Blatter carga contra todos

Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, est¨¢ entre la espada y la pared. Un tribunal belga decidir¨¢ antes del Mundial de Alemania 2006 si los clubes deben ser compensados por ceder a sus jugadores a la selecci¨®n, como piden el Charleroi belga y el G-14, la asociaci¨®n que agrupa a los 18 clubes m¨¢s importantes de Europa. El modelo de negocio de la FIFA, basado en la explotaci¨®n de los torneos de selecciones, pende de un hilo. Y Blatter ha pasado al ataque, embistiendo contra clubes, presidentes, agentes y jugadores: "Hay presidentes invirtiendo cantidades pornogr¨¢ficas y de dudoso origen en el f¨²tbol. (...) Es una locura que haya jugadores ganando entre 8 y 11 millones de euros. (...) Si no hacemos nada, el dinero puede asfixiar al f¨²tbol", expone Blatter en La avaricia amenaza al precioso juego, el art¨ªculo que public¨® ayer n The Financial Times.

Las reacciones no se han hecho esperar. "Blatter muerde la mano que le da de comer", dijo ayer Gordon Taylor, director del sindicato de futbolistas brit¨¢nico. "Es extra?o que el presidente de la FIFA, que es una organizaci¨®n que ha construido su enorme riqueza gracias a los jugadores, les califique ahora con comentarios groseros y ofensivos".

La califici¨®n de groseros y ofensivos se acerca bastante a la realidad. "Las negociaciones a las que jugadores semianalfabetos y malhablados someten a sus clubes para subir sus salarios son inaceptables", dice Blatter. "?Qu¨¦ l¨®gica o derecho cualifican a un hombre de veintitantos a?os para exigir ganar en un mes lo que su padre no gana en una d¨¦cada?", contin¨²a. Aunque Blatter tiene respuestas para sus preguntas: "El modo en el que el dinero est¨¢ entrando en el f¨²tbol es una reminiscencia desviada de un capitalismo al estilo del salvaje Oeste. Ha nacido un nuevo tipo de esclavismo, que reserva los derechos de j¨®venes jugadores, que generan ingresos cada vez que son vendidos. No podemos aceptarlo. Hay un nuevo mercado, creado por agentes deshonestos y due?os de clubes avariciosos, que s¨®lo piensan en sus propios ingresos".

Nadie queda a salvo de las acusaciones de Blatter. Y, aunque no da nombres, no hace falta: "Algunos clubes son m¨¢s ricos que nunca. Frecuentemente, el origen de esa riqueza son individuos que utilizan el f¨²tbol como un medio para cumplir una agenda oculta. Su dinero ilimitado les ha permitido controlar el f¨²tbol vertiendo una cantidad de dinero inimaginable en un peque?o grupo de jugadores de ¨¦lite. ?Qu¨¦ inter¨¦s tiene una Liga de la que se sabe el campe¨®n en la quinta jornada? ?se no puede ser el futuro", dice el presidente de la FIFA, que estudia c¨®mo combatir la doble propiedad de clubes desde que sabe que el multimillonario ruso Abr¨¢movich, due?o del Chelsea ingl¨¦s, tambi¨¦n patrocina a varios equipos rusos. La FIFA estableci¨® hace un mes un grupo de trabajo para luchar contra las lacras del f¨²tbol. Pero Blatter no las tiene todas consigo: "La mayor¨ªa del f¨²tbol est¨¢ luchando con lanzas. Pero los avariciosos, financieramente, utilizan cabezas nucleares".