La vacuna ensayada por Pedro Alonso protege contra la malaria a largo plazo
Un nuevo ensayo en Mozambique acerca el objetivo de una vacunaci¨®n general para 2011
Mediante un ensayo cl¨ªnico con m¨¢s de 2.000 ni?os de uno a cuatro a?os, Alonso y su equipo ya mostraron el a?o pasado que la vacuna evitaba el 58% de los casos graves (incluidos los mortales) de malaria durante los primeros seis meses tras su administraci¨®n (tres dosis espaciadas un mes).
Ayer publicaron en The Lancet el seguimiento de esos mismos ni?os, que no han recibido ninguna dosis adicional. El resultado es que la vacuna evita el 49% de los casos graves durante el a?o y medio posterior a su administraci¨®n. El dato "confirma el potencial de las vacunas de la malaria para convertirse en herramientas cre¨ªbles de control para su uso en la salud p¨²blica", afirman los cient¨ªficos en The Lancet.
Pedro Alonso, del hospital Cl¨ªnic y la Universidad de Barcelona, dirige los ensayos cl¨ªnicos en el Centro de Investigaci¨®n de Salud de Manhi?a (CISM), en Mozambique, un instituto financiado por la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECI). La vacuna (llamada RTS,S/ ASO2A, o Mosquirix) es fruto de 18 a?os de trabajo de los cient¨ªficos de GSKBio, un centro de la farmac¨¦utica Glaxo SmithKline en Rixensart (B¨¦lgica). Los ensayos est¨¢n costeados por la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates, que los puso en marcha con 50 millones de d¨®lares, y a?adi¨® el mes pasado otros 107 millones.
"Este ensayo responde a la pregunta crucial pendiente", afirma Alonso en un comunicado. "La respuesta sin precedentes demostrada en este estudio es esencial para producir una vacuna efectiva que ayude a controlar la pandemia de malaria en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo".
Pero hay una segunda pregunta crucial pendiente: si la vacuna funciona en ni?os menores de un a?o. "Si la malaria causa un mill¨®n de muertes al a?o, cerca de la mitad son ni?os de menos de un a?o", explica la investigadora Clara Men¨¦ndez, del Cl¨ªnic, una de las autoras del trabajo. "Si la vacuna les protege, ser¨¢ posible administrarla a gran escala a?adi¨¦ndola a los programas de inmunizaci¨®n que ya existen en los pa¨ªses africanos".
Los programas que ya funcionan son vacunaciones contra la difteria, el t¨¦tanos, el sarampi¨®n y otras enfermedades, y se aplican a los ni?os menores de un a?o. "Si la vacuna no funciona en esa franja de edad", prosigue Men¨¦ndez, "una campa?a general de vacunaci¨®n contra la malaria no ser¨ªa realista en los pa¨ªses africanos donde esta enfermedad es end¨¦mica. Habr¨ªa que empezar los preparativos desde cero, y ser¨ªa demasiado caro".
Men¨¦ndez explica que el equipo del CISM inici¨® hace cuatro meses un peque?o ensayo cl¨ªnico de la vacuna (fase II) con unos 300 ni?os menores de un a?o. "?sta es la prueba m¨¢s importante que debe superar a¨²n la vacuna", afirma la investigadora. "Y luego hay que hacer m¨¢s pruebas, como probar distintos adyuvantes [sustancias que incrementan el efecto de la vacuna], y probar la eficacia en poblaciones distintas de la mozambique?a. Si todo va bien, la vacuna podr¨ªa empezar a usarse a gran escala en unos cinco a?os".
El directivo de Glaxo Joe Cohen afirm¨® ayer desde Camer¨²n, donde se celebra una Conferencia Panafricana sobre la Malaria, que el laboratorio espera que los ensayos cl¨ªnicos definitivos (fase III) concluyan en 2010, informa Reuters. Si las autoridades reguladoras aprueban el producto en el plazo t¨ªpico, la vacuna puede comercializarse en 2011. Glaxo se ha comprometido a vender barata la vacuna a los pa¨ªses en que la malaria sea end¨¦mica.
"Las campa?as generales de vacunaci¨®n deber¨ªan aplicarse en todos los pa¨ªses africanos en que la malaria es end¨¦mica, y se requieren tres dosis por ni?o", explica Men¨¦ndez. "
Har¨¢n falta varias firmas fabricantes de vacunas adem¨¢s de Glaxo, y s¨®lo entrar¨¢n a este campo si reciben ayudas de los pa¨ªses occidentales".
Una f¨®rmula magistral para ?frica
El m¨¦dico madrile?o Pedro Alonso, de 46 a?os, ha dado con la f¨®rmula magistral contra la malaria: la convergencia de fondos p¨²blicos y privados, tecnolog¨ªa occidental y, lo m¨¢s importante a largo plazo, la implicaci¨®n a fondo de los m¨¦dicos y autoridades de un pa¨ªs africano -Mozambique en este caso- cuyo futuro, como el de muchos otros, depende de su capacidad para controlar esta epidemia. Alonso ha conseguido poner en marcha la ciencia necesaria, pero sabe que el proyecto no llegar¨¢ a buen fin si los pa¨ªses ricos no aportan m¨¢s ayudas.
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