El Betis conquista el Everest

Un equipo hecho trizas que llevaba un tiempo a la deriva le dio un revolc¨®n al reputad¨ªsimo Chelsea, el gran coco del f¨²tbol mundial. Contra todo pron¨®stico, el Betis, que estaba al borde del abismo, se impuso a un conjunto que circulaba por su Liga y la europea como una apisonadora, como un rodillo. Toda una gesta para el Betis, que no s¨®lo fue capaz de imponerse a un rival que lleg¨® a Heli¨®polis con la etiqueta de invencible, sino que lo hizo en unas circunstancias extremadamente adversas. No cabe mayor infortunio: en dos minutos, la camilla se llev¨® a la enfermer¨ªa a Nano, primero, y a Oliveira, despu¨¦s. Cualquiera hubiera entregado la cuchara, pero el Betis encaj¨® el golpe de forma encomiable. Serra Ferrer retoc¨® una defensa que ya de por s¨ª estaba remendada. Sin tiempo para enhebrar el nuevo mecano, el Betis perdi¨® a su gran goleador. Se rompi¨® Oliveira y el trueque fue m¨¢s sencillo: irrumpi¨® Dani, un futbolista con los huesos astillados que juega de forma tan acalambrada que parece tener pulgas bajo la camiseta. Dani, el h¨¦roe de la ¨²ltima final copera, fue fiel a su cita tremendista con el f¨²tbol. El chico es un tiro al aire: o se rompe de forma cruel (lleva tres operaciones de rodilla) o da la vuelta al ruedo. Anoche, con un cartel de lujo, el destino le hizo un gui?o. Sin haber calentado siquiera, su primer encuentro con la pelota termin¨® con la imbatibilidad del Chelsea en la Liga de Campeones. Un tanto magn¨ªfico, por la visi¨®n de Capi para descubrir la llegada de Edu al punto de penalti y el pillo amago de ¨¦ste para dejar rodar el bal¨®n hasta los pies de Dani, que emboc¨® ante Cech.

Lejos de acomplejarse por la jerarqu¨ªa rival, los b¨¦ticos se tomaron el duelo como un acto de fe

El gol del Betis no fue casual. Lejos de sentirse acomplejado por la jerarqu¨ªa del contrario, el equipo sevillano se tom¨® el partido como un acto de fe. De entrada expuso m¨¢s que su rival, al que le hizo jugar en una baldosa. Serra Ferrer adelant¨® su defensa y los centrocampistas del Chelsea, caso de Essien y Makelele, m¨¢s reconocidos por estar forrados de acero que por su destreza con los pies, se sintieron incomod¨ªsimos para dar salida al juego. En el Chelsea, de esa cuesti¨®n se encarga Lampard, pero nadie en el equipo londinense encontraba una rendija por la que conectar con ¨¦l. Desactivado Lampard, tampoco Cole y Robben daban con la tecla. Al Chelsea no le quedaba otra que esperar el baj¨®n f¨ªsico del Betis y mientras jugar con el martillo entre los dientes. Una f¨®rmula que el equipo de Mourinho domina a la perfecci¨®n; pero anoche el Betis, que tiene mucho menos m¨²sculo, expuso el mismo coraje que el equipo ingl¨¦s.

Tambi¨¦n hubo alguna dosis de f¨²tbol de enjundia, con Rivera, el m¨¢s enjuto de los protagonistas, a los mandos. De forma sobresaliente, el pivote b¨¦tico supo remar frente al muro de hormig¨®n que forman Makelele y compa?¨ªa. Pero Rivera tuvo el ingenio suficiente como para evitar el cuerpo a cuerpo y dar carrete a todo su equipo. Sobre todo en la primera mitad, en la que el Betis estuvo siempre un pelda?o por encima del cuadro ingl¨¦s, que s¨®lo se estir¨® con el marcador en contra. Y cuando el Chelsea da un paso al frente no es un equipo de fogueo. Se trata de un club capaz de alistar en la Champions a su tercer delantero centro, caso de Gudjohnsen, a la cola de Drogba y Crespo. Sin embargo, pese a su fabulosa n¨®mina, por momentos el Chelsea result¨® un equipo vulgar, impresi¨®n que ya ha causado m¨¢s de una vez cuando vuela al continente. Como en Barcelona, el pasado curso en el Camp Nou. Un defecto que le hace m¨¢s vulnerable de lo que delata su chequera.

Apremiado el Chelsea, apareci¨® Contreras, que salv¨® varios remates con mucho picante. El empuj¨®n ingl¨¦s hizo recular al Betis, que se vio m¨¢s sometido durante el ¨²ltimo tramo, cuando Mourinho, que tiene el mejor banquillo del planeta, cambi¨® el arsenal. El d¨ªa que no est¨¢ acertado Cole, pues apuesta por Wright-Phillips. Si Robben est¨¢ aturdido, siempre queda el recurso de Duff. Y si Gudjohnsen se pierde, emerge Drogba. Una marabunta que el Betis supo contener cuando el Chelsea meti¨® una sexta marcha al partido. Obligado a resguardarse en la trinchera, el equipo andaluz resisti¨® como pudo. Ya con Rivera vaciado y con jugadores apenas rodados este curso que pagaron el esfuerzo -Dani y Capi, por ejemplo- pocas alternativas le quedaban. Siempre puede aparecer Joaqu¨ªn, y m¨¢s a la contra, pero ya se sabe que el extremo no siempre es puntual.

Exigido al m¨¢ximo por un equipo al que este a?o s¨®lo el Charlton, por penaltis y en un torneo menor como la Copa de la Liga inglesa, hab¨ªa logrado someter, el cuadro verdiblanco logr¨® mantener el tipo hasta el final. E incluso, por una vez en la noche, la ruleta de la fortuna estuvo de su lado, como en un remate de billar de Essien que hizo carambola en los dos postes de Contreras. El Betis ya hab¨ªa pagado el infortunio de las lesiones del primer tramo. Dos azotes de los que supo sobreponerse con la entereza suficiente como para tumbar, en el momento m¨¢s inesperado, a un equipo con tantos galones. M¨¢s que ganar un partido, el Betis conquist¨® el Everest.