El primer 'e-mail'
1. Por segunda vez en tres d¨ªas he tenido que contestar a la pregunta de si es cierto que, como cuenta Sergio Pitol en su ¨²ltimo libro, yo pas¨¦ en 1979 por Asjabad, la capital de Turkmenist¨¢n, y all¨ª fui coronado rey por sus habitantes turcomanos. Dos veces en tres d¨ªas respondiendo a la pregunta de si la historia que cuenta Pitol en El mago de Viena sucedi¨® de verdad. Y dos veces la misma respuesta: hubo un malentendido del int¨¦rprete, y el caso es que en la ciudad de Asjabad, al ser confundido con alguien muy importante para ellos, fui vestido de gala, maquillado, vitoreado; luego se aclar¨® todo, y fui fulminantemente destronado. Una historia que hasta ahora s¨®lo conoc¨ªan los amigos m¨¢s ¨ªntimos, algunos de los cuales, por cierto, se han negado siempre a creerla. Y es m¨¢s, hay incluso quien cree que Asjabad ni existe. Lo cierto es que en estos ¨²ltimos d¨ªas esa ciudad al borde del Caspio y en la frontera misma con Ir¨¢n -Ashabad es la otra forma que tenemos de escribir su nombre- ha empezado a aparecer en los teletipos, aunque todo lo que se refiere a ella les sigue pareciendo a algunos tan inventado como la historia de Sergio Pitol sobre mi glorificaci¨®n, maquillaje y derrocamiento.
2. Erik Satie se pregunt¨® si hubo alguna vez una literatura escrita por animales, y se contest¨® que era probable, pero que quiz¨¢ hab¨ªa sido destruida por un gran incendio. Creo que a la larga eso ocurrir¨¢ con lo que escribe Sapurmat Nijassow, el dictador de Turkmenist¨¢n. Estos d¨ªas Nijassow ha sido noticia por haber bendecido nuevamente a su pueblo con una obra literaria. Entreg¨® al Parlamento de Asjabad un nuevo conjunto de poemas titulado Vuestro amor -?qu¨¦ gran confianza en sus lectores!- al tiempo que aprovechaba para recordar a todo el mundo que ¨¦l es "un generoso poeta y l¨²cido prosista y fil¨®sofo". Es tambi¨¦n jefe de las Fuerzas Armadas, dirigente del ¨²nico partido pol¨ªtico permitido y responsable del sistema educativo del pa¨ªs, cuyo libro b¨¢sico de texto es el Ruhnama (Libro del alma), tratado sobre moral y civismo escrito, naturalmente, por el propio Nijassow.
Parece que no necesite este hombre abuela ni madre, pero no es as¨ª, pues le resultan muy ¨²tiles esas dos se?oras a la hora de dar nombre a escuelas, aeropuertos, monumentos, hasta a un meteorito que cay¨® recientemente en Asjabad. Est¨¢ lleno el pa¨ªs de lugares que llevan el nombre de la abuela o de la madre del dictador. Su ¨²ltima proeza: se ha atrevido a cambiarle el nombre al mes de abril y le ha puesto el de su se?ora madre. Y no contento con eso, le ha cambiado tambi¨¦n el nombre al mes de enero, que ha pasado a llamarse turkmenbashi, es decir, "l¨ªder de todos los turcomanos". Se admiten conjeturas sobre el futuro y la m¨¢s f¨¢cil pasa por intuir que este l¨ªder ser¨¢ destronado alg¨²n d¨ªa y conocer¨¢ esa desconcertante experiencia de ser derrocado que yo, sin comerlo ni beberlo, viv¨ª y sufr¨ª en su tierra antes de que ¨¦l reinara. Las ¨²ltimas noticias que nos llegan de Asjabad son que Nijassow ha decretado la construcci¨®n de un palacio de hielo en el desierto y anuncia para el a?o que viene un nuevo libro, que se presentar¨¢ en ese palacio. Ya s¨®lo le falta a Nijassow ser su propia agente literaria. Pero todo llegar¨¢.
3. Alguien asegura haberle o¨ªdo decir a Nicolas Sarkozy el jueves pasado: "Algo est¨¢ fermentando en Francia. No se sabe si ser¨¢ vino o vinagre". No puedo creerlo, se dir¨ªa que tratan de atribuirle una frase o cita inventada. Sarkozy, el mismo que se equivoc¨® tratando de "chusma" a los incendiarios, no puede haber vuelto a equivocarse de esta forma.
4. Ayer, a primera hora de la ma?ana, descubr¨ª qui¨¦n fue la primera persona del mundo que escribi¨® la palabra e-mail. Fue James Joyce, muchos a?os antes de que se inventara el correo electr¨®nico. "En Finnegans Wake aparece esa palabra, y no es que Joyce se anticipara a la creaci¨®n del t¨¦rmino e-mail, pero lo cierto es que la palabra aparece", dec¨ªa en una entrevista Francisco Garc¨ªa Tortosa, el flamante ¨²ltimo traductor de Ulises al espa?ol. Consult¨¦ inmediatamente con Miguel Mart¨ªnez-Lage, otro excepcional traductor de literatura inglesa al espa?ol. Tom¨¢ndolo casi como un desaf¨ªo, mi amigo prometi¨® que en cuanto pudiera me mandar¨ªa un e-mail que incluir¨ªa el fragmento en el que Joyce predijo el futuro.
Mientras esperaba ese env¨ªo, me enter¨¦ de que no era sorprendente que Finnegans Wake contuviera la invenci¨®n del e-mail, pues el libro siempre destac¨® por su car¨¢cter de texto premonitorio en muchos sentidos. Sin ir m¨¢s lejos, Joyce acu?¨® tambi¨¦n en Finnegans la palabra quark, que posteriormente tendr¨ªa capital importancia en la f¨ªsica cu¨¢ntica.
Las pesquisas de Mart¨ªnez-Lage no tardaron en prosperar. Y un poco m¨¢s all¨¢ del mediod¨ªa pod¨ªa ¨¦l ya enviarme el fragmento en el que se encuentra la primera menci¨®n mundial de la palabra e-mail. Lo transcribo aqu¨ª abreviado: "... Habr¨¢s de ostentar la carta abierta con todas las letras. H¨¢blanos de Emailia" (III, 1. Penguin, 1978, p. 410).
Lo m¨¢s divertido es que en sus pesquisas Mart¨ªnez-Lage dio con otra perla: "She wins them by wons, a haul hectoendecate, for mangay mumbo jumjubes tak mutts and jeffs muchas bracelonettes gracies barcelonas" (II, 2, p.273).
?Qu¨¦ deben de ser o, mejor dicho, qu¨¦ ser¨¢n alg¨²n d¨ªa las bracelonettes? ?Le cambiar¨¢n el nombre a Barcelona y habr¨¢ en el futuro ciudadanos de Bracelonetta? ?Qui¨¦n escribir¨¢ el ¨²ltimo e-mail? Como las respuestas est¨¢n escritas en el porvenir y tal vez ya adelantadas en el libro de Joyce, se admiten todo tipo de sagaces conjeturas.
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