El mercado est¨¢ as¨ª

"El mercado est¨¢ as¨ª". Esa frase no ceja de repet¨ªrseme una y otra vez en la cabeza. A la vez, veo la cara de mi casera con las cejas hacia arriba y los hombros encorvados cuando me dice que se me acaba el contrato de alquiler el pr¨®ximo 15 de noviembre, que si me interesa firmar otro contrato, el precio ser¨¢ de 650 euros mensuales, un 37,42% m¨¢s. Como es normal, me quedo de piedra, balbuceo, me empiezan a sudar las manos y me digo: "Jordi, no lo has o¨ªdo bien". Entonces es cuando suelta "el mercado est¨¢ as¨ª" y se me disipan todas las dudas. S¨ª, Jordi, ha dicho 650 euros por un viejo piso de 50 metros, ?m¨¢s de la mitad del sueldo!

Con mis 39 a?os de experiencia me resulta f¨¢cil poner cara de interesante mientras al parecer ella intenta justificarse, pero, yo ya no la escucho. En ese preciso momento me pongo a pensar en el mercado y me pregunto: ?qui¨¦n manda en ¨¦l? Me empiezan a pasar por la cabeza, a una velocidad de v¨¦rtigo, muchas im¨¢genes de quienes podr¨ªan ser los que lo gobiernan: el conseller de Habitatge, Maragall (el nieto del poeta, es decir, el president), el Estatuto (el nuevo), el Estatuto (el viejo), la calculadora que tengo en el caj¨®n del pasillo que me ayuda a llegar a final de mes, el IPC, mi casera, los sindicatos, los partidos pol¨ªticos, la CEOE, La Caixa, el Ayuntamiento, la cajera del s¨²per... ?Buff!, soplo de cansancio y sigo sin verle la cara.

Parece que est¨¦ contando la pesadilla de anoche, pero, no es as¨ª. Se trata de mi realidad, la cual creo compartir con bastantes personas en este pa¨ªs. Desde el a?o 2002 hasta hoy, el sueldo me ha aumentado un 13,92% y el alquiler de mi casa un 50,74%. Algunos dicen que "el mercado est¨¢ as¨ª", otros dicen que "con el nuevo Estatuto todo se arreglar¨¢", otros que si "el suelo est¨¢ muy caro", otros que "los ayuntamientos no ponen suelo".

En fin, que tengo que mudarme de casa y nadie va a ayudarme a empaquetar; y las pol¨ªticas sociales y de vivienda, ya vendr¨¢n.