Negocios en India

Las TIC -las empresas de la tecnolog¨ªa de la comunicaci¨®n- est¨¢n favoreciendo buena parte del crecimiento industrial de India, y de forma muy especial de las exportaciones: el 75% de los productos que salen son manufacturas: software de ordenadores, productos electr¨®nicos y maquinaria.

Una escuela de turismo catalana se queja de la lentitud de los visados

Un programador de India factura casi tres veces menos que uno de Espa?a

"Un programador inform¨¢tico en Espa?a factura entre 18 y 22 euros la hora. Uno de India, no pasa de 8. Por tanto, est¨¢ claro que cada vez m¨¢s empresas trabajan con t¨¦cnicos inform¨¢ticos indios. Son buenos y emprendedores y sus tarifas nos resultan mucho m¨¢s ventajosas. La ¨²nica pega es que se les puede ir la luz en cualquier momento porque las infraestructuras est¨¢n muy mal". Es el punto de vista de Antxon Pous, de la empresa de mercadotecnia inform¨¢tica Iris Experience, una de las que participaron la semana pasada en la expedici¨®n econ¨®mica a las principales ciudades de India que organizaron la C¨¢mara de Comercio y el Ayuntamiento de Barcelona. Pous habla con la experiencia de trabajar hace un a?o y medio con proveedores indios: "Desde Barcelona se dirige el proyecto y la producci¨®n se externaliza". En este caso, a un inform¨¢tico que trabaja desde Madr¨¢s. El diagn¨®stico de este empresario del sector inform¨¢tico es id¨¦ntico al que realiz¨® el director de Infosys -una de las principales firmas del ramo de Bangalore- al alcalde de Barcelona, Joan Clos: "La programaci¨®n de software en India tiene futuro porque disponemos de mano de obra barata".

El de la inform¨¢tica es uno de los sectores en alza en India, concretamente en la ciudad de Bangalore, en la que hay diseminados varios parques tecnol¨®gicos. Eso s¨ª, con la peculiaridad de estar rodeados de la otra cara de la moneda: mercadillos y barracas. Las TIC -las empresas de la tecnolog¨ªa de la comunicaci¨®n- est¨¢n favoreciendo buena parte del crecimiento industrial de India, y de forma muy especial de las exportaciones: el 75% de los productos que salen son manufacturas: software de ordenadores, productos electr¨®nicos y maquinaria.

Pese a que el Gobierno de India ha introducido diversas medidas para incentivar la inversi¨®n, como vacaciones fiscales y el establecimiento de zonas de promoci¨®n de la exportaci¨®n, la pr¨¢ctica demuestra que el establecimiento de empresas espa?olas en ese pa¨ªs o el incremento de la actividad de los negocios es todav¨ªa m¨¢s bien escasa. "Los que trabajan desde hace cinco o seis a?os en este pa¨ªs lo han hecho asoci¨¢ndose con firmas de India en forma de empresa mixta. Es el caso, por ejemplo, de Ficosa", explica el presidente de la C¨¢mara de Comercio, Miquel Valls. En ese caso, Ficosa levant¨® una planta de producci¨®n de componentes de autom¨®vil -retrovisores, cables- que suministra a Tata, una de las empresas punteras de ese pa¨ªs con m¨¢s de 200.000 empleados. Empezaron hace seis a?os. "La cuesti¨®n en este pa¨ªs es dar con el socio adecuado. Todav¨ªa hay no pocos problemas de administraci¨®n y ciertas pr¨¢cticas proteccionistas propias de econom¨ªas que est¨¢n en proceso de apertura. Por ejemplo, una de las quejas m¨¢s frecuentes es la de los aranceles altos", contin¨²a Valls.

Pero hay m¨¢s problemas: la falta de vuelos directos y la lentitud en la obtenci¨®n de los visados. El ritmo de la concesi¨®n de los pases ha experimentado un notable incremento: de los 9.000 de media de los ¨²ltimos a?os a los 15.000 que se han extendido en 2005, explica el embajador de Espa?a en India, Rafael Conde de Saro. La existencia de mafias que cobran 4.000 euros por un visado falsificado ha hecho extremar las cautelas de la oficina de la Embajada espa?ola, que pr¨®ximamente externalizar¨¢ los tr¨¢mites puramente administrativos para agilizar el proceso. "A veces se nos plantean peticiones de visados para estudiar cursos de posgrado en universidades espa?olas, y en las entrevistas compruebas que eso es una falacia porque no tienen ni estudios elementales", abundan fuentes de la embajada.

Para empresarios e instituciones interesados en el mercado de India esa lentitud se torna, a veces, en un serio obst¨¢culo. Anne Zanatta, directora de relaciones internacionales de la Escuela de Turismo Ceta -adscrita a la Universidad de Girona-, explica que lleva meses esperando que autoricen el visado de dos alumnos para cursar estudios en el centro de Barcelona. Esa escuela est¨¢ desarrollando programas de formaci¨®n de turismo en India, un sector que el pa¨ªs quiere desarrollar en los pr¨®ximos a?os. "Tienen buenas universidades, pero no pasa lo mismo en infraestructuras ni en la formaci¨®n de profesionales del sector, y han tomado como referente la experiencia del sector en Catalu?a y en Barcelona para lo bueno y para lo malo", explica Zanatta. "Trabajamos", a?ade, "con una empresa india que hace una selecci¨®n previa de los alumnos, pero para llevar a cabo los cursos tienen que viajar a Barcelona. Y ah¨ª es donde hay problemas".