Canciones, canciones, canciones

Un pol¨ªtico comunista espa?ol acud¨ªa a aquello de "programa, programa, programa" para explicar los argumentos que podr¨ªan convencerle a dar su apoyo (puntual o definitivo) a otra formaci¨®n pol¨ªtica. En el mismo sentido, los argumentos del vigu¨¦s Iv¨¢n Ferreiro para convencer a cualquier adicto al pop son, precisamente, eso: "Canciones, canciones, canciones".

No hay m¨¢s truco, aunque frecuentemente se olvida: el pop subsiste y se hace grande por ellas. Otra cosa son las cancioncillas, que es lo que suele confundir, y que son esas que suenan mucho por la radio por ser facilonas, banales y pegadizas. Las de Ferreiro son de las de peso y argumento. Apasionadas y emocionantes, no suenan mucho por las emisoras convencionales, pero los que las conocen no las cambiar¨ªan por otras.

Y es que de emociones es de lo que trata Iv¨¢n Ferreiro en sus canciones y conciertos. Con su hermano Amaro y el baterista c¨®mplice, la sencillez es lo que impera. Su desvalida y angustiada voz no precisa m¨¢s adornos: s¨®lo esa tormenta el¨¦ctrica incesante. La respuesta de la gente es consecuencia de todo: pocos son los que no corean todas las estrofas -que no estribillos, aunque s¨ª frases repetidas- de piezas tan incontestables como Estrella de la muerte, Son preciosos nuestros besos, Canciones para el tiempo y la distancia o Espect¨¢culo, todas ellas de su disco deb¨². Recurri¨® tambi¨¦n a su pasado con Piratas, y hasta recrea al desgarrado genial mexicano Jos¨¦ Alfredo Jim¨¦nez con Pa todo el a?o.

A?os 80, un viejo ¨¦xito con su anterior grupo, sirvi¨® al invitado sorpresa, Quique Gonz¨¢lez, para arrancar la tanda de bises. En la sala se vive cerca del delirio, pues, juntos, Iv¨¢n y Quique, forman una pareja explosiva y apasionada, que se dejan el alma en la interpretaci¨®n. La intensidad sigui¨® con Ciudadano A y Turnedo, con Gonz¨¢lez a¨²n en la tarima, y un final trepidante donde se mezclaban frases del Alicia de Bunbury, con el It's only rock 'n' roll de los Stones, y el Insurrecci¨®n de El ?ltimo de la Fila. Era abundar en eso de que para seguir ah¨ª, s¨®lo sirven las canciones, canciones, canciones...