Las palomas y la amenaza de gripe aviar

En estos d¨ªas, se est¨¢ reiterando en Europa que el verdadero peligro de que el contagio a humanos se d¨¦ en nuestra avicultura, se encuentra en los gallineros no industriales al aire libre con poco rigor en las medidas de limpieza e higiene. Es decir, en esos gallineros familiares minifundistas en donde los excrementos conviven diariamente con las personas que se ocupan de esos corrales.

Pero para que exista el contagio a humanos ha de existir previamente el virus de la gripe aviar en nuestras aves (gallinas, pollos, patos, pavos, sin excluir las llamadas aves de caza). Para que se d¨¦ tal supuesto, el virus ha de venir del exterior, penetrar en nuestra avicultura y producir el contagio, primero de las aves, y despu¨¦s la de los humanos en malas condiciones de higiene. Por ello, en algunos pa¨ªses de la Uni¨®n Europea se ha prohibido la importaci¨®n de aves provenientes de pa¨ªses con casos identificados de gripe aviar, incluy¨¦ndose los p¨¢jaros ex¨®ticos.

Se ha se?alado tambi¨¦n la urgencia en establecer "cordones sanitarios" en algunos lugares de concentraci¨®n de estos animales que se encuentran en zonas h¨²medas, como el Parque de Do?ana, a t¨ªtulo de ejemplo, porque son sitios de recepci¨®n temporal de aves migratorias.

?Y las palomas? El padre de Picasso las pint¨® en el Parque de M¨¢laga y su hijo hizo de ellas el s¨ªmbolo de la paz. Abundan en numerosas ciudades. Son de los pocos animales con los que los ni?os urbanos comienzan a despertar a los misterios de la naturaleza y con los que la tercera edad distrae sus horas en parques y jardines. Sabemos del efecto nocivo de sus excrementos para monumentos hist¨®ricos, estatuas y edificios. ?Acaso las palomas no viven al aire libre y sus excrementos rozan cada d¨ªa el calzado de los ciudadanos, ya sean ni?os, j¨®venes, adultos o ancianos? ?Constituyen una hipot¨¦tica amenaza de propagaci¨®n de la gripe aviar estas inefables y pac¨ªficas palomas? De ser as¨ª, las autoridades p¨²blicas, como primera medida, tendr¨¢n que desplegar tit¨¢nicos esfuerzos para limpiar todos y cada uno de los excrementos de estas palomas, all¨ª donde se encuentren, y sanear con rigor sistem¨¢tico los parques y jardines que son su medio natural, siendo inimaginable concentrarlas en granjas cerradas. Y me temo que la soluci¨®n, en este caso concreto y en relaci¨®n con la gripe aviar, es m¨¢s compleja.