I?aki Arteta da voz en 'Trece entre mil' a las "v¨ªctimas olvidadas" de ETA
El documental se estrena el pr¨®ximo 11 de noviembre en las salas comerciales
Francisco Mara?¨®n tiene 77 a?os y ha pasado los ¨²ltimos 20 entre la cama y la silla de ruedas. ETA le conden¨® a malvivir inv¨¢lido el 28 de julio de 1985. "A los caballos de carreras cuando se parten una pata los matan. Pues a nosotros, igual. ?Qu¨¦ hago yo en esta vida? Sufrir". Mara?¨®n conduc¨ªa el coche del vicealmirante Fausto Escrigas el d¨ªa que la banda lo ametrall¨® en Madrid. El militar muri¨®, pero su ch¨®fer sobrevivi¨® primero a las heridas y luego "al abandono". Lo cuenta I?aki Arteta, director de Trece entre mil , una historia de "v¨ªctimas olvidadas".
"Contra el terrorismo hay que tener principios claros de apoyo a las v¨ªctimas"
El documental se estrena en las salas el 11 de noviembre tras sus proyecciones en la Seminci de Valladolid, donde consigui¨® el segundo premio de la secci¨®n Tiempo de Historia, y en el marco de los Encuentros de Cine y Derechos Humanos de San Sebasti¨¢n. Trece entre mil "nace de un esp¨ªritu de rebeld¨ªa contra un estado de indiferencia social que dura ya demasiado tiempo, contra la ambig¨¹edad pol¨ªtica y a favor de la memoria y la justicia debida a los que han sufrido en primera persona el desgraciado peso del terrorismo", afirma Arteta.
No hay en su biograf¨ªa ning¨²n episodio traum¨¢tico relacionado con el terrorismo; ning¨²n familiar ni amigo suyo ha sufrido en carne propia el zarpazo de la violencia. "Pero yo nac¨ª el 1 de agosto de 1959 en Bilbao, un d¨ªa despu¨¦s de la creaci¨®n de ETA", explica. "ETA me ha acompa?ado durante toda mi vida hasta el momento. Y, desde muy peque?o, tras m¨¢s de un atentado, he o¨ªdo eso de 'algo habr¨¢n hecho'... Pienso que contra el terrorismo hay que tener principios claros y contundentes de apoyo inequ¨ªvoco a las v¨ªctimas y de alguna manera, como cineasta, me sent¨ªa obligado a hablar de esto".
Arteta ya hab¨ªa reflejado su preocupaci¨®n por las consecuencias de la violencia terrorista en trabajos anteriores. Lo hizo por ejemplo en Material sensible, su primer cortometraje, y en el documental Voces sin libertad, dentro de un mosaico de testimonios que abarcaban m¨¢s aspectos de la sociedad vasca. Por eso ten¨ªa claro que en Trece entre mil ten¨ªa que proponer otra aproximaci¨®n al tema. "Me plante¨¦ contar casos no conocidos, atentados de los ochenta contra polic¨ªas, guardias civiles o algunos pol¨ªticos de la derecha..., los perfiles sociales o profesionales m¨¢s castigados en aquella ¨¦poca. Aunque tambi¨¦n he incluido los testimonios de v¨ªctimas de atentados especialmente dram¨¢ticos por sus consecuencias", cuenta. "Quer¨ªa hacer ver que hasta m¨¢s all¨¢ de los noventa las v¨ªctimas sufrieron adem¨¢s de la violencia el abandono social de una manera incomprensible vista hoy".
La pel¨ªcula, con un presupuesto de 400.000 euros, comenz¨® a gestarse en 2002 pero no se ha culminado hasta la fecha por cuestiones financieras. Se ha rodado con discreci¨®n, con un equipo m¨ªnimo -el director, un periodista, un productor, un operador de c¨¢mara y un t¨¦cnico de sonido- y sin ning¨²n artificio t¨¦cnico. Porque lo que importa en Trece entre mil, lo que desgarra por dentro al espectador, son los testimonios de 13 familias de entre el millar de v¨ªctimas de ETA. Le ocurre incluso a Pedro Mari Baglieto, hermano de Ram¨®n Baglieto -asesinado por la banda en 1980- al escuchar a Mara?¨®n. "Viendo este estremecedor caso tengo casi que agradecer a ETA que haya matado a mi hermano bien muerto y no haya quedado como esta persona. Cada minuto de su vida es una sucesi¨®n de atentados". El ch¨®fer cuenta que le cuida una asistenta porque hace tiempo que no recibe las visitas de sus amigos; cuenta tambi¨¦n que los domingos, cuando ella libra, tiene que quedarse en la cama.
Su testimonio es crudo, como el de la familia de una ni?a asesinada en el atentado a una casa cuartel; el de un guardia civil que vio morir a uno de sus dos hijos mellizos cuando los terroristas hicieron saltar su veh¨ªculo por los aires, o el de un hombre que perdi¨® a su mujer y sus dos hijas en Hipercor. "Me suelen preguntar si perdono", apunta. Pero para eso a uno "le tienen que pedir perd¨®n".
Con las palabras de todos ellos, las im¨¢genes de archivo y el repaso a la hemeroteca, se saca una conclusi¨®n evidente: la sociedad est¨¢ hoy mucho m¨¢s cerca de las v¨ªctimas que hace un cuarto de siglo. Igual que los medios de comunicaci¨®n: una haza?a monta?era merec¨ªa m¨¢s espacio en la portada de un peri¨®dico de 1980 que el asesinato de Baglieto a manos del joven que salv¨® cuando era un ni?o. El atentado lo reconstruyen entre Pedro Mari y Pilar, viuda de Ram¨®n Baglieto y concejal del PP en Azkoitia (Guip¨²zcoa), que tambi¨¦n vive su calvario como cargo electo. Es uno de los pocos testimonios que Artola ha logrado recabar en Euskadi. "Aqu¨ª nos ha sido muy dif¨ªcil encontrar personas dispuestas a contar su historia. Y esto te da la medida de d¨®nde vivimos".
La pel¨ªcula aparece en un momento en el que no deja de hablarse de un proceso de paz. "Creo que sigue siendo oportuna", afirma Arteta. "No est¨¢ dem¨¢s recordar que las v¨ªctimas de hoy exigen lo mismo que hace 30 a?os: memoria, justicia y libertad".
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