El recurso al recurso
Se ha instalado en nuestro pa¨ªs como forma de hacer pol¨ªtica "el recurso al recurso". Ante la impotencia que siente la derecha, en Espa?a y en Andaluc¨ªa, que no solo no ejerce el poder, porque democr¨¢ticamente as¨ª lo han querido los espa?oles y los andaluces, sino que se siente y est¨¢ cada d¨ªa que pasa m¨¢s aislada en su acci¨®n pol¨ªtica -solo es protagonista de casos de corrupci¨®n tan graves como los de Camas y Bormujos en la provincia de Sevilla-, el PP ha decidido recurrirlo todo, previa declaraci¨®n de su inconstitucionalidad. Tenemos dos ejemplos recientes: la ley andaluza que establece las listas cremallera para las elecciones al Parlamento andaluz y la ley estatal que regula el matrimonio de los homosexuales y siguen anunciando recursos contra todo o casi todo lo que se cambia, sea bueno o no para los destinatarios de la norma.
Siempre, por otra parte, este ha sido el comportamiento de la derecha pol¨ªtica, se llame el partido como se llame, de ah¨ª lo de denominarlos conservadores, porque todo lo que signifique modificaci¨®n les aterra y m¨¢s si se trata de asuntos de moral o de costumbres. Las cosas deben ser como siempre han sido y de ah¨ª no deben moverse. Si por ellos, los conservadores, hubiera sido la mujer no hubiera tenido reconocido el derecho al voto y mucho menos si estaba casada, ni hubiera conseguido, al fin, capacidad de obrar ni hubiera alcanzado la igualdad legal. Ahora, cuando se adoptan medidas para hacer que esa legalidad igualitaria se transforme en igualdad real ponen toda clase de obst¨¢culos. Estuvieron contra el establecimiento de las cuotas de participaci¨®n pol¨ªtica de las mujeres en los partidos y gracias a que los partidos de izquierda, los progresistas, m¨¢s las mujeres que los hombres, todo hay que decirlo, las establecimos, salieron en tromba opinando tambi¨¦n que era discriminatorio para las mujeres y que se nos ten¨ªa que juzgar por nuestra capacidad y no por nuestro sexo, como si a ellos, a los hombres, la capacidad la tuvieran reconocida solo por el hecho de serlo y nosotras tenemos siempre que demostrarla, la democracia paritaria no quieren ni olerla y s¨ª as¨ª no hubi¨¦ramos avanzado nunca.
Las propuestas de la izquierda benefician tambi¨¦n, faltar¨ªa m¨¢s, a la derecha, y las mujeres conservadoras se han beneficiado, como no pod¨ªa ser menos, de la lucha de las mujeres por la igualdad. Por eso sorprende no solo que el PP recurra la ley electoral andaluza por las "listas cremalleras", sino, lo que es a¨²n peor, apoyen el recurso las mujeres de la derecha, que se modernizan en las formas, pero siguen siendo conservadoras en el fondo y que se beneficiaran de una ley que es buena para todos, hombres y mujeres, porque la divisi¨®n de g¨¦nero no es una divisi¨®n social m¨¢s, sino que es transversal y abarca a todas las otras diferenciaciones o discriminaciones que socialmente puedan darse; la sociedad la integramos los dos sexos, y se trata de que la dirijamos conjuntamente ambos. As¨ª de sencillo, pero la derecha conservadora no es capaz de verlo de esta manera y recurre al recurso siempre que tiene oportunidad para ello
Y lo mismo puede decirse del recurso contra el matrimonio de los homosexuales. Dicen los conservadores, en este caso tambi¨¦n los populares, que es un fraude de ley llamar matrimonio a las uniones homosexuales, porque, seg¨²n afirman, en el recurso la ley "desnaturaliza la instituci¨®n constitucional del matrimonio", a?adiendo que el legislador ordinario no puede cambiar el nombre de las cosas sin modificar la Constituci¨®n. El PP sostiene que solo el hombre y la mujer son "los titulares del derecho a contraer matrimonio" y lo son, sin duda, hombre y mujer, hombre con hombre o mujer con mujer. No voy a rebatir esta, para m¨ª, d¨¦bil argumentaci¨®n, ya lo har¨¢ el Tribunal Constitucional, que estoy segura de que sabr¨¢ estar a la altura de la sociedad espa?ola de 2005, que no es la de 1978, y que reconocer¨¢ que la reforma no vulnera en absoluto el mandato constitucional, como est¨¢n diciendo con reiteraci¨®n la mayor¨ªa de los constitucionalistas. Lo que me interesa subrayar es el car¨¢cter conservador de este recurso, porque ahora dicen que es por el nombre y quisiera recordar que cuando gobernaban y ten¨ªan mayor¨ªa para ello, rechazaron en el Congreso de los diputados una proposici¨®n de ley del grupo parlamentario socialista, regulando las uniones de hecho y adujeron que iban a hacer ellos otra estableciendo lo que denominaron contrato civil, que se pod¨ªa extender igual a los primos, hermanos u otros familiares que tuvieran relaci¨®n de convivencia; se trataba de quitar de la propuesta todo lo que pudiera tener contenido sexual; rechazaron la iniciativa socialista y ni siquiera llegaron a presentar la suya; esto ocurri¨® en la primera legislatura en la que gobern¨® el PP, con apoyo parlamentario del CIU y del PNV, por cierto, y al Diario de Sesiones del Congreso me remito.
Siempre van por detr¨¢s y a rastras de los dem¨¢s: estuvieron en contra del derecho al divorcio; tambi¨¦n ¨ªbamos a acabar con la familia, pero se han divorciado igual que los dem¨¢s, y no voy a dar ning¨²n nombre que los hay y muy ilustres, porque adem¨¢s me parece estupendo que ejerzan los derechos que el ordenamiento democr¨¢tico nos confiere a todos; estuvieron en contra del derecho al aborto, que tambi¨¦n recurrieron al Tribunal constitucional, retrasando la entrada en vigor de la ley durante dos a?os, porque entones exist¨ªa el recurso previo de inconstitucionalidad que imped¨ªa, mientras se tramitara el recurso, la aplicaci¨®n de la ley recurrida. Pasados m¨¢s de diez a?os aceptaron el texto vigente, pero se opusieron, m¨¢s tarde, a su reforma. Y ahora le toca el turno al matrimonio de los homosexuales que solo viene a reconocer derechos a unos sin quit¨¢rselos a otros. ?Son o no son conservadores?. Y como pierden no les queda m¨¢s remedio que "el recurso al recurso". Una pena.
Amparo Rubiales es consejera del Consejo Consultivo de Andaluc¨ªa
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Pol¨ªtica nacional
- Mujeres pol¨ªtica
- Legislaci¨®n electoral
- PP
- Legislaci¨®n auton¨®mica
- Mujeres
- Homosexualidad
- Pol¨ªtica municipal
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Gobierno
- Elecciones
- Administraci¨®n Estado
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Legislaci¨®n
- Justicia
- Orientaci¨®n sexual
- Sexualidad
- Sociedad