El historiador Michael Burleigh explora la religi¨®n pol¨ªtica en la Europa moderna

La f¨®rmula religiosa trasladada a la arena pol¨ªtica. Ritos, dogmas y ceremonias de reg¨ªmenes seculares o abiertamente religiosos que el historiador brit¨¢nico Michael Burleigh rastrea en el periodo comprendido desde la Revoluci¨®n Francesa hasta la I Guerra Mundial, en su nuevo libro, Poder terrenal (Taurus). Arte, literatura, sociolog¨ªa y pol¨ªtica se mezclan en las p¨¢ginas de esta investigaci¨®n, cuyo tema parte, en cierta medida, de su anterior obra, El Tercer Reich, en la que abord¨® el r¨¦gimen nazi entendido como un culto religioso.

"Yo le recomendar¨ªa que se dejase usted crucificar y resucitase al tercer d¨ªa". La respuesta del abad Talleyrand al conde Saint-Simon, que le ped¨ªa consejo con el fin de aumentar el n¨²mero de conversos a su causa, es uno de los m¨²ltiples episodios que Michael Burleigh recoge en su singular an¨¢lisis de las relaciones entre religi¨®n y pol¨ªtica en Europa desde la Revoluci¨®n Francesa hasta el comienzo la I Guerra Mundial.

El Estado jacobino, la Restauraci¨®n, la relaci¨®n entre mesianismo-nacionalismo y el papel de la Iglesia durante el nacimiento de las sociedades industriales son algunos de los temas que aborda el autor de El Tercer Reich en este nuevo estudio. Literatura, arte, filosof¨ªa e historia forman parte del examen poli¨¦drico que el historiador brit¨¢nico desarrolla en las m¨¢s de 500 p¨¢ginas de Poder terrenal. "El libro es mucho m¨¢s complejo que un simple an¨¢lisis de la pol¨ªtica disfrazada de religi¨®n, no se trata tampoco de buscar simplemente los or¨ªgenes de los totalitarismos del siglo XX, trato decenas de temas. No soy un monomaniaco", bromeaba el autor durante su paso por Madrid esta semana. Feliz ante la buena acogida que el libro est¨¢ teniendo en el Reino Unido, Burleigh se paseaba con un enorme dosier bajo el brazo con todas las rese?as aparecidas en la prensa. Agn¨®stico declarado -"una de las cosas que hace interesante este libro es precisamente que yo no soy religioso; ?qu¨¦ sentido tendr¨ªa si lo hubiera escrito un obispo?"-, explic¨® divertido que ha abandonado la docencia por el periodismo.

Burleigh justifica su decisi¨®n de iniciar esta obra con la Revoluci¨®n Francesa en los 18 meses que pas¨® leyendo para poder empezar a escribir sobre este periodo. "No quise irme m¨¢s atr¨¢s porque lo hubiera complicado todo, se habr¨ªa perdido el foco". En la introducci¨®n menciona a Tocqueville como uno de los primeros pensadores que identific¨® el concepto de religi¨®n pol¨ªtica, sobre el que trabajaron en condiciones precarias en la d¨¦cada de los treinta Franz Werfel, Eric Voeglin o Fritz Gerlich, entre otros.

Poder terrenal examina el papel de las religiones civiles y la influencia de las ideas cristianas -rechaza totalmente el t¨¦rmino judeocristiano "fabricado en los setenta"- en los nacionalismos. "Es la misma idea de pueblo elegido. Esto surge en la Francia jacobina cuando hubo que transformar a los campesinos en franceses".

A pesar de que considera que la secularizaci¨®n ya ha llegado -"curiosamente, en los a?os sesenta con los c¨®mic femeninos, dirigidos a las mujeres que hasta entonces hab¨ªan ejercido como transmisoras de la religi¨®n"-, Burleigh reconoce que "hay religi¨®n oculta en todas partes". ?Es su libro una advertencia contra el fundamentalismo laico? "Un claro ejemplo reciente de ello ha sido lo ocurrido con el veto a Buttiglione por sus creencias personales". Confeso admirador de Ruppert Murdoch -"consigui¨® aplastar a los sindicatos"- y del escritor Michel Houellebecq, Burleigh se define a s¨ª mismo como "un liberal de derechas" y se muestra partidario de que la religi¨®n se imparta en la escuela. "Obviar el cristianismo implica una distorsi¨®n total de la historia. Es desastroso pensar que los escolares brit¨¢nicos no entender¨ªan ni la mitad de los cuadros del Prado porque no conocen la mitolog¨ªa, ni la otra mitad porque no se les ha ense?ado historia sagrada".

Burleigh prepara ya una segunda parte de este libro en la que tratar¨¢ el siglo XX. Se muestra preocupado por la "cruzada" emprendida en Irak y asegura que en El agente secreto, de Joseph Conrad, se encuentran "todas las claves para entender lo ocurrido el 11-S".