"Lo peor son los desastres silenciosos"
Al volver de Se¨²l, Juan Manuel Su¨¢rez del Toro, reflexiona sobre lo que la Federaci¨®n Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que ahora seguir¨¢ presidiendo tiene como retos m¨¢s importantes. "Los desastres silenciosos", es su expresi¨®n, son las preocupaciones m¨¢s hirientes de la Cruz Roja.
Pregunta. No es una asamblea para pasarlo bien, tal como est¨¢ el mundo.
Respuesta. Y lo peor no es lo que se ve. Lo peor son los desastres silenciosos. La pobreza es la gran lacra; multiplica el impacto de los desastres, y tenemos evidencias por todas partes. Pero muchas veces esos desastres salen en los medios, alcanzan gran difusi¨®n p¨²blica. Pero pocos hablan de los desastres silenciosos, como el sida y la inseguridad alimentaria.
P. El sida sigue en primer lugar.
R. S¨®lo de sida morir¨¢n en ?frica en los pr¨®ximos 10 a?os m¨¢s personas que en todas las guerras y desastres que ha habido en ese continente en los 50 ¨²ltimos a?os. Morir¨¢n del orden de 10 o 20 millones de personas. Y no se logra el punto de inflexi¨®n para parar su propagaci¨®n.
P. Una tragedia.
R. Piense que ahora mismo ya hay 12 millones de hu¨¦rfanos en ?frica por el sida. Desaparecen generaciones de personas en edad productiva, entre los 15 y los 45 a?os. En muchos sitios la prevalencia del sida es del 40% de la poblaci¨®n. El propio voluntariado de Cruz Roja engrosa la estad¨ªstica.
P. ?C¨®mo se debe reaccionar?
R. En primer lugar, con verg¨¹enza. Es una verg¨¹enza para la comunidad internacional. Que existan retrovirales que no podemos hacer llegar a personas que los necesitan. Los pa¨ªses desarrollados pueden combatir con ¨¦xito la enfermedad, y personas de ?frica, Caribe o Asia no tienen esa posibilidad. Una verg¨¹enza.
P. ?Y qu¨¦ hacer? ?Qu¨¦ hace la Cruz Roja?
R. No queda m¨¢s remedio, para la Cruz Roja, que cambiar la tendencia; tenemos que fortalecer las capacidades locales. En t¨¦rminos generales, la sociedad internacional reacciona siguiendo un modelo paternalista: acude en auxilio cuando se produce un suceso, pero no va a atajar las causas, y tampoco va despu¨¦s, cuando ya han dejado de estar all¨ª las c¨¢maras de televisi¨®n. La gente no se conmueve ante los desastres silenciosos. Mire lo que ha pasado en Darfur (Sud¨¢n), o en Ruanda... ?Qu¨¦ ha pasado con los que no han podido volver a sus tierras? Cuando no los enfoca la CNN dejan de existir. Y el problema luego es m¨¢s grave.
P. ?Qu¨¦ sensaci¨®n se trae usted?
R. De esperanza. Y de desaz¨®n, ante todo lo que queda por hacer. Hemos globalizado la econom¨ªa y la tecnolog¨ªa, pero no la dignidad humana. Hemos consolidado la desigualdad del mundo globalizado.
P. Hay mucha sospecha sobre el destino de las ayudas. ?Es un t¨®pico?
R. S¨ª, lo es. Esa sospecha no merece cr¨¦dito en lo que se refiere a la gesti¨®n de las asociaciones humanitarias. Pero s¨ª me gustar¨ªa alertar sobre la creciente politizaci¨®n de las ayudas.
P. ?Por parte de qui¨¦n?
R. Gran parte de las ayudas responden a intereses pol¨ªticos o geoestrat¨¦gicos. Eso nos preocupa. A veces se intenta captar ayuda para Irak o para Afganist¨¢n (que las necesitan, c¨®mo no) y se obvian necesidades millones de personas que se mueren de hambre en ?frica.
P. ?Y c¨®mo ve la reacci¨®n de las superpotencias?
R. El G-8 ha manifestado su intenci¨®n de condonar la deuda y la ONU se ha planteado los objetivos del milenio... ?Pero en esos objetivos est¨¢ el de dar agua a la mitad de la poblaci¨®n que la necesita perentoriamente!
P. La Cruz Roja estuvo cerca de EE UU en el desastre de Nueva Orleans.
R. Claro que s¨ª. La naturaleza no entiende de lugares. Desastres como ¨¦se muestran la vulnerabilidad de los poderosos. Pero donde hay m¨¢s pobreza es donde m¨¢s da?o hace el desastre.
P. Estuvo en Pakist¨¢n, en la zona de los terremotos.
R. Devastador. Tres millones de personas sin hogar, 60.000 muertos. Hay que ayudar, m¨¢s cuando se van las c¨¢maras.
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