El pueblo de Miguel Hern¨¢ndez
La principal atracci¨®n tur¨ªstica de Orihuela no es en estos momentos la famosa Casa-museo de Miguel Hern¨¢ndez, de la que luego hablar¨¦, sino el Rolls Royce de su alcalde, Jos¨¦ Manuel Medina. La gente de otros pueblos de la Vega Baja, y hasta de m¨¢s lejos, viene aqu¨ª para ver y fotografiar al alcalde del RR y del PP que saluda a las masas desde su carroza como un caudillo local. Los ni?os suplican que les de una vuelta por las afueras del pueblo. Y los turistas extranjeros hacen cola a las puertas del Ayuntamiento para pedir un aut¨®grafo al edil. Este alcalde que junto al de Torrevieja est¨¢ siendo investigado por el fiscal anticorrupci¨®n de Alicante por supuesto delito urban¨ªstico y falsedad contable, deber¨ªa figurar en la pr¨®xima Gu¨ªa de Alcaldes con Encanto de la Comunidad Valenciana.
"Aqu¨ª no tenemos suerte con ning¨²n alcalde", comenta una panadera que echa chispas
Llego a la Casa-museo Miguel Hern¨¢ndez, en un barrio que, es cierto, est¨¢ hecho polvo
No era aconsejable retrasar esta visita a Orihuela. Pens¨¦ que aunque las diligencias iniciadas por el fiscal pueden llevar cierto tiempo, cualquier d¨ªa podr¨ªa darse la noticia de que el se?or alcalde de Orihuela ha cesado del cargo, y el Rolls que puso a su disposici¨®n el amigo promotor ha sido precintado por el juzgado, lo mismo que su lujoso chal¨¦.
Una vez en Orihuela, me he apostado cerca del Ayuntamiento pero no he visto por ning¨²n lado al alcalde, ni a pie ni en bicicleta. A la gente parece traerle sin cuidado que este hombre vaya en Rolls o en burro. Lo que les preocupa no es el medio de transporte que utiliza el edil sino la situaci¨®n de inseguridad que vive el pueblo desde que hace a?os un alcalde llamado Cartagena import¨® gitanos de Murcia para subir el censo y ganar votos. "Aqu¨ª no tenemos suerte con ning¨²n alcalde. ?ste no es peor que los anteriores y no ser¨¢ mejor que el siguiente", comenta una panadera que echa chispas. Otros vecinos la apoyan. "Es que ya no puedes ir por las calles, de d¨ªa tampoco. Es un peligro. Te roban. Cuando no los gitanos, los otros, los moros. Y usted lleve cuidado si va al Museo de Miguel Hern¨¢ndez. A m¨¢s de uno como usted que van por ah¨ª, lo hemos visto volver sin pantalones".
La primera sala, nada m¨¢s entrar en los nuevos Juzgados, es la Sala de lo Penal. Entro a presenciar un juicio para ir haciendo boca. Una extranjera de 80 a?os comparece como testigo ante un juez muy amable y bastante joven. A la anciana la ayuda una int¨¦rprete. El caso es, como otros cuatro que se han visto esta misma ma?ana, por robo con violencia. La anciana explica lo que le ocurri¨®. Una chica de unos 25 a?os se le ech¨® encima. Forceje¨® para llevarse su bolso. Pero ella pidi¨® auxilio y a pesar de que la otra sac¨® un cuchillo, se resisti¨® a entregarlo. Cree que iba drogada porque recuerda sus ojos. Entonces acudieron varias personas al o¨ªr los gritos. Y la ladrona se fue corriendo. "Ella arroj¨® la bolsa de la que sac¨® el cuchillo, pero el cuchillo se lo llev¨® luego de intentar pincharme, se?or juez, ?puedo pedir algo por los da?os morales y psicol¨®gicos?".
El juez dice que no. Que es demasiado tarde. Y que eso deber¨ªa haberlo pedido si hubiera comparecido como acusaci¨®n y no como testigo. Y a?ade que la anciana probablemente recibir¨¢ 198 euros.
La se?ora se levanta despu¨¦s de responder las preguntas de la defensa que, naturalmente, pide la libre absoluci¨®n de su clienta. Las sigo unos minutos por la calle, a la anciana y a la int¨¦rprete, que no han salido en absoluto satisfechas del juicio. La anciana no comprende c¨®mo la abogada defensora ha podido decir que aquello no fue un delito de robo con violencia sino una falta leve por hurto frustrado a pesar de que la agresora la amenazara con un arma blanca.
Continuando por esta misma calle llego a la Casa-museo Miguel Hern¨¢ndez, en un barrio que, es cierto, est¨¢ hecho polvo. Bastantes casas fueron desocupadas y tienen un candado en la puerta. De algunas viviendas salen gritos de gente mezclados con los gritos del televisor.
En el libro de visitas de la casa del poeta que en su adolescencia cuidaba cabras leo la anotaci¨®n de una ni?a de 8 a?os: "Miguel, te leer¨¦ cuando sea m¨¢s mayor". Aqu¨ª, el hombre que atiende las visitas dice que ayer vino la cu?ada del poeta que vive en Elche (Carmen Manresa) para dar una vuelta por la casa y dejar un tapete que ¨¦l acaba de poner sobre una mesa. Este hombre pone un disco de Serrat con letra de Miguel Hern¨¢ndez. Me acompa?a a hacer el recorrido por las habitaciones. Veo las dos camas de los dormitorios. La cocina de fuego. Las grandes tinajas del agua. Y tambi¨¦n las dos higueras del patio trasero, como pajarracos despe?ados del monte sembrado de chumberas.
Despu¨¦s paso al edificio contiguo en el que tiene su sede la Fundaci¨®n Miguel Hern¨¢ndez, donde no s¨®lo se ocupan de difundir la obra del poeta por todo el mundo con publicaciones, conferencias, congresos y exposiciones, sino que tambi¨¦n crearon un sitio en la red (www.migelhernandezvirtual.com) que en s¨®lo dos a?os tuvo cerca de un mill¨®n y medio de visitas. Juan Jos¨¦ S¨¢nchez Balaguer, persona de un dinamismo contagioso, es el director de la fundaci¨®n, y Aitor Larrabide, fil¨®logo bilba¨ªno y especialista en la obra de Miguel Hern¨¢ndez, dirige el Taller de Empleo en el que trabajan treinta licenciados concertados con el Servef (Servicio Valenciano de Empleo y Formaci¨®n) por un per¨ªodo de un a?o. Divididos en grupos de diez, estos treinta bibliotecarios e inform¨¢ticos se ocupan del dise?o de la p¨¢gina, la versi¨®n digital de la revista El eco hernandiano y la biblioteconom¨ªa que desarrollan tanto en la misma Fundaci¨®n como en la Biblioteca P¨²blica de Orihuela donde existe una secci¨®n dedicada a la obra de Miguel Hern¨¢ndez.
Los responsables de la Fundaci¨®n resaltan que todo el trabajo que se incorpora a diario, y todos los documentos y archivos que se ceden a la Fundaci¨®n son inmediatamente accesibles a todo el mundo en la red. Insisten en que la actualidad de la obra y de la figura humana de Miguel Hern¨¢ndez se basa en los grandes temas del poeta que son, ahora mismo, nuestros grandes temas: la igualdad y dignidad de la mujer, el respeto a la Naturaleza, el rechazo de la violencia y la defensa de las libertades. "Es un gran poeta pr¨®ximo como pocos a nuestros ideales y a nuestra sensibilidad", afirman S¨¢nchez y Larrabide.
www.ignaciocarrion.com
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