Trabajo prepara este mes una oferta final de reforma laboral a sindicatos y CEOE

La negociaci¨®n para reformar el mercado de trabajo ha entrado en su recta final. El Ministerio de Trabajo presentar¨¢ a finales de mes una ¨²ltima oferta, a medio camino entre las recetas de los sindicatos y las de la patronal, para reducir la temporalidad laboral sin perjudicar a las empresas. La falta de acuerdo en una negociaci¨®n que arranc¨® hace m¨¢s de siete meses impulsa a Trabajo a pensar en legislar en solitario si los sindicatos y los empresarios no aproximan posiciones. El Ejecutivo considera que, sea cual sea el escenario, el conflicto deber¨¢ quedar resuelto a final de a?o.

La reforma del mercado de trabajo que el Gobierno anunci¨® como una de las grandes l¨ªneas de su pol¨ªtica laboral est¨¢ estancada. Las conversaciones han adoptado un nuevo cariz desde finales del mes pasado, cuando la patronal present¨® por primera vez sus propuestas por escrito. Desde entonces se convocan reuniones sobre materias concretas para facilitar el di¨¢logo. La primera, celebrada el pasado jueves, concluy¨® con una visi¨®n pesimista de los sindicatos.

Ante el temor de que sea imposible un acuerdo, Trabajo estudia una ¨²ltima estrategia. El departamento lanzar¨¢ una oferta final a los negociadores a finales de este mes (una vez concluyan las reuniones sobre materias concretas). As¨ª lo asegura el secretario general de Empleo, Valeriano G¨®mez, que observa con pesimismo la deriva de las negociaciones.

El Gobierno ya present¨® el mes pasado un documento para reducir la temporalidad -afecta a 5,4 millones de personas, un tercio de los asalariados- y flexibilizar las condiciones de contrataci¨®n de las empresas. El nuevo texto constituir¨¢ un ¨²ltimo intento de acercar a empresarios y sindicatos.

Trabajo es consciente de que el ¨¦xito de la negociaci¨®n es incierto. "Lo veo dif¨ªcil", reconoce Valeriano G¨®mez. Si el acuerdo no prospera, este departamento se plantea aplicar sus propias recetas, una opci¨®n en principio descartada por el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que se comprometi¨® a no imponer reformas laborales. "El problema de las reformas laborales sin acuerdo es que su nivel de eficiencia es mucho menor", reconoce G¨®mez.

Pese a todo, el Ejecutivo considera necesario aplicar medidas. El responsable de Empleo explica que, en todo caso, la reforma no se aplicar¨ªa por decreto ley, sino con el procedimiento ordinario de presentaci¨®n en el Parlamento para someterla a discusi¨®n.

El elemento m¨¢s conflictivo reside en c¨®mo regular la actividad de las contratas y las subcontratas y la regulaci¨®n del despido. Los sindicatos pretenden reforzar la responsabilidad del empresario y los empresarios rechazan rigideces. El Gobierno propone acabar con el contrato de obra y servicio para las empresas contratistas, que aplican esta modalidad a todos sus trabajadores aunque realicen una labor fija. Trabajo propone dos alternativas: un contrato indefinido, con una cl¨¢usula de despido autom¨¢tico en caso de que la subcontrata pierda la concesi¨®n, o una nueva causa de despido objetivo (por razones econ¨®micas) a aplicar si la subcontrata finaliza la actividad con la empresa principal.

Ninguna de las soluciones contenta a las partes. UGT y CC OO rechazan la primera, pero acceden a estudiar la segunda. Los empresarios rechazan que esos despidos por finalizaci¨®n de la actividad puedan considerarse colectivos, algo muy probable, pues esa denominaci¨®n requiere que afecten al menos al 10% de la plantilla. El despido colectivo fija condiciones m¨¢s ventajosas para los trabajadores y precisa que la autoridad laboral competente lo autorice. Entre toda la incertidumbre, el Gobierno tiene clara una cosa: la negociaci¨®n no puede ir m¨¢s all¨¢ de diciembre.