Eurodiputados piden que se aclare si la CIA tiene c¨¢rceles en Europa

Franco Frattini, comisario de Justicia, Libertad y Seguridad de la UE, no convenci¨® ayer al Parlamento Europeo cuando asegur¨® que "un importante n¨²mero de Estados miembros han hecho p¨²blicas declaraciones que han desmentido categ¨®ricamente" las acusaciones de que pa¨ªses del este de Europa, en particular Polonia y Rumania, han acogido centros de detenci¨®n y tortura de presos islamistas controlados por la CIA.

"Las informaciones son demasiado detalladas para no ser cre¨ªdas", asegur¨® el espa?ol Ignasi Guardans, de CIU, que reclam¨® contundencia en las investigaciones que deben llevar a cabo tanto la Comisi¨®n como los Gobiernos europeos. A los parlamentarios les sonaron demasiado formales, fr¨ªas y poco convincentes las manifestaciones de Frattini. "Despi¨¦rtese, se?or comisario", le lleg¨® a gritar una eurodiputada. Frattini acudi¨® al Parlamento a explicar la posici¨®n del Ejecutivo comunitario tras las revelaciones del peri¨®dico norteamericano The Washington Post y de Human Rights Watch, ONG dedicada a la defensa de los derechos humanos sobre la existencia de c¨¢rceles secretas de EE UU en algunos pa¨ªses de Europa del Este.

"Hasta ahora esos hechos no se han comprobado ni se han presentado pruebas", dijo Frattini, quien pidi¨® que "los Estados miembros y candidatos verifiquen la veracidad de las noticias". El comisario asegur¨® que har¨¢ sus propias pesquisas y entrar¨¢ en contacto con otros organismos como el Consejo de Europa y el Congreso de Estados Unidos, que tambi¨¦n van a investigar para conocer qu¨¦ ha ocurrido exactamente.

Los europarlamentarios partieron de la idea de que la lucha contra el terrorismo no debe conculcar derechos humanos y un¨¢nimemente percibieron blandura y exceso de credulidad en las manifestaciones del comisario. Frattini ha dado por buenos los firmes desmentidos de los Gobiernos de Polonia y Rumania.

Un parlamentario polaco subray¨® que esos desmentidos se refieren a la actualidad, "pero no dicen nada del pasado". En ello abund¨® Guardans. Las acusaciones de Human Rights Watch se refieren a actuaciones en 2002 y 2003. "Queremos que se compruebe que esas denuncias no son ciertas", insisti¨® el europarlamentario catal¨¢n. "Est¨¢ en juego la credibilidad de la Uni¨®n Europea como un espacio de libertad, justicia y seguridad".

Un Frattini a la defensiva respondi¨® al final del debate que "si los hechos denunciados fueran ciertos nos encontrar¨ªamos ante una conculcaci¨®n muy grave del Tratado de la Uni¨®n que puede conducir a sanciones pol¨ªticas graves". "Estoy de acuerdo en que si fuesen ciertas ser¨ªan delitos", se?al¨®. Se lament¨® de su reducida capacidad investigadora, que no le permite interrogar a ministros del Interior de gobiernos soberanos ni recabar determinados datos o documentos.

"Si alguien cree que tengo tanto poder como un juez instructor nacional se equivoca. No hay color", se?al¨®. "Voy a utilizar al m¨¢ximo todos los poderes de investigaci¨®n pol¨ªtica. Pero si un Estado miembro me dice que esas c¨¢rceles no han existido, necesito una prueba [contraria para desmentirle]

" y acab¨® se?alando que si se demostrase que se han violado los derechos humanos, habr¨¢ sanciones pol¨ªticas.