Los socialistas franceses intentan atajar sus disputas en su congreso

Dividido, ensimismado y muy lejos de despertar la atenci¨®n de la sociedad, el Partido Socialista franc¨¦s (PS) inici¨® ayer su 74? Congreso en la localidad de Le Mans con el principal objetivo de no deteriorar a¨²n m¨¢s su imagen con el espect¨¢culo de nuevas querellas internas. En este sentido, el primer secretario, Fran?ois Hollande, y el ex primer ministro y tambi¨¦n antiguo jefe del partido Laurent Fabius, se reunieron el jueves en Par¨ªs, antes de viajar a Le Mans, para establecer una tregua en el duro enfrentamiento que mantienen.

Fabius encabez¨® la campa?a por el no a la Constituci¨®n Europea en el refer¨¦ndum de mayo, en contra de la decisi¨®n del partido adoptada en una votaci¨®n interna. La dura campa?a y la victoria final del no desgarr¨® el partido, y el Congreso se adelant¨® seis meses.

Los militantes han dejado claro que no perdonan a los traidores y que siguen estando con la actual direcci¨®n, como lo demuestra la mayor¨ªa absoluta obtenida la semana pasada por la ponencia de Hollande frente a la de Fabius y la de los j¨®venes de la corriente Nuevo Partido Socialista (NPS), lo que asegura al primer secretario un cuarto mandato consecutivo.

La p¨¦sima gesti¨®n del recuento de los votos, sin embargo, que llev¨® en un primer momento a atribuir al actual primer secretario hasta un 57% y a Fabius menos de un 19%, para finalmente fijarse en un 53% para el primero y poco m¨¢s de un 21% para el segundo, ha deteriorado considerablemente la imagen de la actual c¨²pula, que busca ahora integrar de alg¨²n modo a las dos facciones rebeldes.

Crisis de identidad

Desde la debacle de 2002, cuando Lionel Jospin no consigui¨® pasar a la segunda vuelta de las presidenciales y, pese a episodios victoriosos como las elecciones regionales o las europeas de 2004, el PS vive ensimismado y se halla sumido en una profunda crisis de identidad. En los ¨²ltimos d¨ªas, mientras el pa¨ªs ten¨ªa fijada su atenci¨®n en la rebeli¨®n de los j¨®venes de las barriadas, una serie de encuestas mostraban hasta qu¨¦ punto los socialistas no encarnan un proyecto alternativo a la derecha neogaullista. Hasta un 67% de los franceses, seg¨²n un sondeo de Le Monde, creen que el PS no tiene un proyecto para el pa¨ªs.

La brecha que separaba a los partidarios del s¨ª a la Constituci¨®n Europea de los no¨ªstas, que parec¨ªa encarnar el gran debate en este congreso sobre el modelo de pa¨ªs que preconiza la izquierda posibilista frente a los retos de la globalizaci¨®n y la nueva sociedad del siglo XXI, ha pasado de golpe a un segundo plano tras la rebeli¨®n de las barriadas y la rentabilidad que ha acabado sacando de ello el Gobierno. Y quienes esperaban el congreso para medir sus diferencias se han visto obligados a cambiar de tercio para intentar volver a situar al PS en el panorama pol¨ªtico, dominado por el centroderecha.

Fabius, que fue excluido de la direcci¨®n el pasado junio, y Hollande, coinciden en que el congreso debe "hablar a los franceses", hacer propuestas y "mostrar convergencias".