Crispaci¨®n en Guadalix por los robos y actos vand¨¢licos de una pandilla de marroqu¨ªes

La crispaci¨®n y el miedo se palpan en una parte de la poblaci¨®n de Guadalix de la Sierra, un municipio situado a 44 kil¨®metros de Madrid. Los vecinos aseguran que ya no aguantan m¨¢s los robos y actos vand¨¢licos de una pandilla de unos veinte chicos marroqu¨ªes de entre 15 y 20 a?os. La mayor parte llegaron a Espa?a con sus padres cuando eran peque?os. La situaci¨®n, que, seg¨²n explica el alcalde, se viene deteriorando desde hace dos a?os, explot¨® el pasado fin de semana cuando un joven magreb¨ª abri¨® la cabeza con una cadena a Jaime Benito, de 25 a?os.

El alcalde de la localidad, ?ngel Luis Garc¨ªa Yuste (PP), se reuni¨® ayer con la subdelegada del Gobierno en Madrid, Pilar Gallego Berruezo, para tratar de encontrar una soluci¨®n a los altercados que sufre el pueblo. En la entrevista estuvieron tambi¨¦n el alcalde de Soto del Real y responsables de la Comandancia de la Guardia Civil. La reuni¨®n, seg¨²n un portavoz de la Delegaci¨®n, fue muy t¨¦cnica y los sucesos se evaluaron teniendo en cuenta datos objetivos. Seg¨²n la Guardia Civil, la criminalidad se ha reducido en el pueblo un 17% respecto a 2004. Las denuncias han pasado de 27 en los 10 primeros meses de 2004 a 22 en el mismo periodo del a?o actual.

La reuni¨®n se prolong¨® m¨¢s de dos horas y media. Al t¨¦rmino de la misma, la subdelegada del Gobierno en Madrid se?al¨® que se han establecido dispositivos especiales y conjuntos entre la Guardia Civil y la Polic¨ªa Local de Guadalix, informa F. Javier Barroso. Tambi¨¦n habr¨¢ un intercambio de informaci¨®n entre ambos cuerpos y reuniones de coordinaci¨®n. "Objetivamente, Guadalix es uno de los municipios m¨¢s seguros de la regi¨®n. Puede que se haya producido una situaci¨®n de inseguridad que no se corresponde con la realidad. Eso no significa que vayamos a bajar la guardia en ning¨²n momento ni all¨ª ni en ning¨²n otro lugar", explic¨® Gallego.

La reuni¨®n de ayer se produjo cuatro d¨ªas despu¨¦s de que el alcalde de Guadalix de la Sierra enviara un fax a la Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid en el que calificaba de "hijos de puta" y "lacra" a un grupo de marroqu¨ªes que, en su opini¨®n, se dedican a robar, amenazar, pegar y traficar [con drogas] en el municipio.

El alcalde de Guadalix piensa que s¨®lo hay una salida para atajar la delincuencia en la localidad: que se incremente la presencia de las fuerzas de seguridad. Para ello, el regidor ofreci¨® ayer a la subdelegada un terreno para instalar en Guadalix un nuevo cuartel de la Guardia Civil. Incluso el regidor ofert¨® ayuda municipal para pagar el edificio "en caso de que existieran problemas de financiaci¨®n".

A pesar de los datos a la baja en los delitos que maneja la Delegaci¨®n de Gobierno, la sensaci¨®n de los vecinos de Guadalix es de una gran inseguridad, y suscriben punto por punto las palabras vertidas por su alcalde.

"Ante todo, queremos soluciones a nuestros problemas. Es muy duro que intentemos sacar adelante un negocio y que haya un grupo de marroqu¨ªes que nos quieran matar por no dejarles vender droga en nuestra discoteca". As¨ª se expresaba ayer Ver¨®nica Aguado, la propietaria del local en el que fue agredido su novio, Jaime Benito, con una cadena el pasado domingo. "Ya nos han aconsejado que nos marchemos del pueblo, que al final nos van a matar como han amenazado a mi novio. As¨ª no hay quien viva", a?adi¨®.

Jaime tuvo que acudir la noche del lunes al hospital La Paz porque la agresi¨®n que sufri¨® por parte de un menor marroqu¨ª le ha podido producir lesiones internas en la cabeza. A¨²n no saben si lo tendr¨¢n que intervenir quir¨²rgicamente. "No quiero decir que todos los marroqu¨ªes sean malos, pero el grupo que tenemos en Guadalix [unos veinte] nos lo est¨¢ haciendo pasar muy mal", a?ade Ver¨®nica.

"Es verdad que el alcalde ha llamado hijos de puta a esos delincuentes, pero es que es lo que son", sosten¨ªa Guillermo muy alterado. Cuenta que a su hijo le rompieron la nariz hace un tiempo, y que no lo ha podido superar. "Ahora tiene 13 a?os y estudia en un colegio interno, porque no quiere vivir aqu¨ª".

El alcalde indica que la pandilla de marroqu¨ªes est¨¢ formada por chicos que viven en el pueblo desde hace a?os con sus padres. "No trabajan, ni hacen nada. Han crecido, y ahora tienen sus necesidades y sus vicios. Y de qu¨¦ van a vivir, pues de nada bueno: trapichean con drogas, roban...", comenta otro residente del pueblo. "No es cuesti¨®n de nacionalidades", opina Jes¨²s, due?o de un bar, que vive atemorizado desde que les ech¨® del local por consumir drogas. "Me tiraron una piedra y rompieron el cristal. Y al final te preguntas qu¨¦ puedes hacer, y llegas a la conclusi¨®n de que quiz¨¢ es mejor dejarles entrar", dice pensativo.

Traspaso del negocio

Otros empresarios, como Jes¨²s, deciden tirar la toalla y traspasar el bar. "A m¨ª me gasearon el establecimiento, me lo llenaron de humo. No se pod¨ªa respirar, fue un susto horrible porque, en ese momento, no sabes qu¨¦ est¨¢ pasando", comenta. Desde entonces asegura que est¨¢ atemorizado y lo ¨²nico que quiere es alejarse y cerrar.

La Plataforma por la Seguridad de la Zona Norte de Madrid, que re¨²ne a 54 asociaciones vecinales y empresariales de 14 pueblos de la sierra norte madrile?a, sostiene que los datos que maneja la polic¨ªa sobre los delitos que se cometen en esta parte de la regi¨®n no son fiables. "La gente no denuncia. Muchos est¨¢n atemorizados y piensan que si lo cuentan va a haber represalias contra ellos", explican.