'Ora et labora' en la Educaci¨®n
Todos los ciudadanos de este pa¨ªs sabemos lo importante que es la educaci¨®n, no s¨®lo por nuestra historia, sino por la sinraz¨®n de la confrontaci¨®n cotidiana a la que nos tienen acostumbrados ciertos sectores de esta sociedad.
Es evidente que la educaci¨®n y la cultura nos hacen m¨¢s libres, bien es cierto, que esto es as¨ª cuando se ejercen en libertad tanto en su acceso como en su interpretaci¨®n. No obstante, en nuestras sociedades modernas nos empe?amos en girar o viciar una cosa y otra, lo que provoca una sociedad en la que la mayor parte de sus individuos no tienen, o no pueden tener, o no saben tener, un criterio propio ante la realidad que les rodea, y esto les hace que, las m¨¢s de las veces, se posicionen o a favor o en contra de algo sin un juicio previo que les haga tener opini¨®n propia. Esto nos hace que tengamos una sociedad incapaz de valorar lo que de bueno pueda venir de aquellos que no comparten la mayor¨ªa de su pensamiento, dando lugar a crispaci¨®n y frustraci¨®n, en lugar de generar espacios de di¨¢logo y desarrollo personal y social.
La educaci¨®n es el ¨¢mbito social que repercute m¨¢s directamente en el desarrollo de una sociedad, puesto que desde ¨¦l se forma a los ciudadanos, tanto del presente como, y en especial, del futuro. Hay sindicatos, como la FETE-UGT, que son herederos de una larga y dilatada historia que nos dice que adem¨¢s de la defensa de los trabajadores de la ense?anza tienen un proyecto social fundamentado en valores humanistas del que emana nuestra concepci¨®n de la educaci¨®n. Esto es imprescindible tenerlo muy claro pues, siendo conscientes de la evoluci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas en todos los ¨¢mbitos y de la forma tan sobresaliente en que afectan a la evoluci¨®n de las sociedades modernas, debemos ser capaces de evolucionar sin perder nuestras se?as de identidad.
Sin embargo, hay otras organizaciones sindicales o empresariales con bastante menos historia que la antes mencionada, aunque con notable presencia en nuestra sociedad, que su mensaje no deja de sorprender las m¨¢s de las veces, siendo incluso en algunas ocasiones contradictorio. De igual modo, han descuidado su responsabilidad, que supone negociar propuestas de mejora para los trabajadores y trabajadoras en un marco de solidaridad y justicia social, para algo se firman los Acuerdos de Concertaci¨®n Social. Por tanto, en algunas ocasiones, al utilizar los medios que nuestra sociedad tiene para establecer el di¨¢logo social (Organismos de Mediaci¨®n promovidos por las diferentes administraciones, confederaciones de empresarios y las centrales sindicales confederales UGT y CC OO), se entra en un juego perverso. Ya que en ocasiones cuando plantean la intervenci¨®n de estos medios en el marco de un conflicto de negociaci¨®n, m¨¢s que querer establecer o restablecer un espacio de encuentro que permita el di¨¢logo entre partes con motivo de un acercamiento que posibilite soluciones pactadas, parece que quisieran encontrar la coartada para el conflicto social.
As¨ª, la mayor¨ªa de las veces sus propuestas rayan el disparate. No obstante, resulta que algunas de esas veces por circunstancias, esos casi-disparates, han conseguido abrir de forma inesperada algunas puertas. En esas ocasiones se ponen muy nerviosos e intentan modificar las reglas del juego para generar desconfianza y provocar el conflicto, como si ¨¦ste fuera su h¨¢bitat natural.
El sindicalismo de clase en el ¨¢mbito de la Educaci¨®n tiene un serio reto en la actualidad, en estos momentos precisamente es cuando menos debemos renunciar a nuestros principios de solidaridad, equidad y justicia social, aspectos que nos suelen diferenciar de los sindicatos gremiales que se convierten en meros gestores de mejoras salariales y laborales sin mirar el contexto social en el que se plantean y que nos hacen ser m¨¢s individualistas e insolidarios en nuestra sociedad con un mensaje perverso que habla de reparto de la riqueza, y que normalmente se consigue entre los que m¨¢s tienen, por todo ello deberemos saber c¨®mo hacer llegar nuestro mensaje de forma clara y coherente a los trabajadores y trabajadoras del sector.
Igualmente nuestra coherencia y nuestra sinceridad debe prevalecer en nuestra acci¨®n sindical y en nuestro trabajo en la negociaci¨®n colectiva.
Y sin embargo, la Educaci¨®n y sus profesionales est¨¢n por encima de problem¨¢ticas que no tengan que ver con el dif¨ªcil, pero apasionante, d¨ªa a d¨ªa. Es por ello, que tanto a unos como a los otros esta sociedad les debe un respeto.
Francisco Beltr¨¢n S¨¢nchez es secretario de Ense?anza Privada de UGT Andaluc¨ªa.
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