En el nombre de la madre
La hija de Ir¨¨ne N¨¦mirovsky presenta la obra p¨®stuma de la autora, muerta en Auschwitz
Es una historia de amor filial tan hermosa como terrible. La hija de la gran escritora Ir¨¨ne N¨¦mirovsky (Kiev, 1903-Auschwitz, 1942), Denise Epstein, atesor¨® durante a?os, utiliz¨¢ndolo incluso como almohada, el manuscrito de la ¨²ltima obra de su madre, deportada y asesinada por los nazis por ser jud¨ªa. Esa obra, una novela que ella y su hermana peque?a Elisabeth guardaban en una maleta con otros pocos recuerdos salvados del naufragio familiar -el padre, Michel Epstein, muri¨® tambi¨¦n en Auschwitz-, acompa?¨® a las dos ni?as durante su peregrinaci¨®n de refugio en refugio en la Francia ocupada. Ahora, despu¨¦s de que Denise (Par¨ªs, 1929) se atreviera a leerla finalmente y la transcribiera con enorme "paciencia y dolor", la novela, Suite francesa (Salamandra), retrato magistral de la ca¨ªda y ocupaci¨®n de Francia, se ha convertido en un acontecimiento literario y acaba de aparecer en Espa?a.
"Son las ¨²ltimas palabras de mi madre", dijo el martes en Barcelona la hija de Ir¨¨ne N¨¦mirovsky al preguntarle por el motivo que la llev¨® a publicar Suite francesa. "Desgraciada o felizmente, tengo muchos recuerdos, y muy n¨ªtidos", se?al¨® vencida por la emoci¨®n. "Haber sobrevivido, ?sabe?, no es un regalo. Se siente culpa. Publicar Suite francesa me ha servido para desculpabilizarme por haber sobrevivido".
La persecuci¨®n nazi tuvo el a?adido de perversidad de hacer aparecer en ocasiones lo malo del ser humano incluso en las v¨ªctimas. "Es cierto, una v¨ªctima nunca es un h¨¦roe. No se puede idealizar a las v¨ªctimas". El marido de N¨¦mirovsky, en su af¨¢n por rescatarla, no dud¨® en destacar ante las autoridades pasajes anticomunistas, e incluso, parad¨®jicamente, antisemitas de la obra de la escritora. "S¨ª, es terrible. Le¨ª esas cartas. No pude hacerlo hasta 1991. Lo comprendo pero es triste".
De aquella hecatombe f¨ªsica y moral, aquel sauve qui peut, que fue el hundimiento de Francia y que N¨¦mirovsky pinta en su novela p¨®stuma de manera magistral, con pulso digno de Tolst¨®i, la hija explica que la imagen que para ella condensa esos tiempos es el tren. "Colgaban en los trenes unas redes, como hamacas, y ah¨ª se pon¨ªa una capa de ropa, ni?os para esconderlos y otra capa encima. El tren es la huida y la deportaci¨®n".
?C¨®mo era Irene N¨¦mirovsky? "Vital. Era una gran escritora y al mismo tiempo una madre muy tierna. Era mam¨¢. Era fuerte y nos proteg¨ªa del miedo; a mi padre tambi¨¦n".
Suite francesa, historia coral con seres que luchan por sobrevivir, es una novela ¨¢spera. "S¨ª, hay crueldad y desesperaci¨®n, pero tambi¨¦n ternura y mucha iron¨ªa". Y tristeza. "Mi madre estaba desesperada desde hac¨ªa tiempo ante el alma humana. Era una persona muy l¨²cida, y eso te hace ver m¨¢s bien lo negativo de la gente".
Escapada de la Rusia revolucionaria, la novelista, recuerda su hija, ten¨ªa un modo de vida cosmopolita y en su casa, con las puertas siempre abiertas, se respiraba un ambiente ch¨¦joviano. "Ella admiraba a Ch¨¦jov, pero tambi¨¦n adoraba a Katherine Mansfield, con la que sent¨ªa que ten¨ªa muchos puntos de contacto". ?Gurdjieff? "Creo que no; a mi madre no le interesaba el esoterismo. Pero yo me pregunto si ella, desde donde quiera que est¨¦, no ha influido para que aparezca su libro".
Existen otros in¨¦ditos de N¨¦mirovsky, dice Denise Epstein. "Hemos encontrado alguna novela corta y sobre todo muchos de sus carn¨¦s de trabajo". En 2007, explica, con ese material, aparecer¨¢ una nueva biograf¨ªa de su madre, obra de Olivier Philippennat y Patrick Llenhard. Denise, en cambio, no piensa de momento escribir. "Me es m¨¢s f¨¢cil hablar que escribir de ella. Las palabras traslucen m¨¢s el amor".
Babelia
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