Zapatero y S¨®crates buscan acuerdos al margen del AVE

Espa?a y Portugal han estado tejiendo y destejiendo durante el ¨²ltimo lustro un complejo trazado de comunicaciones e interconexiones fronterizas de realizaci¨®n permanentemente aplazada, siempre dudosa. Ayer, al inaugurarse la XXI Cumbre Hispano-Portuguesa, tales planes quedaron relegados en buena medida al terreno de la utop¨ªa. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y su hom¨®logo portugu¨¦s, Jos¨¦ S¨®crates, hablaron, en cambio, de cooperaci¨®n cient¨ªfica y de las reformas econ¨®micas propugnadas por la Agenda de Lisboa.

El ejercicio es pol¨ªticamente arriesgado, ya que viene a demostrar que, aunque los Gobiernos acuerden, incumplan y finalmente deshagan, la vida sigue su curso y aqu¨ª no pasa nada. En segundo lugar, adem¨¢s de suscitar dudas sobre la utilidad de estos encuentros anuales, el cambio de programa puede dar p¨¢bulo a la idea de que la izquierda, instalada ahora en Lisboa y en Madrid, deshace el trabajo de base hecho durante los tres a?os anteriores por la derecha. Pero si algo positivo tiene este nuevo planteamiento de las relaciones hispano-lusas es su aspecto realista.

Fallido en 2002, por diferencias sobre su trazado, el mapa de comunicaciones entre Espa?a y Portugal qued¨® definido en noviembre de 2003, con objetivos tan ambiciosos como un AVE Oporto-Vigo, adem¨¢s del Lisboa-Madrid, y otras dos l¨ªneas r¨¢pidas entre Aveiro-Salamanca y Faro-Huelva. Las dos primeras l¨ªneas deb¨ªan de entrar en funcionamiento en 2009 y 2010, respectivamente. El acuerdo fue acogido con marcado escepticismo, porque su coste superaba los 7.500 millones de euros.

Zapatero y Pedro Santana Lopes ratificaron, no obstante, el plan en 2004, aunque las dificultades presupuestarias portuguesas se agravaban. Ayer, de todo esto qued¨® en pie la l¨ªnea Lisboa-Madrid, con un nuevo calendario, que anoche se negociaba. Oporto y Vigo seguir¨¢n bien conectadas por 154 kil¨®metros de autopista moderna.

Los presidentes de Galicia, Castilla y Le¨®n, Extremadura y Andaluc¨ªa, o su representante en el caso de Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, se preocupaban anoche en ?vora por el futuro de los proyectos que les interesan. El tema ten¨ªa tan poca entidad que la ministra de Fomento, Magdalena ?lvarez, opt¨® por atender otros compromisos en Londres, en lugar de asistir a la cumbre.

Algo parecido ocurre con el Mercado Ib¨¦rico de la Electricidad, el otro asunto constante y fallido de las cumbres entre Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso. El entonces presidente del Gobierno viaj¨® a Lisboa en enero de 2001 para firmar este acuerdo, ya afectado por sucesivos aplazamientos, con el compromiso de que entrara en vigor el 1 de abril del mismo a?o. El MIBEL sigue, no obstante, bloqueado por las diferencias estructurales entre las empresas y las tarifas de las dos partes te¨®ricamente interesadas. El inter¨¦s de Aznar en este caso era dar ejemplo a Francia, donde radican los verdaderos problemas de interconexi¨®n energ¨¦tica de Espa?a.

La m¨²sica de las cumbres ha tenido que variar, por estas circunstancias. La orquesta sigue siendo nutrida: ocho ministros, dos secretarios de Estado y el gabinete de Presidencia. Y el director procura emplearse a fondo. Tras decirle hace un a?o a Santana que todas las cumbres se ten¨ªan que resolver en una sola jornada, Zapatero no pudo rechazar ayer la invitaci¨®n de S¨®crates a cenar, y pernoct¨® en ?vora. Desde La Moncloa, subrayan que es una prueba de la importancia que el presidente otorga a las relaciones hispano-portuguesas.