Azor¨ªn

El exordio de la discusi¨®n del estatuto catal¨¢n ha devuelto a Jos¨¦ Mart¨ªnez Ruiz, Azor¨ªn, al Congreso de los Diputados, en el que tan luminosas cr¨®nicas traz¨® (Impresiones parlamentarias) un siglo antes para el diario Espa?a. Fue un dr¨¢stico nacionalista catal¨¢n quien lo devolvi¨® a la Carrera de San Jer¨®nimo para fortalecer con la prosa de este escritor valenciano su defensa de la diversidad nacional de Espa?a. La obra de Azor¨ªn ha dado mucho de s¨ª en ese sentido, incluso en el contrario. Cualquiera que pretenda afirmar o negar cualquier cosa sobre Catalu?a, incluso sobre la catalanidad de los valencianos, dispone de un amplio repertorio de referencias en sus p¨¢ginas. Las utiliz¨® Joan Fuster para simplificar su asunto (la "unidad profunda"), echando mano de una frase de Una hora de Espa?a', "Catalu?a es Valencia, y es Alicante, y es Mallorca", y lo propio hizo J. Raimundo Bartr¨¦s para declararle "enemigo de Catalu?a" por haber escrito en 1900 en el Madrid C¨®mico, bajo el "hiriente t¨ªtulo" de Hidalgos y Ginoveses, donde, frente a la Catalu?a "burguesa, regateadora del c¨¦ntimo", exaltaba la Castilla "pobre, dadivosa". La vida de Azor¨ªn fue larga y sinuosa, pero la serenidad con la que afront¨® el contraste ib¨¦rico es rectil¨ªnea. Frente a su propia exaltaci¨®n de la Espa?a esencial de p¨ªcaros, lazarillos, boneter¨ªas y alfayates ambulantes, lat¨ªa otra realidad que ¨¦l consign¨® como sustancial en unos t¨¦rminos que hoy podr¨ªan considerarse inconvenientes. Lo hizo en el art¨ªculo La Agricultura, escrito en Torrijos y publicado en 1903 en El Globo. Sentado a una mesa con pegajoso mantel y enojado por una comida tan escasa como indigesta estall¨®: "?Qu¨¦ diferencia entre estos pueblos inactivos de la meseta y los pueblos rientes y vivos de Levante!". A lo que el supuesto comensal castellano con el que compart¨ªa hule contest¨®: "?Como que son dos nacionalidades distintas y antag¨®nicas!". Y a?adi¨®: "Las diferencias entre los espa?oles del Centro y los de las costas saltan a la vista. (...) El problema catalanista, en el fondo, no es m¨¢s que la lucha de un pueblo fuerte y animoso con otro pueblo d¨¦bil y pobre, al cual se encuentra unido por v¨ªnculos acaso transitorios". Claro, que entonces no exist¨ªa la COPE.