Noche de 'perreo'
Miles de personas acuden al ritmo del 'reggaeton' al festival Eurocaribe 2005
"Qu¨¦ nos quiten la alegr¨ªa", espet¨® desde el escenario el concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid Pedro Zerolo. Venezolano de nacimiento y criado en Canarias, Zerolo era uno m¨¢s de los miles de latinos que bailaron cumbia, salsa y reggaeton la noche del s¨¢bado a la madrugada del domingo en La Cubierta de Legan¨¦s. Se celebraba la quinta edici¨®n del Eurocaribe 2005, el festival que organiza cada a?o la emisora del mismo nombre radicada en el 101.6 del dial de la FM madrile?a.
La velada daba para asistir a una fiesta donde el baile y la m¨²sica en directo y enlatada iban a ser los protagonistas, adem¨¢s de las numerosas barras que dispensaban comida t¨ªpica hispanoamericana como arepas, choglo, lechona o pl¨¢tano maduro frito relleno de queso fresco, regado todo con profusi¨®n de ron a?ejo y refrescos de cola. El lento y tortuoso camino hasta acceder al interior de la plaza de toros de Legan¨¦s fue, sin embargo, lo que rob¨® el protagonismo que deb¨ªa haber tenido la m¨²sica y la diversi¨®n. Cuando se llevaban m¨¢s de tres horas desde el inicio del acontecimiento, a¨²n no hab¨ªa entrado al recinto ni una quinta parte del paciente p¨²blico que esperaba fuera. En una noche de perros, con una lluvia pertinaz y un fr¨ªo intenso, miles de inmigrantes esperaban con su boleta en la mano que el servicio de seguridad les fuera dando paso. En un exceso de celo poco explicable, los agentes cacheaban uno a uno, y por una sola puerta de acceso, a cada espectador. Ante el vac¨ªo que se produc¨ªa en el interior por el lento goteo de p¨²blico, y las inclemencias del tiempo, no se preocuparon por agilizar el acceso, muy ajenos los servicios de seguridad a lo que los artistas desde el escenario y la propia organizaci¨®n, les reclamaban.
Pasado el mal trago ("Esto se prendi¨®", dijo Gina Tatiana, una de las presentadoras del acto cuando pasadas unas horas vio por fin m¨¢s gente bailando delante de ella), el festival se fue caldeando seg¨²n entraban en calor las miles de personas que llegaban empapadas y ateridas de fr¨ªo. El baile del perreo donde, a ritmo de reggaeton, las parejas bailan muy juntos con gestos muy expl¨ªcitos, fue determinante para que los cuerpos destemplados empezaran a reaccionar.
La parte m¨¢s art¨ªstica se solvent¨® con la baladista colombiana Jyano, que le toco abrir el fuego cuando la Plaza estaba muy vac¨ªa por dentro y llena por fuera. La salsa y las cumbias de La Cantue?a de Fondy y el guaguanc¨® de Banda Caliente se esforzaron tambi¨¦n por poner calor en el fr¨ªo ambiente del principio. La m¨²sica llanera del cuarteto folcl¨®rico del maestro Aries Vigoth, llegados de Cali con sus espectaculares sombreros vaqueros, marc¨® un punto de inflexi¨®n en el festival, y puso un toque de elegancia y finura que se rompi¨® a continuaci¨®n con el grupo que le sucedi¨®, Reggaeton Hits, creado para la ocasi¨®n. Muy avezados en el dominio del perreo y sus maldades, Reggaeton Hits se limitaron a reproducir a modo casi de karaoke, todos los ¨¦xitos que el g¨¦nero ha dado en los ¨²ltimos veranos.
Jimmy de Le¨®n, hijo del insigne sonero venezolano ?scar D'Le¨®n, la espectacular timbalera y cantante puertorrique?a Choco Orta y el grupo Los Gigantes del Vallenato prorrogaron la fiesta hasta altas horas de la madrugada, con la plaza ya bien llena.
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