Anguita
De manera peri¨®dica emerge Julio Anguita para re?irnos. Se dedic¨® a ello durante a?os y ahora tiene los reflejos condicionados. No puede hablar sin se?alar con el dedo a los que ¨¦l cree vendidos al capitalismo: movimientos sociales, sindicatos y una parte de su organizaci¨®n. Un conjunto de delirios paranoicos de corte joseantoniano que han gustado siempre al ex dirigente cordob¨¦s de IU, el ¨²nico l¨ªder comunista a lo largo de la historia que ha gustado a la derecha recalcitrante que no lo vot¨® jam¨¢s, pero al que siempre aplaudi¨® su estilo antisocialista . Tenemos que escuchar las pr¨¦dicas anguitianas de maestro refunfu?¨®n y aceptarlas como la verdad revelada. La cabra siempre tira al monte y Anguita pretende que IU vuelva a los caminos por los cuales la condujo: la llev¨® al borde del precipicio y ahora quiere, como en el chiste, que d¨¦ un paso al frente. Eso s¨ª, siempre bajo el sacrosanto manto de la ideolog¨ªa y los valores. En ese camino parece que est¨¢ el PCE y los dos sectores de IU-CA enfrentados entre s¨ª pero unidos contra Gaspar Llamazares, aunque el s¨¢bado ha quedado demostrado que no re¨²nen la mayor¨ªa suficiente dentro de la propia organizaci¨®n para terminar con el coordinador general y empujar un poco m¨¢s a IU hacia la marginalidad: el reiterado somos pocos pero mejores, la vanguardia del proletariado y dem¨¢s sandeces. El neoanguitismo estima que es necesario romper con los sindicatos, que est¨¢n vendidos, con algunas federaciones de IU que no llevan el camino correcto y con la direcci¨®n de IU que se atreve a pactar con el PSOE. Es decir, las dos orillas, la pinza , el sorpasso y el consiguiente descalabro. Al decir de Carlos Marx: repetir la historia como farsa. Quiz¨¢s mejor, que el PCE se desembarace definitivamente de IU y se presente ante los electores como guardi¨¢n de las esencias. Mientras tanto, gente moderada y capaz, como Rosa Aguilar, vivir¨¢ al filo de la navaja. En el PCA hay l¨ªderes inteligentes, aunque no saben ver que su tiempo ha pasado, que llevan 25 a?os ocupando diversos puestos de responsabilidad y su potenciales votantes no los ven como algo nuevo y diferente, sino con el discurso cansino y autom¨¢tico de siempre: las viejas ideas repetidas cada vez con m¨¢s desgana. Como sigan, as¨ª al retroceso de IU en las pasadas generales puede venir uno a¨²n peor en las elecciones andaluzas.
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