"A Schwarzenegger le ha perdido la arrogancia"
EN MUY POCOS MESES, esta multicolor coalici¨®n de 2,5 millones de activistas se ha convertido en la punta de lanza de la ofensiva contra Schwarzenegger. Al frente est¨¢
Gale R. Kaufman, referencia b¨¢sica para los sindicatos y los pol¨ªticos
dem¨®cratas de California. Kaufman asegura que no peca de exceso de confianza, pero tiene en su despacho una botella de champa?a para la noche del martes, cuando espera ver derrotadas las propuestas del gobernador.
Pregunta. ?Por qu¨¦ Schwarzenegger ha perdido tanta popularidad?
Respuesta. Primero, por arrogancia. Arrogancia suya y de sus asesores, que cre¨ªan que cualquier cosa que pusieran ante los votantes, ¨¦stos la iban a apoyar. Tuvo algunos ¨¦xitos al principio, pero no entendi¨® el juego y pens¨®: podemos hacer lo que queramos.
P. ?Y segundo?
R. Creo que no le gusta mucho el trabajo en el despacho; bregar con los congresistas, que son duros de pelar. Le pasaba igual al anterior gobernador. ?Sabe qu¨¦ ocurre?
Es muy dif¨ªcil gobernar este Estado; exige mucha disciplina y una cierta comprensi¨®n de lo que hace funcionar a una Administraci¨®n. ?l era un actor; nunca prest¨® mucha atenci¨®n a la pol¨ªtica.
P. Entonces, ?por qu¨¦ gan¨® hace dos a?os?
R. Porque hab¨ªa una gran irritaci¨®n por los problemas que tenemos, como el presupuesto; la gente se hizo muchas ilusiones pensando que pod¨ªa cambiar las cosas; cuando vio que no, se enfadaron con ¨¦l. Y a muchos les sigue gustando; otra cosa es que no les gusten sus iniciativas o su manera de gobernar.
P. ?No queda nada del optimismo que despert¨®?
R. Incluso a m¨ª, que soy dem¨®crata, no me pareci¨® muy mal
su elecci¨®n. Dijo que iba a superar el partidismo y nombr¨® a muchos dem¨®cratas. Parec¨ªa que era lo que necesit¨¢bamos, que era diferente. Pero no lo era. Las intenciones eran buenas, pero, o dijo cosas para
ser elegido, o lleg¨® aqu¨ª y cambi¨® de
opini¨®n. Sea lo que sea, no es el
mismo de hace dos a?os.
P. ?Qu¨¦ le preocupa a la gente de California?
R. La pol¨ªtica, no mucho; el precio de la gasolina, el de la vivienda y la educaci¨®n. Y la econom¨ªa y las infraestructuras, las autopistas.
Desafortunadamente, no tenemos mucha paciencia; queremos arreglar las cosas r¨¢pidamente. Si el que est¨¢ no lo hace, queremos
a otro que lo intente. Eso es lo que le pas¨® al anterior gobernador,
y ahora es lo que le pasa a ¨¦ste.
P. Si Schwarzenegger pierde
el martes, ?que har¨¢?
R. Es un hombre que nunca ha fracasado en nada, y est¨¢ muy orgulloso de ello. Por otra parte, tiene algo muy particular. Imagine que ganamos; bueno, pues encontrar¨¢ una
forma de decir que ¨¦l no ha perdido. Es incre¨ªble, pero recuerde lo que le digo: lo har¨¢. Ya antes ha intentado convertir una derrota en una victoria, aunque esta vez le ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil.
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