Un rayo de solidaridad futbol¨ªstica
Medio millar de inmigrantes presencia gratis un partido del equipo vallecano, que organiz¨® una campa?a por la integraci¨®n
V¨ªctor Hugo Pacheco, ciudadano ecuatoriano, decidi¨® abandonar su ciudad natal, Quito, para venir a Espa?a en busca de un futuro mejor. Trabaja de chapista en un taller y ayer hac¨ªa cola en el estadio Teresa Rivero de Vallecas porque le hab¨ªan invitado a presenciar el duelo de Segunda B que enfrent¨® al Rayo Vallecano con el Vecindario, y que acab¨® en empate a uno. No le hab¨ªa invitado su jefe, ni un amigo. Lo hab¨ªa hecho el Rayo Vallecano, que abri¨® las puertas de su estadio de forma gratuita a unos 500 inmigrantes. Igual que V¨ªctor, todos hab¨ªan aceptado la invitaci¨®n. S¨®lo ten¨ªan que presentar su pasaporte o la tarjeta de residencia para poder disfrutar del encuentro.
"?El Rayo, por la integraci¨®n!", era el lema de la campa?a que promovi¨® la Fundaci¨®n del Rayo Vallecano, que preside Teresa Rivero, para integrar a los miles de inmigrantes que viven en Vallecas y de paso crear afici¨®n para que la gente vaya al campo a ver los partidos. "Queremos contribuir en todo lo posible a esta adaptaci¨®n, y qu¨¦ mejor forma que el f¨²tbol para lograrlo", cuenta Tom¨¢s Mor¨¢n, gerente de la Fundaci¨®n. Esta medida ya se adopt¨® en el anterior partido de Liga que jug¨® el Rayo frente al Lanzarote, pero entonces s¨®lo acudieron 150 personas.
"Fue por falta de informaci¨®n. La gente no se enter¨® porque no se hizo la publicidad necesaria. Pero hoy [por ayer] est¨¢ much¨ªsimo m¨¢s animado", dice Mor¨¢n sujetando el m¨®vil y controlando con el rabillo del ojo a la gente que va accediendo al estadio.
"No me he enterado del cambio de hora y llevo aqu¨ª m¨¢s de dos horas esperando para entrar. Nunca he estado en un campo de f¨²tbol en Espa?a y tengo muchas ganas de ver el partido", afirma V¨ªctor, que no es el ¨²nico que ha tenido que esperar por el "dichoso" cambio de hora. Colombianos, costarricenses, peruanos, pero sobre todo ecuatorianos, que es la colonia m¨¢s numerosa de inmigrantes en Vallecas, esperan impacientes en la cola para entrar. Jos¨¦, un espa?ol de 80 a?os, pregunta qu¨¦ es lo que pasa y, cuando se entera, espeta: "?Pero qu¨¦ inmigrantes, si somos todos iguales!".
Luis Tur¨¦gano, jefe de una de las zonas del estadio, controla que todo vaya bien y avisa a la gente para que saquen los objetos met¨¢licos. "Ten¨ªamos miedo por lo que pudieran llevar. Navajas y cosas por el estilo. Pero la verdad es que la gente ha respondido estupendamente y no hemos tenido ning¨²n problema", asegura orgulloso Tur¨¦gano. En ese momento, un ecuatoriano se le acerca t¨ªmidamente. Le explica que no ha tra¨ªdo su pasaporte y le muestra su abono transporte como salvoconducto. El encargado de seguridad no pone objeci¨®n alguna. Otra cara de felicidad. Porque ayer todos estaban contentos y sonre¨ªan.
Sobre todo cuando acced¨ªan al estadio despu¨¦s del control y el registro de mochilas. All¨ª les recib¨ªa Nelson S¨¢nchez, distribuidor de la revista Lazo Latino, para regalarles un p¨®ster de la selecci¨®n de Ecuador. "Como Ecuador se clasific¨® para el Mundial y ven¨ªan muchos ecuatorianos a ver el partido, mi jefe decidi¨® hacer los carteles y regalarlos", justifica Nelson.
Los equipos saltan al terreno de juego y la gente acelera el paso para ir buscando asientos. Hay media entrada en el campo y los aficionados comienzan a animar al Rayo. En el fondo sur, la pe?a de los Bucaneros les recibe con una pancarta bajo el lema Las gradas unen, el racismo divide. Se escuchan los primeros c¨¢nticos desde la grada: "A por ellos oe, a por ellos oe...".
Pero la alegr¨ªa se convierte en decepci¨®n cuando el delantero del Vecindario Ciani marca gol en el minuto 18. "?Vamos Rayo!", grita Mauricio, un ecuatoriano que ha venido a ver el partido con su hermano y unos amigos. Los minutos pasan, el Rayo no termina de encontrar su juego y el ¨¢rbitro pita el descanso.
Carmen Lovelle, vicepresidenta del Rayo, salta al terreno de juego para comenzar un sorteo de regalos. Todos los socios y los aficionados que compran una entrada reciben una papeleta que les da derecho a participar. Se reparten tres premios. Uno de 6.000 euros, otro de 3.000 y un tercero de 1.500. La ¨²nica pega es que el importe se abona con productos de una marca de chocolates. "Como dejan entrar gratis a los inmigrantes el club nos da esto a cambio. Que les dejen entrar est¨¢ muy bien, pero a los que somos socios de toda la vida nos deber¨ªan regalar tambi¨¦n entradas", opina Eleuterio S¨¢nchez, socio del Rayo desde hace cinco a?os. Santi, otro socio, coincide con Eleuterio y asegura que tambi¨¦n quiere que la directiva del club tenga "alg¨²n detalle".
En la segunda parte, el Rayo domina el encuentro pero no encuentra el gol. El Vecindario se limita a esperarle atr¨¢s y a perder el tiempo. La derrota est¨¢ servida, pero a tres minutos del final Armentano logra igualar. Las gradas estallan de alegr¨ªa. "Nunca hab¨ªa visto un partido de f¨²tbol y me lo he pasado genial", comenta una ni?a agarrada del brazo de su padre. "El empate est¨¢ bien pero tendr¨ªamos que haber ganado", declara otro aficionado.
"Es incomprensible que tengamos que tener una mala noticia para reaccionar", afirma con cara de pocos amigos M¨ªchel, entrenador del Rayo, en la sala de prensa. Tambi¨¦n opina sobre la campa?a lanzada por el club: "Me parece fenomenal. Dentro de las posibilidades para que la gente venga a Vallecas, primero pasa por que el equipo juegue bien. As¨ª la gente vendr¨¢ al campo. Despu¨¦s, si conseguimos que los inmigrantes tengan un equipo de f¨²tbol en Espa?a y ese sea el Rayo, perfecto".
Liga multicultural
La presidenta del Rayo Vallecano, Teresa Rivero, fue clara a la conclusi¨®n del partido: "Creo que la iniciativa era muy buena y deber¨ªa haber venido m¨¢s gente. Yo esperaba a unas 3.000 o 4.000 personas", dijo Rivero.
La presidenta del Rayo no estaba muy contenta con el partido que realiz¨® su equipo, pero ella sigue dispuesta a luchar por la integraci¨®n. "Seguiremos tomando medidas", coment¨®.
Una de ellas la tomar¨¢n el 17 de noviembre. La Fundaci¨®n Rayo Vallecano y la Asociaci¨®n Amistad firmar¨¢n un convenio dentro de esta campa?a de integraci¨®n. Los 257 equipos ecuatorianos que juegan en Vallecas su propia Liga participar¨¢n en un campeonato con otros equipos del sur de Madrid. "Queremos que jueguen ecuatorianos, espa?oles, marroqu¨ªes, colombianos... Todos juntos. El mi¨¦rcoles he quedado con el director general de inmigraci¨®n de la Comunidad de Madrid para definir y organizar el proyecto de la zona sur", explica Tom¨¢s Mor¨¢n, gerente de la Fundaci¨®n Rayo Vallecano.
Para que el sue?o se trasforme en realidad, el Rayo va a construir un campo de f¨²tbol de c¨¦sped artificial en los aleda?os del estadio para que puedan "disfrutar" todos con ¨¦l.
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