Villepin autoriza a los delegados del Gobierno a imponer el toque de queda
El primer ministro reconoce la discriminaci¨®n que existe en la sociedad francesa y pide cambios
El primer ministro franc¨¦s, Dominique de Villepin, anunci¨® ayer que el Gobierno autorizar¨¢ a partir de hoy a los prefectos (delegados de Gobierno) a imponer el toque de queda en las zonas que consideren oportunas de su departamento para enfrentarse a la violencia urbana que sufre Francia desde el 27 de octubre. En una entrevista en el principal informativo de la cadena TF1, Villepin anunci¨® la movilizaci¨®n de 1.500 reservistas, que se unir¨¢n a los 9.500 agentes sobre el terreno. El primer ministro reconoci¨® que los franceses de origen magreb¨ª o subsahariano sufren discriminaci¨®n, sobre todo en el campo laboral.
"Tenemos que cambiar nuestra mirada", dijo Villepin. Para el primer ministro, lo prioritario es el regreso a la normalidad y el restablecimiento del orden republicano antes de tomar medidas que solucionen los problemas de los barrios m¨¢s degradados de las grandes ciudades. "Hay redes criminales y bandas de j¨®venes que est¨¢n en la l¨®gica de la violencia y los destrozos pero tambi¨¦n de un cierto juego", dijo. "Es responsabilidad de los padres poner fin a esta din¨¢mica".
Apoy¨¢ndose en una ley del a?o 1955, el Consejo de Ministros extraordinario que tendr¨¢ lugar hoy permitir¨¢ a los prefectos declarar el toque de queda donde lo consideren necesario. Sin embargo, Villepin descart¨® el recurso al Ej¨¦rcito para imponer el orden. "No; no estamos a¨²n ah¨ª", respondi¨® al presentador del informativo, Patrick Poivre d'Arvor. "En cada etapa tomaremos las medidas necesarias", dijo. El primer ministro apoy¨® la creaci¨®n de patrullas ciudadanas en los barrios "si se hacen con un esp¨ªritu de apaciguamiento".
Villepin, que durante casi toda la entrevista se dirigi¨® visiblemente a su clientela electoral, sorte¨® las preguntas comprometidas que le hizo el presentador, tanto sobre la soledad vivida por el ministro del Interior y m¨¢ximo rival de Villepin, Nicolas Sarkozy, quien tuvo que afrontar solo los cinco primeros d¨ªas de la crisis, como la desaparici¨®n del presidente Jacques Chirac hasta el domingo, cuando reconoci¨® que Francia tiene un grave problema para integrar a los hijos de los inmigrantes magreb¨ªes y africanos, que no tuvo con los italianos, espa?oles y portugueses.
Para enfrentarse al problema que ha dejado en evidencia esta revuelta, el primer ministro estableci¨® tres frentes: educaci¨®n, empleo y vivienda. En el primer caso reconoci¨® que en Francia hay en este momento m¨¢s de 15.000 ni?os sin escolarizar y que el fracaso escolar afecta a 150.000 chicos cada a?o. Para estos ¨²ltimos se abrir¨¢ la posibilidad de que a los 14 a?os puedan integrarse en escuelas de formaci¨®n profesional. Sobre el empleo anunci¨® que en tres meses se crear¨¢n 50.000 puestos de trabajo para j¨®venes. La rehabilitaci¨®n de algunos de los barrios-colmena m¨¢s deteriorados podr¨ªa hacerse antes de 18 meses. Villepin rechaz¨® que la religi¨®n est¨¦ jugando un papel en la revuelta, y mucho menos que, como apunt¨® ayer el primer ministro turco, que la revuelta tenga algo que ver con la ley que prohibi¨® el velo isl¨¢mico en los colegios y escuelas. Villepin admiti¨® que los franceses de origen magreb¨ª, los de raza negra y en general los no europeos, sufren marginaci¨®n. "Tienen la sensaci¨®n de ser diferentes", dijo, e inst¨® a la sociedad francesa a "cambiar nuestra mirada".
En manos de la justicia
La responsabilidad para poner fin a esta ola de violencia, dijo, est¨¢ en manos de las fuerzas de seguridad y de la justicia. Ayer anunci¨® que se hab¨ªan producido un centenar de condenas con prisi¨®n firme. En este sentido, el titular de Justicia, Pascal Cl¨¦ment, se reuni¨® con representantes de los fiscales para instarles a que pidan penas agravadas contra los culpables y para que agilicen el procedimiento de urgencia. As¨ª, un joven de 20 a?os fue condenado ayer a cuatro meses de c¨¢rcel por haber tirado una piedra contra un coche de la polic¨ªa y haber insultado a los agentes en Mulhouse. El juicio tuvo un desarrollo tumultuoso y se sald¨® con la expulsi¨®n de amigos y familiares del condenado.
El problema est¨¢ en las pruebas. El Gobierno asegura que se mantendr¨¢n los procedimientos legales, que se utilizar¨¢n los laboratorios de la polic¨ªa para determinar si hay o no resto de hidrocarburos (gasolina) en las manos de los supuestos culpables, o testimonios directos que les inculpen. Pero ayer, en este juicio, la declaraci¨®n del agente hablaba de un joven "magreb¨ª" mientras que el condenado era de raza negra. Los abogados se quejan de que "es dif¨ªcil hacer justicia" en estas circunstancias.
Sarkozy, por su parte, se mostr¨® partidario ayer de que el modelo franc¨¦s de integraci¨®n sea "refundado profundamente" pero advirti¨®, al igual que el presidente Chirac en la v¨ªspera, que "dure el tiempo que dure, nada ser¨¢ posible en los barrios en relaci¨®n con restablecimiento de la justicia y la igualdad de oportunidades, si no se restablece el orden republicano".
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