Recuerdos de la unificaci¨®n alemana

El ex canciller alem¨¢n Helmut Kohl, el jubilado patriarca de la democracia cristiana alemana, acaba de publicar a los 75 a?os el segundo tomo de sus memorias, que abarca desde su llegada a la jefatura de Gobierno en 1982 hasta la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y la reunificaci¨®n de Alemania en 1990. Tanto en la conferencia de prensa para presentar el libro en Berl¨ªn como en varios pasajes de las m¨¢s de mil p¨¢ginas de texto, evoca Kohl al ex presidente de Gobierno espa?ol Felipe Gonz¨¢lez, "con quien hasta hoy me une una buena amistad", dice.

Dedica Kohl su libro, igual que el primer tomo publicado hace a?o y medio, "A Hannelore". La esposa de Kohl se suicid¨® el 5 de julio de 2000 en la casa familiar al no poder soportar el sufrimiento provocado por su enfermedad, una extra?a alergia a la luz natural. En el pr¨®logo agradece a su difunta esposa. "Sin su apoyo nunca habr¨ªa transcurrido as¨ª mi vida". Explica que en la carta de despedida Hannelore le pidi¨® que escribiese esas memorias y "sin esa petici¨®n no habr¨ªa seguido".

En el libro habla de su "extraordinaria amistad de largos a?os" con el ex presidente Gonz¨¢lez

No ha sido s¨®lo la petici¨®n de su esposa. Tambi¨¦n ha contribuido a fomentar la furia graf¨®mana de Kohl el deseo de ajustar cuentas con los pol¨ªticos que se atravesaron en su camino y con "la mafia period¨ªstica de Hamburgo". Se refer¨ªa entre otros al semanario Der Spiegel, que durante a?os hizo befa y escarnio del canciller, a lo que ¨¦l respond¨ªa con una eterna negativa a concederles una entrevista.

En su recorrido por la primera mitad de su Gobierno, evoca Kohl con criterio cronol¨®gico los encuentros y reuniones con los pol¨ªticos de su tiempo, sobre todo Fran?ois Mitterrand, Margaret Thatcher, George Bush padre, Mija¨ªl Gorbachov y tambi¨¦n el espa?ol Felipe Gonz¨¢lez, al que se refiri¨® como "altamente estimado".

Dijo tambi¨¦n que Margaret Thatcher era una mujer inteligente, apasionada y con instinto de poder que "no se andaba con cuentos a la hora de defender sus posiciones". Seg¨²n el ex canciller, Thatcher estaba en contra de la unidad de Alemania y "pensaba que dos Alemanias eran mejor que una". Para Kohl, "era sincera y dec¨ªa lo que pensaba". No cree que haya que pedir cuentas a Thatcher si se tiene en cuenta que algunos dirigentes socialdem¨®cratas tampoco estaban convencidos de ello.

Relata Kohl en el libro: "El 1 de enero de 1986 comenz¨® para m¨ª una relaci¨®n especialmente estrecha y una extraordinaria amistad de largos a?os con el presidente espa?ol Felipe Gonz¨¢lez". Accedieron al poder casi a la vez. "Pronto luch¨® a mi lado para el bien de Europa. El hecho de que Espa?a se decidiera en un refer¨¦ndum en 1986 por la permanencia en la OTAN hay que agradecerlo en esencia a su compromiso".

Aunque esto no aparezca en sus memorias, Kohl considera como uno de sus fracasos personales el intento de formar un partido democristiano en Espa?a. A Fraga jam¨¢s le perdon¨® su llamamiento a la abstenci¨®n en el refer¨¦ndum sobre la OTAN. Con el presidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no funcion¨® ni la qu¨ªmica, ni la f¨ªsica. Aznar ha dejado constancia de ello en su ¨²ltimo libro.

El otro pilar del idilio entre Kohl y Gonz¨¢lez se plant¨® en la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn. Relata c¨®mo en una conversaci¨®n telef¨®nica un Gonz¨¢lez "exuberante" felicit¨® a los alemanes. En una reuni¨®n en Estrasburgo en medio de "ardientes batallas verbales", escribe Kohl: "S¨®lo Felipe Gonz¨¢lez y el primer ministro irland¨¦s Charles Haughey estaban sin condiciones a favor de la reunificaci¨®n". En esa misma reuni¨®n Thatcher lleg¨® a decir con ira: "Dos veces hemos vencido a los alemanes y ahora est¨¢n de nuevo aqu¨ª".