Inc¨ªvicos moteros

Que yo diga que Valencia es una ciudad ruidosa, incluso inc¨ªvica no debe sorprender a nadie. A lo largo del a?o se suceden actos de puro ego¨ªsmo individualista, de gamberrismo e incluso abiertamente vand¨¢licos (aparcamientos indebidos en las aceras, incendio de coches, quema de contenedores durante las Fallas...), y las autoridades municipales siguen sin inmutarse. Les preocupa m¨¢s la supuesta "mala imagen" que dan las prostitutas en la calle y prefieren castigarlas mult¨¢ndolas. La derecha es as¨ª de moralista y de hip¨®crita.

Estos d¨ªas, coincidiendo con el premio de motociclismo de Cheste, atruenan las calles de la ciudad un sinf¨ªn de moteros que hacen bramar a sus m¨¢quinas sin el menor respeto a los t¨ªmpanos y el sosiego de la ciudadan¨ªa. Con sus motos invaden la ciudad a velocidades peligrosas, salt¨¢ndose a la torera las normas de convivencia m¨¢s elementales.

Sin querer generalizar (siempre hay excepciones), el universo motero no se asocia con el civismo. La garruler¨ªa y el machismo predominan. No espero milagros ni gran nivel intelectual. En un mundo en que los medios de comunicaci¨®n jalean a los moteros llam¨¢ndoles h¨¦roes mientras la industria y el gran capital sonr¨ªen y se llenan los bolsillos, a qui¨¦n le puede extra?ar que el Ayuntamiento del cap i casal haga la vista gorda ante la barbarie cotidiana..