"Hay muchas Calcutas en Valencia"
Pregunta. ?ste no es un colegio normal.
Respuesta. Es un colegio de educaci¨®n compensatoria puro y duro. No tenemos un programa de compensatoria para determinados alumnos, sino que nuestros 140 alumnos son alumnos de compensatoria. Necesitan que les compensemos las necesidades de todo tipo que tienen.
P. Los programas no son s¨®lo educativos.
R. No. Si un alumno viene a las nueve de la ma?ana sucio, sin desayunar y la noche anterior no ha cenado porque tiene una familia desestructurada o vive en condiciones muy precarias, nosotros tenemos que compensarle.
P. ?C¨®mo?
R. Tenemos un programa de duchas a las 9 de la ma?ana, donde se duchan de 25 a 30 ni?os que no tienen agua en sus casas. Adem¨¢s, les lavamos la ropa en una lavander¨ªa que hemos montado. Y a continuaci¨®n tenemos un programa de desayunos.
P. ?Qui¨¦nes son los alumnos del Santiago Ap¨®stol de El Cabanyal?
R. Son ni?os valencianos, son vecinos nuestros y que han tenido la desgracia de nacer en una ciudad que est¨¢ muy preparada para la Copa del Am¨¦rica, pero no est¨¢ preparada para darse cuenta de que estos ni?os tienen necesidades b¨¢sicas. Es vergonzoso que en Valencia haya ni?os sin agua en sus casas o no tengan un vaso de leche. Un 70% son gitanos, un 12% inmigrantes y el resto son gente marginal, sin recursos, sin condiciones.
P. ?Este colegio fue siempre as¨ª?
R. No. Esto viene desde hace unos 11 a?os, por las circunstancias del barrio. El Cabanyal empez¨® a quedarse con una poblaci¨®n vieja. Los j¨®venes se iban del barrio, nos quedamos sin ni?os y se quedaron las casas vac¨ªas. Esta gente empez¨® a llegar y a ocupar casas. Este colegio es el resultado de su entorno. Estos ni?os no son de la Luna ni de Marte: viven aqu¨ª.
P. ?Sus familias se implican?
R. Es tambi¨¦n una lucha. Una vez encauzamos el problema de los ni?os nos planteamos el problema de las familias. Nuestro reto es el acercamiento de los padres al colegio con actividades. Hemos montado una escuela de madres a trav¨¦s de un taller de cocina, en la que lo m¨¢s importante es lo que hablamos con ellas mientras aprenden a hacer tartas.
P. ?Colaboran muchas instituciones con ustedes?
R. Contamos con la colaboraci¨®n de los voluntarios de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia. Ayudan en el comedor, a montar talleres de tiempo libre, inform¨¢tica. Y en cuanto a la parte de Consejer¨ªa de Educaci¨®n, les estamos muy agradecidos.
P. ?Qu¨¦ les explica a los alumnos?
R. Siempre les digo que la vida no es f¨¢cil, que les ha tocado vivir en una ciudad muy complicada y que la soluci¨®n para salir de ah¨ª es la escuela y la educaci¨®n.
P. Lo f¨¢cil hubiera sido huir. Usted no lo hizo.
R. Soy maestra por convencimiento. Si mi trabajo como maestra ten¨ªa alg¨²n sentido era qued¨¢ndome aqu¨ª. ?Qu¨¦ satisfacciones me da? Creo que es lo m¨¢s importante que me ha ocurrido porque sin estos ni?os mi trabajo no tendr¨ªa sentido.
P. ?Qu¨¦ le estimula a seguir?
R. Que los alumnos a los 16 a?os entran en talleres ocupacionales, van a vender sabiendo llevar las cuentas mejor que su padre o han conseguido pasar al instituto. Pero no me siento orgullosa de hacer esto, siento verg¨¹enza de que en Valencia se est¨¦n moviendo cifras muy grandes y que aqu¨ª est¨¦n comiendo 28 ni?os de educaci¨®n infantil y s¨®lo 18 tengan beca de comedor del Ayuntamiento de Valencia. Hay muchas Calcutas en Valencia.
EN DOS TRAZOS
Mari Carmen Gans (Valencia, 1959) lleva 22 a?os en el colegio Santiago Ap¨®stol de El Cabanyal, en Valencia, de los que 17 es su directora. Era un colegio de barrio normal que fue transform¨¢ndose, como producto de la cruda realidad en la que vive El Cabanyal, en un centro de educaci¨®n compensatoria "puro y duro", que gracias a ella y a los milagros de los que all¨ª trabajan se ha convertido en mod¨¦lico. Hace dos a?os este colegio dependiente del Arzobispado de Valencia recibi¨® el Premio Nacional de Integraci¨®n de Marginados del Ministerio de Educaci¨®n, que lo reconoc¨ªa como el mejor de Espa?a en integraci¨®n educativa de personas sin recursos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.