Un diablo anda suelto
A los 17 a?os, Sergio Ag¨¹ero, goleador de Independiente, deslumbra en Argentina
Hace algunos a?os, no muchos, los t¨¦cnicos de la cantera del Independiente, los diablos rojos de Avellaneda, empezaron a frotarse los ojos, incr¨¦dulos ante lo que ve¨ªan. No era la habilidad ni la capacidad goleadora de ese chiquit¨ªn morenito y con cara de pillo lo que les causaba asombro, sino que los rivales no pudieran frenarlo ni a puntapi¨¦s y, sobre todo, que al tirar los c¨®rners pon¨ªa el bal¨®n en la cabeza de los compa?eros en el segundo palo, ?con s¨®lo 9 a?os de edad!
Hoy, cuando tiene apenas 17, a Sergio Ag¨¹ero (Buenos Aires, 2-6-88) tampoco le achican los golpes de los centrales del f¨²tbol argentino, poco sospechosos de delicadeza. Con la potencia de su remate ya ha logrado la recompensa de alg¨²n gol de falta, pero fundamentalmente, su frescura y desenfado han conquistado el coraz¨®n de los hinchas, que empiezan a reclamar su presencia en la selecci¨®n que acudir¨¢ a Alemania el a?o pr¨®ximo.
Menotti: "Me recuerda a Romario". Bochini: "Es un 'crack', mezcla de potencia y habilidad"
Boca Juniors es el candidato natural a ganar el actual campeonato Apertura en Argentina, pero en el apartado individual el campe¨®n ya es Ag¨¹ero. Sus n¨²meros hablan, 8 goles, la mayor¨ªa golazos, en 12 partidos y el mejor promedio de calificaciones en todos los peri¨®dicos del pa¨ªs.
Los compa?eros le miman, los rivales le temen, la afici¨®n de Independiente llena los campos para verle, los periodistas ya han agotado los elogios y los entendidos no dejan de lanzarle flores. "Su habilidad es natural, aunque su mayor virtud es la potencia f¨ªsica. Cuando est¨¢ lanzado, no lo mueven", dice Francisco Ferraro, entrenador del sub 20 argentino que gan¨® el t¨ªtulo mundial en Holanda (donde Ag¨¹ero provoc¨® un penalti en la final contra Nigeria). "Me recuerda a Romario", apunt¨® en su d¨ªa C¨¦sar Luis Menotti, despu¨¦s de dirigirle durante unos meses a principios de este a?o. "Es un crack", resume Ricardo Bochini, icono del Independiente, un club que esgrime con orgullo su estilo de f¨²tbol ofensivo, su "paladar negro". Nadie como el Bocha, dos d¨¦cadas vistiendo la camiseta roja, conoce mejor al nuevo diablo. Le sigue los pasos desde infantiles y puede detallar cada una de sus caracter¨ªsticas. De su t¨¦cnica, explica: "Es una mezcla de potencia y habilidad. Lo mejor que tiene es el arranque y el freno, pero tambi¨¦n pega seco, muy fuerte, a la pelota. Es diestro, pero se las arregla con la zurda". De sus movimientos en el campo, aclara: "Es mediapunta (segundo delantero), porque puede dar asistencias y arrancar desde atr¨¢s, pero no armador, porque para eso deber¨ªa tener otra visi¨®n de juego".
Nadie se equivoca ni exagera. Basta con verle un par de veces. Ag¨¹ero baja a buscar, se desmarca, cae a las bandas, toca, tira paredes, encara siempre, se va en velocidad o con regates cortos, pisa el ¨¢rea con decisi¨®n y define con una tranquilidad y fineza impropias para alguien de su edad. Contagia a su equipo e intimida a los rivales. Sin embargo, no fue un genio como Bochini sino un duro como ?scar Ruggeri el primero en confiar en ¨¦l, cuando le hizo debutar en Primera con 15 a?os y un mes (r¨¦cord en Argentina), antes que, por ejemplo, Maradona, Pel¨¦, Ronaldo o Ra¨²l. Fue el 5 de julio de 2003, ante San Lorenzo. Pero todav¨ªa era demasiado pronto. Su padre, Leonel Del Castillo, tuvo que esperar un tiempo m¨¢s para ver cumplido su sue?o de futbolista grande. Porque si no bastara con sus cualidades, Ag¨¹ero cumple con varias de las premisas que suelen envolver la vida de los cracks suramericanos: origen humilde -aprendi¨® a jugar en los campitos de Villa Los Eucaliptos, un barrio marginal al sur de Buenos Aires-, familia numerosa -el segundo de siete hermanos (Sergio lleva el apellido de su madre, quien era menor de edad en el momento del nacimiento)-, y, por supuesto, un padre que quiso y no pudo ganarse la vida detr¨¢s de una pelota.
El Kun, un apodo que se gan¨® de chico, cuando no se perd¨ªa las aventuras de un personaje de dibujos animados japon¨¦s, no por casualidad un peque?o demonio llamado Kun Kun, le resarcir¨¢ en breve de las penurias econ¨®micas pasadas y los sue?os frustrados.
El Independiente ya rechaz¨® un par de ofertas de clubes alemanes por el pase de su estrella, y dicen que el Chelsea estar¨ªa dispuesto a pagar hasta 30 millones de euros por llevar sus goles a Stamford Bridge. Su contrato acaba en 2008, aunque en Avellaneda se conforman con mantenerlo al menos hasta finales de 2006, "para ganar antes alg¨²n t¨ªtulo", dice el presidente, Julio Comparada. Pero dirigentes e hinchas intuyen que ser¨¢ dif¨ªcil, sobre todo si Jos¨¦ Pekerman decide por fin llevarle al Mundial de Alemania. Por eso llenan las canchas, con a?oranzas anticipadas, para no perderse ninguno de sus regates, sabedores que no habr¨¢ otro Bochini: el mito jug¨® 19 a?os con la camiseta de los diablos rojos, el nuevo demonio no llegar¨¢ a cumplir los 19 tirando c¨®rners al segundo palo en el viejo estadio de Avellaneda.
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