Con melancol¨ªa

Dinamarca cuenta con un poeta genial, Henrik Nordbrandt, y no hay m¨¢s que leer un poema suyo para darse cuenta de que se est¨¢ ante una dicci¨®n que abruma, que sobrepasa al lector y le sostiene por dentro, todo en el mismo momento. Bassarai public¨® su El temblor de la mano en noviembre y vuelve a regalarnos su poes¨ªa con un libro de raro t¨ªtulo sencillo: 84 poemas. En su idioma original es 84 digte, 84 dichos, y nada mejor que contarlos cuando la complejidad de esta dicci¨®n impide buscar un t¨ªtulo que lo represente. Imposible decir el rico mundo por el que pasea la creaci¨®n de Nordbrandt.

En fina versi¨®n de Francisco J. Uriz, reputado traductor de literatura n¨®rdica al castellano, la dicci¨®n de esta poes¨ªa se basa en la percepci¨®n, una sensaci¨®n de un mundo com¨²n, pero que a la vez bucea en la creaci¨®n de un sentimiento hacia fuera, en una serie de relaciones de im¨¢genes que lleva hacia una profundidad de los sentidos, y hacia dentro, porque todo puede volverse reflexi¨®n, en una tensi¨®n po¨¦tica de much¨ªsima calidad.

La base de esta poes¨ªa est¨¢ en la mirada, de un objeto, de un estado del alma (no se cita por casualidad a San Juan de la Cruz) para desarrollar una tensi¨®n entre lo vivido y lo dicho. Aunque el poeta est¨¢ seguro de que las palabras son capaces de retratar la realidad (ninguna palabra mejor que dolor, para decir dolor), la conciencia del poeta se tensa en la melancol¨ªa, en la seguridad de ser una identidad fuerte, pero no ser Dios.

En esa tensi¨®n crucial, la palabra de Nordbrandt recrea un mundo personal donde la originalidad de la visi¨®n se une a la capacidad creadora del lenguaje.

Henrik Nordbrandt: 84 poemas. Bassarai; Vitoria, 2005. Traducci¨®n de Francisco J. Uriz. 133 p¨¢ginas; 11,54 euros.