Humedales en alerta
Ornit¨®logos, arroceros y cazadores juzgan excesiva la alarma por gripe aviar
A finales de la pasada semana ya se hab¨ªan concentrado en las marismas del Guadalquivir unas 200.000 aves acu¨¢ticas, migradoras que, llegadas desde el norte del continente europeo, se preparan para pasar el invierno en este humedal. La cifra seguir¨¢ creciendo en las pr¨®ximas semanas hasta alcanzar el medio mill¨®n de individuos. La cantidad suele ser m¨¢s o menos estable todos los a?os, pero no as¨ª la distribuci¨®n, ya que las aves se instalaran en unos lugares u otros en funci¨®n del agua que encuentren.
Debido a las escasas precipitaciones de los ¨²ltimos meses, los niveles de inundaci¨®n en el interior del Parque Nacional de Do?ana son muy reducidos, por lo que las aves tienden a diseminarse buscando zonas encharcadas que, en estas circunstancias de sequ¨ªa, suelen coincidir con fincas en donde se mantienen ciertos aprovechamientos que obligan a mantener l¨¢minas de agua permanentes, como ocurre en los arrozales, salinas o cultivos acu¨ªcolas.
La concentraci¨®n de especies silvestres migradoras en determinados humedales del pa¨ªs, y su capacidad potencial para trasladar el virus de la gripe aviar, oblig¨®, el pasado d¨ªa 24, a declarar "zonas de riesgo" este tipo de enclaves, una decisi¨®n del Ministerio de Agricultura. Bajo esta denominaci¨®n quedaron incluidos la pr¨¢ctica totalidad de los humedales que se reparten por la comarca de Do?ana (Sevilla-Huelva-C¨¢diz), adem¨¢s del Parque Natural de la Bah¨ªa de C¨¢diz, el canal del Guadaira (Sevilla) y el Paraje Natural de las Marismas del Odiel (Huelva). Es muy posible que la lista se incremente a lo largo de esta semana con nuevos humedales andaluces, repartidos entre varias provincias, en los que tambi¨¦n se han localizado importantes concentraciones de aves migratorias.
Lugares insalubres
Aunque destacan el valor de las medidas preventivas, algunos colectivos, particularmente vinculados a estos territorios, juzgan excesiva la alarma social que se ha generado en torno a esta cuesti¨®n. De nuevo aparece el fantasma de las zonas h¨²medas como lugares insalubres, consideraci¨®n que en el siglo XIX y comienzos del XX, cuando el paludismo a¨²n estaba presente en este tipo de ecosistemas, provoc¨® la desecaci¨®n y destrucci¨®n de muchos de estos espacios.
?ste es un fantasma que, en el caso de Do?ana, y al margen del impacto que est¨¢ causando en el sector av¨ªcola, puede terminar afectando al turismo de naturaleza que, en los ¨²ltimos a?os, se ha convertido en un recurso econ¨®mico de cierta importancia.
A juicio de la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO), la medida adoptada por el Ministerio de Agricultura responde a las exigencias de Bruselas, y conviene matizar que "los humedales espa?oles son absolutamente seguros para los seres humanos y no existe absolutamente ning¨²n riesgo para la salud en ellos o en su entorno". En opini¨®n de este colectivo conservacionista, los lugares en donde se han detectado hasta ahora casos de gripe aviar se encuentran muy alejados de las rutas migratorias habituales que siguen las aves que recalan en territorio espa?ol, "por lo que la posibilidad de llegada de un ave acu¨¢tica infectada se puede considerar remota".
A¨²n en el hipot¨¦tico caso de que esta circunstancia se produjera, advierten los ornit¨®logos, "el riesgo para la salud humana es nulo, dado que los pocos contagios que se han documentado hasta ahora han ocurrido tras un estrecho contacto con animales enfermos". Los ornit¨®logos, adem¨¢s, insisten en que no est¨¢ muy claro el papel que desempe?an las aves migratorias en la expansi¨®n del temido virus H5N1, por lo que convendr¨ªa "quitarles protagonismo" y concentrar los esfuerzos de prevenci¨®n en el control de las importaciones de aves ex¨®ticas, sobre todo las ilegales, y la correcta informaci¨®n a los turistas que piensan visitar el sudeste asi¨¢tico, ya que "pueden traer el virus en la ropa o en los zapatos y as¨ª contagiar a las aves dom¨¦sticas europeas".
En coincidencia con los criterios que viene defendiendo la OMS, la FAO y la Organizaci¨®n Mundial para la Salud Animal, la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa se opone a cualquier propuesta que conduzca al sacrificio de aves silvestres, ya que una medida de esta naturaleza, adem¨¢s de ser muy dif¨ªcil de ejecutar y poco pr¨¢ctica, podr¨ªa agravar la situaci¨®n "ya que los animales supervivientes se dispersar¨ªan a nuevas ¨¢reas y las aves sanas se estresar¨ªan y se volver¨ªan m¨¢s propensas a la infecci¨®n". Id¨¦nticos inconvenientes aparecer¨ªan si la estrategia se basara en la desecaci¨®n de los humedales y, adem¨¢s, en este caso las consecuencias ser¨ªan desastrosas para la conservaci¨®n de estos espacios y la fauna que albergan.
sandoval@arrakis.es
Los mejores vigilantes
Las infecciones en humanos que se han producido en el sudeste asi¨¢tico aparecen asociadas, en todos los casos, a un contacto estrecho con aves dom¨¦sticas aquejadas de gripe aviar en su variante (H5N1) m¨¢s agresiva. Por tanto, en el peor de los casos, concluyen los ornit¨®logos, habr¨ªa que extremar las precauciones en lo que se refiere al contacto "cercano y excesivo" con aves silvestres muertas o enfermas, y con sus secreciones o excrementos. Este tipo de cautelas son las que tendr¨¢n que tener presentes los anilladores, dedicados al marcaje con fines cient¨ªficos de numerosas aves, y los cazadores, que en esta ¨¦poca concentran su actividad.
Parad¨®jicamente, ambos colectivos son, al mismo tiempo, excelentes informadores por cuanto pueden operar como un sistema de alerta temprana, comunicando a las autoridades cualquier circunstancia an¨®mala que adviertan. Precisamente la Federaci¨®n Espa?ola de Caza tambi¨¦n se ha pronunciado sobre este problema, admitiendo que "los cazadores pueden estar dentro de los grupos de riesgo por la caza de aves migratorias", pero que, a¨²n as¨ª, "las posibilidades de contagio son muy remotas". Lejos de prohibir las actividades cineg¨¦ticas en los humedales, desde la federaci¨®n se?alan que "debe permitirse la caza, realizando controles de capturas para comprobar el estado sanitario de las aves". Adem¨¢s, "con gripe aviar y sin ella, los cazadores, y cualquier otra persona en contacto con aves silvestres, debe tomar las medidas higi¨¦nicas b¨¢sicas tras la manipulaci¨®n de estos animales, como lavarse bien las manos". La Federaci¨®n de Arroceros de Sevilla tambi¨¦n se ha sumado a los colectivos que lamentan "la alarma innecesaria que se ha instalado en la sociedad".
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