M¨²sica, teatro a¨¦reo y danza en 'Villa-villa', del grupo De la Guarda
La compa?¨ªa argentina act¨²a en Valencia, Madrid y Sevilla
Seis a?os en la cartelera del Off-Broadway de Nueva York avalan el ¨¦xito de la compa?¨ªa argentina De la Guarda, que act¨²a hoy por primera vez en Espa?a. Presentar¨¢ su obra Villa-villa, en la que combinan las acrobacias del circo, la gestualidad del teatro y la expresividad de la danza al ritmo que marca la m¨²sica de percusi¨®n en directo. El espect¨¢culo recala en Valencia antes de visitar Madrid y Sevilla.
"Volar es ya algo natural, una parte m¨¢s de nosotros", afirma Nazarena
Creado y dirigido por Pich¨®n Baldinu y Diqui James, con m¨²sica original de Gaby Kerpel, Villa-villa tiene lugar en una gran carpa de 17 metros de altura con capacidad para 900 personas. La instalaci¨®n se mantendr¨¢ en Valencia hasta el 27 de noviembre; luego se emplazar¨¢ en Madrid (del 13 de diciembre al 8 de enero) y en Sevilla (del 24 de enero al 5 de febrero).
Los 12 artistas est¨¢n dispuestos para volar por encima de las cabezas de los espectadores, mientras ocupan todo el espacio de la carpa. Y as¨ª lo hacen. El p¨²blico permanece de pie durante toda la actuaci¨®n, que tiene una duraci¨®n de 70 minutos.
En el montaje se mezcla m¨²sica, danza, acrobacia y destreza f¨ªsica, acompa?adas de otros elementos externos como escenarios m¨®viles, seg¨²n el responsable de la gira por Espa?a, Nacho Pacho, en declaraciones recogidas por Efe.
En una de las escenas, un hombre y una mujer entrelazan sus cuerpos colgados en el aire al mismo tiempo que refrescan sus emociones con agua de lluvia.
Sin di¨¢logo
En Villa-villa no hay di¨¢logo, los artistas ofrecen una actuaci¨®n moderna y din¨¢mica que estimula los sentidos e involucra al espectador, que en ocasiones debe buscar la procedencia de distintos est¨ªmulos por toda la carpa. As¨ª lo define una de las artistas, Nazarena, que participa en una escena en la que, junto a otra compa?era, corre al ritmo de la m¨²sica sobre una lona blanca colgada de una de las paredes y sujeta por un arn¨¦s.
El resto de la carpa es un montaje de estructuras met¨¢licas que recorren los artistas desde arriba y desde los laterales, siempre en movimiento, en im¨¢genes a¨¦reas. Seg¨²n Nazarena, volar "ya es algo natural, una parte m¨¢s de nosotros".
El montaje mantuvo durante seis temporadas agotadas las localidades en el Daryl Roth Theatre de Nueva York, donde fue visto por un mill¨®n de espectadores. La conocida gu¨ªa de espect¨¢culos Time Out lo calific¨® como "una inolvidable mezcla de teatro-danza-rave".
Los artistas, de entre 22 y 30 a?os, son en su mayor¨ªa de procedencia argentina pero tambi¨¦n hay coreanos, mexicanos y estadounidenses con una formaci¨®n multidisciplinar.
El espect¨¢culo, de car¨¢cter interactivo, fue creado en 1995 -"con pocos recursos y mucho trabajo"- por parte de De la Guarda, que tom¨® su t¨ªtulo de los asentamientos m¨¢s pobres de Argentina, denominados villas.
El origen de la compa?¨ªa se remonta a d¨¦cadas atr¨¢s. En la b¨²squeda que su creador, el bonaerense Pich¨®n Baldinu, que cofund¨® La Organizaci¨®n Negra, que se presenta como una compa?¨ªa de teatro surgida en los barrios porte?os, con el objeto de desarrollar un concepto esc¨¦nico y art¨ªstico a partir del contacto f¨ªsico con el espectador.
Buscar nuevas formas de expresi¨®n llev¨® a Baldinu a experimentar en espacios no convencionales como edificios y monumentos, como el Obelisco de Buenos Aires, descubriendo en lo a¨¦reo un innovador lenguaje teatral.
En 1993 se funda De la Guarda. En sus montajes prevalece el sentido de lo festivo, lo po¨¦tico, el juego, el erotismo y lo on¨ªrico para explorar el l¨ªmite de la euforia, seg¨²n el programa de la compa?¨ªa. Con este objetivo, De la Guarda se instal¨® en un club de rock y ensay¨® en vivo con distintos tipos de p¨²blico.
El resultado fue la creaci¨®n del espect¨¢culo De la Guarda. Periodo Villa-villa en 1995, que ha recorrido 20 pa¨ªses, y ha sido visto por tres millones de espectadores, seg¨²n indica la nota.
El espect¨¢culo visita ahora Espa?a, con una primera parada en Valencia, en la avenida de las Cortes Valencianas. El precio de la entrada es de 29 euros.
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