Ni rastro de olas gigantes

El informe realiza un detallado estudio de las condiciones meteorol¨®gicas reinantes frente a Finisterre cuando se averi¨® el petrolero. Incluso de los d¨ªas previos, de su traves¨ªa por el Mar del Norte. Y no halla rastro de situaciones "extremas o inusuales para la zona y ¨¦poca del a?o". No hay evidencia de "olas excepcionales o gigantes". Ninguno de los buques que navegaron el 13 de noviembre de 2002 frente a Finisterre, cuyo pasillo mar¨ªtimo recorren anualmente 45.000 barcos, report¨® condiciones extremas. El informe no s¨®lo no hall¨® rastro de olas gigantes, sino de elementos clave de la seguridad de un barco. De acuerdo con el convenio para la Seguridad de la vida humana en la mar (SOLAS), el Prestige deb¨ªa tener dos sistemas de remolque de emergencia, uno a proa y otro a popa. En Dubai, en marzo de 2002, ABS dijo haber comprobado en su inspecci¨®n que el remolque de popa estaba listo para ser utilizado. Sin embargo, tras el siniestro, no fue utilizado, "hecho que result¨® decisivo en la posterior toma de decisiones por la enorme p¨¦rdida de tiempo que supuso".

El informe se?ala una extra?a ubicuidad del petrolero: seg¨²n la informaci¨®n del barco, el 19 de marzo de 2000 fue inspeccionado en Jubail (Arabia Saud¨ª), cuando seg¨²n su diario de navegaci¨®n se encontraba a 454 millas de all¨ª, en el puerto de Khor Fakkan (Emiratos ?rabes Unidos). Por tanto, resulta poco veros¨ªmil que una auditor¨ªa

[sobre el grado de implantaci¨®n del sistema de gesti¨®n de seguridad] se realizara efectivamente a bordo del buque, pues este no se encontraba all¨ª". Por otro lado, Bahamas no da "raz¨®n alguna" de por qu¨¦ no le someti¨® a su inspecci¨®n anual en 2001. La documentaci¨®n recuperada a bordo del Prestige "permite calificarlo como sub-est¨¢ndar".