Ant¨®n, legendario ex futbolista del Oviedo

Cuando equipos de f¨²tbol hist¨®ricos como el Real Oviedo pasan por momentos como el actual, hundido en el anonimato de la Segunda B, la nostalgia de tiempos mejores act¨²a como reactivo y esperanza de futuro. Por eso son tan importantes sus jugadores m¨¢s carism¨¢ticos. El oviedismo acaba de quedarse sin uno de ellos, conocido popularmente como Ant¨®n, que falleci¨® el domingo 30 de octubre a los 91 a?os.

Antonio S¨¢nchez Vald¨¦s, Ant¨®n, hab¨ªa nacido en Oviedo el 2 de julio de 1914. Tras empezar a jugar al f¨²tbol en el colegio de los Hermanos Maristas, fich¨® por el Real Oviedo en 1929, apenas tres a?os despu¨¦s de la fundaci¨®n del club. Y a ¨¦l dedic¨® casi cuarenta a?os de su vida, en diversas etapas y en funciones tan diversas como jugador, entrenador, ojeador, delegado y administrativo, hasta que cumpli¨® la edad de jubilaci¨®n.

Esta historia de fidelidad a los colores azules no hubiera sido posible sin la mediaci¨®n de su padre y del presidente que ha dado nombre al campo de f¨²tbol del Oviedo, Carlos Tartiere. El propio Ant¨®n contaba que estas dos personas le bajaron del tren en el que iba a viajar para fichar por el Real Madrid. Su permanencia en el Oviedo condicion¨® su proyecci¨®n internacional, pero le convirti¨® en uno de los futbolistas m¨¢s queridos, entre otras cosas por la particularidad de jugar con una boina negra, que le serv¨ªa tanto para cubrir su prematura calvicie como para protegerse de los abrasivos balones de aquella ¨¦poca.

Como extremo derecho, Ant¨®n pas¨® a la historia como integrante de la segunda delantera el¨¦ctrica, completada por Gallart, L¨¢ngara, Herrerita y Emil¨ªn, y que llev¨® al Oviedo a la mejor clasificaci¨®n de su historia, en la temporada 1935-1936. La Guerra Civil cort¨® su mejor momento y propici¨® su primera salida del Oviedo, para jugar en el Zaragoza la temporada en la que el estadio ovetense estaba inutilizado por las secuelas de la contienda.

Pese a mantener el respeto y cari?o de la mayor¨ªa de la afici¨®n azul, Ant¨®n no pudo librarse en los ¨²ltimos a?os de los efectos de otra guerra, la que mantuvieron el Real Oviedo y el Ayuntamiento, por el empe?o del alcalde, Gabino de Lorenzo, de impulsar un nuevo club que sustituyese al de siempre, casi en la quiebra. De Lorenzo utiliz¨® a Ant¨®n y otros ex jugadores hist¨®ricos, que sufrieron los ataques de los sectores m¨¢s radicales de la afici¨®n.