Beirut y Damasco niegan las acusaciones
Las presidencias de L¨ªbano y Siria rechazaron ayer de manera un¨¢nime y en¨¦rgica cualquier implicaci¨®n institucional en el asesinato del ex primer ministro liban¨¦s Rafik Hariri. Las declaraciones de protesta no han conseguido, sin embargo, minimizar las acusaciones contundentes emanadas del informe del magistrado alem¨¢n Detlev Mehlis, y mucho menos disipar las amenazas de nuevas sanciones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"El informe de la ONU constituye una declaraci¨®n pol¨ªtica contra Siria, alejada de la verdad y con falta de profesionalidad", asegur¨® ayer Mahdi Dajla Al¨¢, ministro de Informaci¨®n del r¨¦gimen de Damasco, neg¨¢ndose a aceptar determinados p¨¢rrafos del dictamen, que se?ala como ¨²ltimos responsables del atentado a dos familiares pr¨®ximos del presidente Bachar el Asad, su hermanastro Maher Asad y su cu?ado Asef Chaukat, jefe de la poderos¨ªsima muhabarat, la seguridad militar.
La presidencia de L¨ªbano reaccion¨® con la misma acritud ante el informe de la ONU, en el que aparece implicado el presidente Emile Lahud, quien seg¨²n los investigadores habr¨ªa recibido en su tel¨¦fono m¨®vil la llamada del familiar de uno de los asesinos pocos minutos antes de que se perpetrara el atentado. El mismo informe insiste en la implicaci¨®n en el atentado del general responsable de la guardia presidencial y de otros tres militares, ex jefes de los aparatos de seguridad.
"La oficina de prensa del palacio presidencial niega categ¨®ricamente esta informaci¨®n, que forma parte de una campa?a contra el presidente", asegur¨® un portavoz del r¨¦gimen de Beirut, al tiempo que aseguraba, en un ejercicio de cinismo pol¨ªtico, que Lahud est¨¢ dispuesto a actuar con contundencia y severidad contra aquellos ciudadanos implicados en el atentado.
'Revuelta de los cedros'
Los primeros efectos devastadores del informe de la ONU han empezado a detectarse en las calles de Beirut, donde los sectores de la antigua oposici¨®n, convertida en mayor¨ªa gubernamental, amenazan con protagonizar una nueva revuelta de los cedros, similar a la acaecida la pasada primavera tras el asesinato de Hariri, que oblig¨® a las tropas sirias a abandonar el pa¨ªs, poniendo fin a dos a?os de ocupaci¨®n.
Esta vez, la segunda parte de la revuelta de los cedros tendr¨ªa como objetivo descabalgar del poder al presidente Lahud, el ¨²ltimo y m¨¢s odiado v¨ªnculo de L¨ªbano con el r¨¦gimen de los Asad. El futuro de Lahud pende desde hace meses de un hilo, que podr¨ªa acabar rompi¨¦ndose si la ciudadan¨ªa sale a la calle para pedir a voz en grito su dimisi¨®n, tal y como empezaron ayer a reclamar diputados allegados al clan familiar de los Hariri.
Beirut est¨¢ a punto de ebullici¨®n. Las autoridades han desplegado importantes efectivos policiales en las calles del centro, en una operaci¨®n destinada a controlar las posibles marchas de protesta. Algunos personajes de la vida pol¨ªtica, entre ellos los l¨ªderes drusos o los delegados de las Naciones Unidas, han abandonado la capital.
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