Un libro de los libros

Sean cuales sean la naturaleza y el porvenir de la filosof¨ªa, lo cierto es que su v¨ªnculo con la escritura es indisoluble: aunque su necesidad de una transmisi¨®n m¨¢s o menos institucionalizada como ense?anza no sea (para disgusto de pedagogos y bur¨®cratas) del todo eliminable, el ser de la filosof¨ªa reside en sus libros: iniciarse en ella es una tarea inseparable de la de aceptar internarse, con todo lo que ello tiene de fundaci¨®n solemne y de tormento interminable, de descubrimiento emocionante y de dificultad leonina, en las selvas, desiertos y laberintos de obras como la Metaf¨ªsica, de Arist¨®teles; la Cr¨ªtica de la raz¨®n pura, de Kant, o el As¨ª habl¨® Zaratustra, de Nietzsche, por se?alar tan s¨®lo tres casos bien alejados y diversos. Por eso no es una idea descabellada la de reunir, como ha hecho el estudioso italiano Franco Volpi, en tres gruesos vol¨²menes, un cat¨¢logo en el que se rese?a el contenido de los principales textos filos¨®ficos de la tradici¨®n occidental, as¨ª como aquellos otros de tradiciones distintas (¨¢rabe, jud¨ªa, india, china, japonesa) cuya influencia en Occidente ha sido relevante.

Pretender que la lectura de una noticia sobre estas obras sustituya a la lectura de las mismas ser¨ªa, sin duda, tan ilusorio como la confecci¨®n de aquel mapa borgesiano que deb¨ªa cubrir exactamente el territorio que cartografiaba. Pero en una cultura como la nuestra, en la cual no son raros los l¨¦xicos y enciclopedias de autores o de conceptos y t¨¦rminos, pero escasean los relativos a obras, es un empe?o encomiable dotar al estudioso o al curioso de un instrumento que le pueda informar r¨¢pidamente de los detalles esenciales de las obras que constituyen la historia de la filosof¨ªa, incluyendo datos sobre sus ediciones originales y can¨®nicas y un breve perfil biogr¨¢fico de los autores. Ojal¨¢ se cumpla el designio de su director y, en lugar de ser uno m¨¢s de los muchos "libros sobre libros" que pueblan el horizonte de nuestra ¨¦poca alejandrina, esta enciclopedia se convierta en un "libro de libros" que oriente hacia las fuentes insustituibles de nuestra tradici¨®n intelectual.