Telef¨®nica se abre camino en Europa
La compra de O2 se llev¨® a cabo con rapidez y discreci¨®n y con el apoyo del Gobierno
Cuando el pasado lunes Telef¨®nica anunciaba la compra de O2 por 26.000 millones de euros estaba dando al mismo tiempo un triple salto mortal en su estrategia: el desembarco en el mercado europeo, la apuesta por el m¨®vil y el fin de la austeridad financiera. La mayor operaci¨®n de la historia empresarial espa?ola, que se ha cerrado en apenas dos semanas, comenz¨® a fraguarse hace siete meses, casi inmediatamente despu¨¦s de sellarse la compra de Cesky Telecom, el antiguo operador p¨²blico checo.
Con la adquisici¨®n del operador brit¨¢nico, el grupo tiene todas las piezas del puzzle colocadas, salvo la ¨²ltima, la que est¨¢ en el centro de Europa. Telef¨®nica ha comprado casi todo lo que se pod¨ªa comprar en Latinoam¨¦rica (la mexicana Pegaso y las filiales de m¨®viles de BellSouth); ha puesto un pie en Europa del Este (Cesky) e incluso se ha atrevido a tomar una participaci¨®n en una compa?¨ªa china (China Netcom). Pero falta Europa, la asignatura pendiente del grupo desde su privatizaci¨®n.
Encima de la mesa hab¨ªa tres candidatos para ser comprados: Bouygues, KPN y O2
Alierta telefone¨® a Zapatero, quien le anim¨® a seguir adelante con la operaci¨®n
Telef¨®nica hab¨ªa intentado entrar en Europa por varias v¨ªas, pero todos los intentos resultaron fallidos El presidente de la compa?¨ªa, C¨¦sar Alierta, no quer¨ªa fallar esta vez y tom¨® las riendas de la operaci¨®n personalmente, a diferencia de las anteriores, que dej¨® en manos de los financieros o los responsables de las filiales, como M¨®viles.
Alierta habla ya en marzo de la necesidad de afrontar compras selectivas y descarta Latinoam¨¦rica o Turqu¨ªa. Hay que entrar en Europa. La teor¨ªa es que en los pr¨®ximos a?os las operadoras de telefon¨ªa lo ser¨¢n de m¨®viles y habr¨¢ un proceso de concentraci¨®n imparable similar al que ha acontecido ya en Estados Unidos. O se entra ahora o luego ya no habr¨¢ oportunidad.
Alierta pide a su equipo presas, pero de caza mayor. Quiere una compa?¨ªa con presencia en los principales mercados, capaz de competir con los gigantes del m¨®vil: la brit¨¢nica Vodafone, la francesa Orange y la alemana T-Mobile. Y, por primera vez desde que lleg¨® a la presidencia, hay barra libre para gastar.
Telecom Italia se descart¨® casi inmediatamente. Demasiado grande, con mucho peso en telefon¨ªa fija y en Latinoam¨¦rica. As¨ª que sobre la mesa del despacho de la planta novena del presidente aparecieron tres nombres: la francesa Bouygues Telecom, la holandesa KPN y la brit¨¢nica O2.
Bouygues no convence porque s¨®lo tiene presencia en el mercado franc¨¦s, y se vuelve la vista sobre KPN, con la que Telef¨®nica ya intent¨® fusionarse en 2000 siendo presidente Juan Villalonga. Tiene un tama?o medio y, sobre todo, 17,9 millones de clientes en Holanda, B¨¦lgica y Alemania. La dificultad aqu¨ª es que el primer accionista del operador es el Estado holand¨¦s, y no quiere que KPN pierda la bandera. Est¨¢ dispuesto a aceptar una fusi¨®n o un canje de acciones, que le d¨¦ capacidad de decisi¨®n en la compa?¨ªa que surja de la operaci¨®n, pero no una compra pura y dura, que es lo que pide Telef¨®nica. Hay contactos pero nunca se llega a negociar.
As¨ª que s¨®lo queda O2. La antigua filial de BT es ideal: rentable, bien gestionada y, sobre todo, con m¨¢s de 24 millones de clientes en Reino Unido, Alemania e Irlanda. Adem¨¢s, su accionariado est¨¢ muy atomizado, no tiene ning¨²n accionista de referencia, lo que agiliza las negociaciones. El escollo es su precio. El inter¨¦s de otros operadores -como Deutsche Telekom y KPN- por hacerse con O2, convenientemente aireado en la prensa, ha disparado las cotizaciones de la operadora, que vale el doble que hace un a?o y medio. Pero Telef¨®nica piensa que si ha enterrado 9.000 millones de euros en las licencias de UMTS (Alemania, Italia, Suiza y Austria), que resultaron ser humo, merece la pena hacer un esfuerzo financiero. As¨ª que en apenas dos semanas se cierra el acuerdo.
Las tres caracter¨ªsticas de la operaci¨®n son su rapidez , el secretismo de las negociaciones y las pocas personas que la decidieron. El mayor desembolso hecho jam¨¢s en Europa se gest¨® en apenas dos semanas. La negociaci¨®n comenz¨® a mediados de octubre y se cerr¨® en la tarde del s¨¢bado, d¨ªa 29. S¨®lo hubo tres reuniones al m¨¢s alto nivel, dos en Madrid y una en Londres. El apret¨®n de manos final se dio en el hotel Ritz de la capital espa?ola.
Por parte de Telef¨®nica, las negociaciones fueron llevadas a cabo por el presidente, C¨¦sar Alierta, el director general de Finanzas, Santiago Fern¨¢ndez Valbuena, y el director general de Desarrollo Corporativo, ?ngel Vil¨¢,un hombre de la vieja guardia que muchos consideran el verdadero cerebro e impulsor de la operaci¨®n. Tambi¨¦n participa como asesor David Jim¨¦nez, de Goldman Sachs. Por parte brit¨¢nica, la voz cantante la lleva Peter Erskine, el consejero delegado, asesorado por el director de Estrategia, Sohail Quadri. Sir David Urculus es presidente no ejecutivo y permanece en un segundo plano. La frase m¨¢s repetida por los negociadores brit¨¢nicos es "fair price" (precio justo).
Paralelamente, los equipos jur¨ªdico y financiero trabajan a marchas forzadas. Telef¨®nica impuso como condici¨®n que esos equipos fueran lo m¨¢s reducidos posible. No quer¨ªa ninguna filtraci¨®n. El secretismo fue total desde el comienzo. La primera precauci¨®n fue dar nombres en clave a las compa?¨ªas en los documentos que se intercambiaron durante las menos de dos semanas que duraron las negociaciones. Telef¨®nica se llam¨® Tauro y O2 pas¨® a ser Orion. Se mand¨® limitar al extremo el env¨ªo de correos electr¨®nicos y el cruce de documentaci¨®n fue siempre en persona. Pero no bastaba. En aras de la discreci¨®n se vet¨® al personal auxiliar. No hab¨ªa secretarias, ni administrativos, ni camareros. Los altos ejecutivos ten¨ªan que acarrear la documentaci¨®n, hacer fotocopias o pedir un taxi.
El Gobierno s¨ª estaba enterado desde el principio, y de primera mano. Durante las negociaciones, Alierta telefone¨® al presidente del Ejecutivo, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, quien le anim¨® a cerrar la operaci¨®n porque coincid¨ªa con el planteamiento de que una empresa como Telef¨®nica tiene que ser fuerte tambi¨¦n en Europa. Telef¨®nica gan¨® su Trafalgar.
Colosal menos para el accionista
Casi todo en la compra de O2 es colosal. Es la mayor operaci¨®n realizada jam¨¢s en Espa?a,la adquisici¨®n m¨¢s importante en Europa pagada en efectivo y la segunda del mundo, s¨®lo superada por la compra de Cingular por AT&T.
El pr¨¦stamo de 27.200 millones de euros que ha pedido Telef¨®nica para financiar la compra es el mayor en los ¨²ltimos cinco a?os.
Gracias a esta adquisici¨®n, Telef¨®nica se convierte en la cuarta compa?¨ªa europea de m¨®viles por clientes, y alcanza 116 millones de abonados en todo el mundo y presencia en todos los continentes, salvo Ocean¨ªa. Y en la cuarta compa?¨ªa de telecomunicaciones del mundo que m¨¢s vale en Bolsa.
Todo gigantesco menos para el bolsillo de los 1,6 millones de accionistas, que han visto c¨®mo, desde el anuncio de la compra, la cotizaci¨®n ha ca¨ªdo cinco sesiones seguidas hasta cerrar el viernes a 12,74 euros, el nivel m¨¢s bajo desde hace un a?o. Tras los descensos de la ¨²ltima semana, Telef¨®nica es el segundo peor valor del Ibex 35 en lo que va de a?o, con una p¨¦rdida acumulada del 8,08%.
Compa?¨ªa y analistas creen que, una vez digerido el impacto inicial, la cotizaci¨®n remontar¨¢ el vuelo. A esa remontada puede colaborar la promesa de que el dividendo anual (0,5 euros por acci¨®n) no se tocar¨¢, y se mantendr¨¢ la recompra de acciones.
Pero, adem¨¢s del dividendo, Telef¨®nica necesita convencer al mercado de que tiene capacidad suficiente para generar recursos que le permitan enjugar una deuda de 55.000 millones de euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Inversiones extranjero
- O2
- Operadores telefon¨ªa
- Licencias telefon¨ªa
- Consejo administraci¨®n
- Telef¨®nica
- Pol¨ªtica exterior
- Cuenta resultados
- Relaciones econ¨®micas
- Tecnolog¨ªa
- Reino Unido
- Comercio internacional
- Telefon¨ªa
- Europa occidental
- Europa
- Telecomunicaciones
- Empresas
- Espa?a
- Relaciones exteriores
- Finanzas
- Econom¨ªa
- Comunicaciones
- Comercio