.
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