Bush intenta minimizar la investigaci¨®n sobre las filtraciones de su equipo
La Casa Blanca teme que el fiscal acuse a alguno de sus miembros de destapar a un agente secreto
George W. Bush trat¨® de minimizar el jueves la expectaci¨®n creada ante la posibilidad de que el fiscal Patrick Fitzgerald acuse a miembros de la Casa Blanca de la filtraci¨®n que desvel¨® la identidad de una agente de la CIA diciendo que se trata de "ruido de fondo y especulaciones". Pero el fiscal ha reorientado su investigaci¨®n, y la ansiedad crece en los c¨ªrculos republicanos, en los que ya se contempla la posibilidad de un fuerte terremoto en el entorno presidencial.
La madre de Bush le habr¨ªa aconsejado "aprovechar la crisis y prescindir de Cheney"
El fiscal y su equipo no han dejado escapar filtraciones, pero expertos y comentaristas creen que, si va a haber procesamientos, no se basar¨¢n en la ley que considera un delito federal revelar conscientemente la identidad de una agente, por las dificultades que hay para probarlo. Ser¨ªa m¨¢s sencillo recurrir a las acusaciones de perjurio y obstrucci¨®n de la justicia: de los testimonios que se conocen -notablemente, del relato que la periodista Judith Miller public¨® sobre lo que dijo al gran jurado- se desprende que las explicaciones de Karl Rove, el principal asesor del presidente, y sobre todo de Libby, jefe de gabinete del vicepresidente, presentan inconsistencias. El jueves, The Washington Post public¨® que, seg¨²n fuentes cercanas a la defensa de Rove, ¨¦ste dijo al gran jurado que su fuente en la filtraci¨®n podr¨ªa haber sido el propio Libby.
Algunos medios han se?alado que el hecho de que no est¨¦ previsto un informe de Fitzgerald tras 22 meses de investigaciones significa que habr¨¢ procesamientos. En realidad, el fiscal no puede, por ley, emitir ese informe. Cuando considere que ha acabado su tarea -probablemente, la pr¨®xima semana- formular¨¢ o no las acusaciones. "La investigaci¨®n se ha centrado en su fase final en el vicepresidente Cheney y su jefe de gabinete, y en el embajador ante la ONU, John Bolton", se?ala un correo electr¨®nico que ha circulado en Wall Street y en los lobbies de Washington. El texto a?ade: "Nos han dicho que est¨¢n listos ocho autos de procesamiento, y que quiz¨¢ haya 10 m¨¢s, y que incluir¨ªan a altos cargos de la Casa Blanca, como Scooter Libby, Fred Flights, asistente de Bolton, y, sorprendentemente, Steve Hadley, consejero de Seguridad. Aparentemente, los abogados de Libby y Hadley les han dicho que se preparen para ser procesados. Y es muy probable el procesamiento de Karl Rove".
De los rumores no se libra nadie; fuentes en contacto con la familia Bush aseguran que la madre del presidente habr¨ªa aconsejado a su hijo "aprovechar la crisis, si hay procesamientos, para prescindir del vicepresidente Cheney y de su jefe de gabinete y convertirles en chivos expiatorios de la filtraci¨®n y de los errores en Irak". Las mismas fuentes creen que la escabechina "ser¨ªa muy ¨²til para las campa?as electorales de los senadores y congresistas republicanos, que tienen elecciones dentro de un a?o y que deben soltar lastre ante las cr¨ªticas dem¨®cratas".
Hay m¨¢s de 30 personas que han declarado. Cruzando sus testimonios es f¨¢cil que el fiscal haya rastreado contradicciones en el testimonio de los implicados. The Nacional Journal ha elaborado una lista encabezada por el presidente y el vicepresidente (ambos hablaron en el verano de 2004, no bajo juramento) y en la que se incluyen a Rove (cuatro declaraciones) y a Scooter Libby (dos). Adem¨¢s, est¨¢n Andrew Card, jefe de gabinete del presidente; Alberto Gonzales, responsable de Justicia; Stephen Hadley, consejero de seguridad; Scott McClellan, portavoz de la Casa Blanca; Colin Powell, ex secretario de Estado; George Tenet, ex director de la CIA, y otros altos cargos. Fitzgerald ha hablado tambi¨¦n con numerosos periodistas, desde Judith Miller, que pas¨® 85 d¨ªas en la c¨¢rcel por no revelar sus fuentes, hasta Bob Novak, en cuya columna apareci¨® por primera vez el asunto, el 14 de julio de 2003.
En un anuncio en The New York Times de ayer y bajo el t¨ªtulo: '?Gracias, Judith Miller!', 23 destacados pol¨ªticos, escritores y empresarios de comunicaci¨®n de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y de Iberoam¨¦rica celebran "las convicciones y el valor" de la reportera y subrayan que "los medios libres e independientes son un freno ante la corrupci¨®n y el abuso del poder". Entre los firmantes est¨¢n Francisco Pinto Balsemao, presidente del grupo portugu¨¦s Impresa y ex primer ministro; Jorge Casta?eda, ex canciller de M¨¦xico; Gustavo Cisneros, presidente del grupo venezolano que lleva su nombre; Belisario Betancur, ex presidente de Colombia, y los espa?oles Felipe Gonz¨¢lez, ex presidente del Gobierno; Jes¨²s de Polanco y Juan Luis Cebri¨¢n, presidente y consejero delegado de PRISA, respectivamente; Leopoldo Rod¨¦s, presidente de Media Planning, y Jos¨¦ Mar¨ªa Bergareche, vicepresidente de Vocento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.