Santander concentra a los espa?oles aficionados al 'bookcrossing'
Lectores desconocidos intercambian libros, a trav¨¦s de la Red y en lugares p¨²blicos
Santander reuni¨® durante el pasado puente a los aficionados espa?oles al bookcrossing, la suelta de libros por lugares p¨²blicos, a beneficio de cualquier transe¨²nte que guste de la lectura. Es la segunda reuni¨®n nacional de esta afici¨®n al intercambio de experiencias a trav¨¦s de libros abandonados. El a?o anterior, la reuni¨®n fue en Zaragoza.
A diferencia de muchas otras modas, negocios o p¨¢ginas de Internet, el bookcrossing no va de r¨¦cords. Es una afici¨®n solitaria y solidaria, que consiste en el intercambio de libros, colocados en lugares p¨²blicos -el hueco de un ¨¢rbol, el cigarrero del Caf¨¦ Gij¨®n...- por lectores que, probablemente, nunca se llegar¨¢n a conocer. El bookcrossing -los libros est¨¢n hechos para caminar, es el lema-, a?ade historia y misterio a la vida de un libro.
No hay ning¨²n boom. Es una afici¨®n tan minoritaria, que ni suscita recelos entre la industria del libro que, incluso, a veces colabora. La p¨¢gina internacional de Bookcrossing informa que tiene registrados a 414.009 miembros y 2,4 millones de libros desde 2001, cuando el norteamericano Ron Hornbaker y su mujer Kaori hicieron con el libro lo que tres a?os antes hab¨ªa comenzado a hacerse con seis c¨¢maras de fotos: dejarlas en lugares p¨²blicos del mundo (de Florencia a Kauai), hacer unas fotos y pasar la c¨¢mara al siguiente. En el caso del Bookcrossing, el intercambio es el libro.
En Santander, como en Zaragoza, apenas se juntaron medio centenar de bookcrossers, de las 19.000 personas registradas en la p¨¢gina espa?ola del movimiento. En Cantabria hay 250 militantes. Barcelona, con 3.750, y Madrid, con 2.900 son las ciudades con m¨¢s aficionados a esta actividad l¨²dico-cultural, lo que no significa que sean los lugares donde m¨¢s libros florecen por las calles. En este apartado triunfa Madrid (118 libros), por delante de Albacete, Cuenca y Ciudad Real.
Estatuas, parques, estaciones de metro y universidades son los lugares favoritos para dejar los libros. Los aeropuertos, con la mayor vigilancia policial, han dejado de ser lugares recomendables.
Internautas de unos 90 pa¨ªses han desperdigado libros por sus respectivos territorios. Tambi¨¦n los hay liberados en lugares especiales, como un libro en aguas internacionales. Espa?a, haciendo honor a un pa¨ªs que edita tanto y lee tan poco, es el octavo pa¨ªs con m¨¢s libros liberados, y a buen seguro que despu¨¦s de Santander, donde se liberaron 300 libros, se superar¨¢ a Holanda y a Francia.
PHOTOTAG: www.PhotoTag.org
BOOKCROSSING: www.bookcrossing.com
ESPA?A:
www.bookcrossing-spain.com/agenda/
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