Washington manifiesta su inquietud por el creciente poder¨ªo militar chino en Asia
El Pent¨¢gono asegura que Pek¨ªn gasta en Defensa entre 50.000 y 75.000 millones de euros
La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, mostr¨® ayer preocupaci¨®n en Pek¨ªn por el creciente poder¨ªo militar chino en Asia y dijo que Washington espera poder mantener el equilibrio en la regi¨®n. Mientras tanto, el presidente chino, Hu Jintao, repiti¨® al estadounidense, George W. Bush, el compromiso de su Gobierno de llevar a cabo "un desarrollo pac¨ªfico". China tiene en marcha un profundo proceso de modernizaci¨®n de sus Fuerzas Armadas, que, seg¨²n analistas y expertos, la convertir¨¢ en la primera potencia militar de Asia en el a?o 2020.
Rice salud¨® las declaraciones pac¨ªficas chinas, de las que dijo que son "una buena cosa", pero a?adi¨® sin dar m¨¢s detalles: "Esperamos, obviamente, que, por lo que respecta a nuestra presencia y a nuestras fuerzas militares, seamos capaces de mantener el equilibrio en esta regi¨®n". Pek¨ªn ha amenazado con atacar Taiwan, que considera parte de su territorio, si intenta declarar la independencia, y Estados Unidos est¨¢ comprometido por ley a respaldar la defensa de la isla.
Washington ve con inquietud el creciente gasto militar chino. En su ¨²ltimo informe anual, el Pent¨¢gono asegura que China gasta entre 50.000 y 75.000 millones de euros al a?o en defensa, dos o tres veces lo declarado por Pek¨ªn. Una cantidad, en cualquier caso, muy lejos de la que destina Estados Unidos. El Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL), el m¨¢s numeroso del mundo, est¨¢ compuesto por 2,3 millones de personas.
A la preocupaci¨®n por el creciente m¨²sculo militar, se suma la cada vez mayor influencia internacional de China. Pek¨ªn est¨¢ extendiendo su diplomacia de la econom¨ªa como si fuera una pel¨ªcula de aceite por todos los rincones del planeta; desde el sureste asi¨¢tico a Latinoam¨¦rica, pasando por ?frica y Europa.
El Gobierno de Hu Jintao ha multiplicado la firma de "alianzas estrat¨¦gicas" con un amplio grupo de pa¨ªses, que ya incluyen -adem¨¢s de Rusia y EE UU- la UE, el sureste asi¨¢tico (Asean), Brasil, India, Canad¨¢, Reino Unido, Alemania, Francia o Espa?a. Estos pactos, seg¨²n algunos observadores, son inevitables, debido al inter¨¦s de muchos Gobiernos por acceder al jugoso mercado chino, y lanzan una clara se?al a Washington de la proyecci¨®n ascendente de la potencia asi¨¢tica.
Al tiempo, China ha dado pasos para reforzar su papel en la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n de Shanghai (SCO en sus siglas inglesas), un organismo en el que participan, entre otros, Rusia y Kazajist¨¢n. SCO, que trabaja para hacer frente a las amenazas a la seguridad en Asia Central, ha incrementado su influencia durante el ¨²ltimo a?o. Entre sus observadores, est¨¢n ahora Ir¨¢n, India y Pakist¨¢n.
Pero Estados Unidos es consciente de que el ascenso econ¨®mico, pol¨ªtico y militar de su rival es inevitable, y piensa que m¨¢s vale intentar reforzar las relaciones con Pek¨ªn, a pesar de la desconfianza y el temor que despierta en algunos c¨ªrculos en Washington.
El viaje del dirigente norteamericano, que hoy finaliza, se enmarca en esta estrategia. "Nuestra relaci¨®n con China es fuerte, y queremos hacerla a¨²n m¨¢s fuerte", dijo ayer Bush tras entrevistarse con Hu Jintao. "Queremos impulsar nuestras constructivas y cooperativas relaciones", hab¨ªa dicho minutos antes su anfitri¨®n.
Pero tras las buenas palabras, late la suspicacia mutua de dos pa¨ªses que buscan c¨®mo acomodar en la escena internacional su poder¨ªo existente, una, y su poder¨ªo emergente, la otra. Como se?alaba Nicholas Lardy, investigador del Instituto de Econom¨ªa Internacional, de Washington, d¨ªas antes de la visita, lo cuesti¨®n de fondo es que se est¨¢ produciendo "un cambio del centro de gravedad"
China se ha convertido en un competidor tremendo. Su econom¨ªa ha crecido a una media anual superior al 9% desde hace dos d¨¦cadas, y ya es la tercera potencia comercial del mundo, tras EE UU y Alemania, con unos intercambios de 970.000 millones de euros en 2004.
Competidor
Los pol¨ªticos estadounidenses acusan a Pek¨ªn de pr¨¢cticas injustas -como mantener su moneda artificialmente infravalorada- y poner barreras a las exportaciones americanas mientras los fabricantes chinos inundan los mercados con art¨ªculos baratos. Pero algunos economistas recuerdan que el d¨¦ficit estadounidense no s¨®lo se produce con China.
El s¨¢bado pasado, el mismo d¨ªa de la llegada de Bush, el diario China Daily aseguraba que la visita ser¨ªa muy importante para profundizar en las relaciones y para que los dos l¨ªderes se conozcan mejor. Cuando Bush, result¨® elegido presidente, el pasado noviembre, Pek¨ªn salud¨® el resultado, porque ambos Gobiernos se conocen, porque tienen claro cu¨¢les son sus discrepancias y sus puntos comunes, y porque coinciden en la importancia de cooperar.
Los analistas aseguran que durante su primer mandato, Bush se dio cuenta de que no pod¨ªa desestimar a China. Seg¨²n ha destacado la prensa oficial este fin de semana, el hecho de que haya dejado de aplicarle el t¨¦rmino "competidor estrat¨¦gico" es una muestra de c¨®mo Washington ha reconocido que puede fomentar la cooperaci¨®n con Pek¨ªn "para abordar juntos los desaf¨ªos globales a pesar de las numerosas diferencias".
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